La construcción de la paz, asunto de todos
Casi un año después del acto protocolario de firma de los acuerdos de paz, vemos con preocupación el lento desarrollo de la implementación de los acuerdos que logramos sacar avante con el Gobierno nacional
Mauricio Jaramillo
@MauricioFARC
La decisión de dejar las armas y así cerrar el ciclo de confrontación militar con el Estado colombiano fue tomada sin contemplar retrocesos. Convencidos de la necesidad de dar un salto cualitativo en la historia y así transitar por los senderos de la paz sin renunciar a las ideas, a la lucha por la justicia social y la construcción de alternativas para la clase trabajadora hoy, igual que hace 50 años, sometida al menoscabo de sus derechos.
Casi un año después del acto protocolario en el Teatro Colón y luego de que las FARC cumpliéramos con lo pactado, vemos con preocupación el lento desarrollo de la implementación de los acuerdos que tras un lustro de largas jornadas de diálogo, mesas de trabajo, y con la participación de comprometidos hombres y mujeres en Cuba, logramos sacar avante con el Gobierno nacional.
Muchos han sido los obstáculos que hemos venido superando o cuando menos identificando, comenzando por los mezquinos intereses de la extrema derecha que hizo del conflicto armado su más cómoda trinchera, donde acumularon riqueza y erigieron poderosas maquinarias políticas protagonistas de los más inverosímiles hechos de corrupción, flagelo que hoy se revela como principal causa de la crisis económica, ética y estructural de las instituciones estatales.
Como si fuera poco, ad portas de finalizar la vigencia del fast track, en el Congreso de la República se tramita con irresponsable lentitud el articulado de Reforma Política y Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), las cuales penden de un hilo al haber sido convertidas en mercancía por sectores parlamentarios que presionan al Gobierno en busca de dádivas burocráticas que fortalezcan sus campañas de cara a los comicios de marzo de 2018.
Tan evidente ha sido lo aquí señalado, que la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hizo un llamado público al Poder Legislativo donde pidió dar celeridad a la aprobación del proyecto de ley estatutaria de la JEP.
Al unísono, mientras más de mil de nuestros militantes aún están privados de la libertad en contravía de lo acordado, y al menos treinta han sido asesinados en un proceso sistemático contra la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común y destacados dirigentes de causas sociales, vemos con optimismo la decidida participación de cientos de organizaciones en todo el territorio nacional que se resisten a ver truncado el anhelo de paz y se movilizan exigiendo al Estado cumplir lo firmado en La Habana.
El llamado es a fortalecer la unidad del pueblo y posicionar las consignas en defensa de los acuerdos, ojalá rompiendo el cerco de las redes sociales y recuperando la iniciativa en las calles. Así mismo, elevar nuestra voz de protesta contra el sabotaje y los apetitos oportunistas de sectores políticos atravesados como vacas muertas en el camino de la paz.
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