Colombia: El reto superior del Polo Democrático Alternativo: Unidad y acción por la base
Por Nelson Lombana Silva
El ataque de la derecha contra la izquierda que encarna el Polo Democrático Alternativo se da en un escenario complejo, difícil, pero no imposible de salir avante. Todo depende de la forma como se enfrente la avalancha de ignominia e infamia del régimen que busca por todos los medios minar la capacidad de resistencia del principal partido de oposición.
La mejor resistencia está en acudir a la sabiduría popular de las masas. Compartir con ellas, discutir con ellas y marchar con ellas hacia la victoria. Mientras no se parte de ese criterio será muy difícil hallar solución, porque todo quedará en las alturas o cuanto más en un reducido grupúsculo, que sólo se limitará a contar su versión.
La telúrica arremetida de la burguesía que lidera el presidente Juan Manuel Santos Calderón, con la pusilánime anuencia de Gustavo Petro y sus áulicos, hace parte de la lucha de clases, lo cual no nos puede desorientar ni amilanar, todo lo contrario, seguir en la hermosa batalla de ideas, con argumentos, con espíritu unitario, pero sobre todo, con conciencia social y de clase.
El Polo Democrático Alternativo debe combatir la podredumbre de la derecha, su publicidad monstruosa y su criminalidad expresada en la mal llamada “seguridad democrática” con argumentos propios, porque a fe que los tiene. Entre ellos: la verdad, la formación política, la lucha callejera y la ética. Debe mostrar con nitidez cristalina la diferencia con la derecha, más con hechos que con palabras. Por eso, debe tener como norma básica la moralidad, pero no la cristiana, sino la revolucionaria.
El pleno regional del Partido Comunista Colombiano, reunido el fin de semana en la ciudad musical de Colombia, señala como prioridad impulsar la unidad, pero no cualquier tipo de unidad. Se necesita una unidad por la base, una unidad con las masas, una unidad programática y una unidad consecuente con cambios estructurales.
El Polo no está predestinado a administrar los intereses de la oligarquía transnacionalizada. Su destino es orientar los intereses del pueblo debidamente organizado, concientizado y preparado para luchar y defender sus intereses. No es cualquier cosa su misión. Por eso, la responsabilidad de los líderes que coyunturalmente tienen la tarea en los actuales momentos en sus diferentes estructuras orgánicas.
En ese sentido, la campaña electoral de 2011 para juntas administradoras locales, JAL, concejo municipal, alcalde, asamblea y gobernación debe presupuestarse como escenario propicio para exponer ante la faz del país el ideario de unidad del Polo, sus estatutos y sus proyecciones políticas. Debe prevalecer el interés colectivo, llevando a las corporaciones públicas a las personas más consecuentes con el proyecto de izquierda con vocación de poder. No nos podemos volver a equivocar. Hay que seleccionar los mejores por su coraje y compromiso con la causa popular. Esa es la principal tarea.
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