Cherán K´eri cumple siete años de autonomía política
El pueblo purépecha que corrió a los partidos políticos y el crimen organizado
Mario Marlo
Cherán K’eri es una comunidad indígena purépecha de más de 19 mil habitantes que se ubica en el estado de Michoacán, México. En el año 2000, el crimen organizado comenzó a infiltrarse en la comunidad, principalmente en el negocio ilegal de la tala de bosques, asesinando y desapareciendo a todo aquel que intentara defenderlos.
Se estima que del año 2000 al 2011, más de 20 mil hectáreas de bosque fueron devastadas por los talamontes, afectando a la fauna y a la vida comunitaria de Cherán. Habitantes de la comunidad cuentan que la gente vivía aterrorizada, enclaustrada en sus casas, dejando a Cherán como un pueblo fantasma.
Hartos de que las autoridades municipales y estatales no actuaran ante la inseguridad, y que los partidos políticos “solo dividieran a la comunidad”, un grupo de mujeres decidió poner un alto.
El 15 de abril de 2011, cansadas de ver como los talamontes (protegidos por La Familia Michoacana) destruían sus bosques, iniciaron la lucha por defender su territorio.
“Cuando nosotras fuimos estaba todavía oscurita la mañana, eran como las 6:30 de la mañana. Estaban dando las campanadas porque iban a dar misa (…) Éramos cinco mujeres nomás de aquí de este barrio, puras señoras; habían unos cuantos señores pero en su mayoría pura mujer (…) Correteamos los carros a puras pedradas, una señora hasta se tropezó y se raspó toda la rodilla porque el carro le dio de reversa…”, cuenta una de las mujeres que participó en el levantamiento.
La iglesia del Calvario, en el tercer barrio de Cherán, fue el lugar donde las mujeres impidieron el paso a los camiones cargados con madera talada ilegalmente, incendiándolos y deteniendo a cinco de los taladores ilegales.
Desde esa noche, el pueblo instaló más de 190 fogatas y cuatro barricadas, colocadas en cada una de las entradas al pueblo, para controlar el ingreso a la comunidad.
“En cuanto tocaban las campanadas la gente tomaba sus machetes o palos, lo que pudieran, y salían corriendo a apoyar a las fogatas”, recuerda una de las mujeres que participó en el movimiento.
“Una de mis nueras un día me dice: ‘mira quédate tú, quédate con mis niños, porque si nos toca a nosotros tú los cuidas, nosotros no podemos echar un paso atrás, y si nos toca morir siquiera tú te vas a quedar con los niños’, y así ellos se salían a las fogatas y yo cuidaba a los niños”.
Las fogatas fueron clave en el movimiento de Cherán, fue el lugar donde la comunidad comenzó a organizarse y a tomar decisiones, que luego eran llevadas a la asamblea comunitaria, donde se discutía y se tomaban acuerdos comunitarios.
Fue en las fogatas donde surgió la ronda comunitaria integrada por pobladores, quienes tenían la responsabilidad de brindar seguridad al pueblo. También fue el lugar donde se decidiera su nueva forma de gobierno: el concejo mayor de gobierno de Cherán K’eri.
Tras casi un año de lucha social y política, Cherán logró que el 5 de febrero de 2012 el Congreso michoacano reconociera que la comunidad podía elegir a sus autoridades por usos y costumbres, logrando instalar su primer concejo mayor de gobierno.
Cherán K´eri, municipio con más de 19 mil habitantes, es una de las más grandes comunidades purépechas; este próximo 15 de abril de 2018 cumplirá siete años de autogobierno, con la claridad de saber que aún quedan muchos retos que vencer. Con orgullo festejan y se reconocen como un pueblo que corrió de su territorio al crimen organizado, a la policía estatal y a los partidos políticos.
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