Mozambique: Frelimo sigue trabajando por la paz
La Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo, partido de derecha), el segundo partido en el escrutinio de 2014, no aceptó los resultados. Ahora amenaza desestabilizar al país, incluso recurriendo una vez más a las armas.
Carlos Lopes Pereira
En Mozambique, el Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo, socialista) continúa la lucha por la paz y el desarrollo, y busca superar los obstáculos que amenazan la tranquilidad del país. El vencedor de las elecciones presidenciales del 15 de octubre, Filipe Nyusi, candidato de Frelimo, tomó posesión en Maputo de la jefatura del Estado y llamó a defender y fortalecer las grandes conquistas históricas del pueblo mozambiqueño: la independencia, la unidad nacional y la paz.
A pocos meses de la celebración del 40º aniversario de la independencia, Nyusi recordó en el discurso de posesión el ejemplo inspirador de los anteriores presidentes (Samora Machel, ya desaparecido; Joaquim Chissano y Armando Guebuza) e, igualmente, del fundador de Frelimo, Eduardo Mandlane, asesinado en 1969 por agentes del colonial-fascismo portugués.
El nuevo presidente de la República prometió trabajar por el “diálogo constructivo con todas las fuerzas políticas y organizaciones cívicas para promover la concordia” y construir una “sociedad de inclusión”, abierta a todas las buenas ideas.
En el plano económico, recordó que Mozambique, con 25 millones de habitantes y tasas de crecimiento superiores al 7% del PIB en los últimos años, “es un país bendito en recursos naturales, en especial tierras cultivables, selvas, recursos minerales y marinos”. Y afirmó querer que “el Estado y los mozambiqueños en general sean los verdaderos dueños de las riquezas y potencialidades” de la patria.
Nyusi, de 55 años, ingeniero mecánico, constituyó ya un nuevo gobierno, una vez que Frelimo conquistó en las urnas una mayoría parlamentaria calificada. El primer ministro es Carlos Agostinho do Rosário, economista agrario, quien fue embajador en India, Indonesia, Timor Oriental y otros países asiáticos. El ejecutivo tiene 21 ministros y 18 viceministros, y fueron también nombrados los 11 gobernadores provinciales.
A estos gobernantes, que combinan juventud y experiencia, renovación y continuidad, Nyusi les pidió que trabajen arduamente para servir al pueblo, repitió que el desafío es asegurar “una mejor redistribución de la riqueza nacional” y reafirmó que las oportunidades derivadas de la explotación de recursos naturales deben beneficiar cada vez más a los mozambiqueños, “sus verdaderos propietarios”. Les dio instrucciones para comenzar de inmediato a trabajar, desde luego “salvando vidas” y socorriendo a las poblaciones afectadas por las inundaciones en el centro y norte del país, en especial en las provincias de Sofala, Zambézia, Nampula y Niassa, desastre natural que ya causó más de un centenar de muertos.
Maniobras peligrosas
A los propósitos de paz, progreso y justicia social manifestados por Frelimo, se opone Afonso Dhlakama, jefe de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo, partido de derecha), el segundo partido en el escrutinio de 2014.
Como en todas las elecciones pluripartidarias realizadas desde 1994, ahora fue derrotado pero no aceptó los resultados, reconocidos tanto por las instancias nacionales como por observadores extranjeros. Como en las ocasiones anteriores, ahora amenaza desestabilizar al país, incluso recurriendo una vez más a las armas, como hizo entre 1976 y 1992, apoyado por los racistas sudafricanos, provocando una devastadora guerra civil; y en 2013, cuando lanzó de nuevo a su guardia pretoriana a acciones armadas sangrientas contra objetivos civiles en el centro del país.
Ante los resultados desfavorables en las elecciones del año pasado, Dhklama, siempre con un discurso populista y errático, exigió primero la participación de sus hombres en un “gobierno de gestión”. Y frente al rechazo de esa exigencia por parte de Frelimo, que ha llevado las relaciones con la oposición con apertura al diálogo y enorme paciencia pero también con gran firmeza, el líder de Renamo prohibió que sus representantes electos en el parlamento nacional y en las asambleas provinciales asumieran funciones. En los últimos días, apostando al divisionismo, amenazó con crear y gobernar a la fuerza una “región autónoma”, en el centro y norte del país, donde alega haber ganado las elecciones.
El presidente Nyusi, Frelimo -dirigido por Armando Guebuza- y diplomáticos acreditados en Maputo siguen tratando de trabar las maniobras peligrosas de Dhlakama. Hay un equipo de mediadores nacionales, integrado por responsables religiosos, que ha mantenido vivo el diálogo. Y en Maputo hay negociaciones oficiales entre el gobierno y la Renamo, que lleva más de 90 sesiones pero sin grandes avances conocidos.
Todos los esfuerzos se dirigen, entonces, en el sentido de la preservación de la paz y de la consolidación de la unidad nacional, condiciones indispensables para continuar el desarrollo armonioso de Mozambique, de acuerdo con la voluntad y las aspiraciones de su pueblo trabajador.
Avante!
Traducción de David Moreno
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