Verdad, Justicia y no repetición
Declaración del Partido Comunista Colombiano
El Partido Comunista Colombiano saluda el Acuerdo alcanzado en La Habana entre el gobierno nacional y las FARC-EP. En una breve y sencilla ceremonia se ha protocolizado un avance decisivo hacia la solución política de la prolongada guerra contrainsurgente colombiana.
Este acuerdo señala un momento de trascendental importancia en el diálogo que ha marcado el camino hacia la paz. Es un reconocimiento de la rebelión como fenómeno político, histórico y ético frente a la injusticia, las desigualdades, la exclusión y la persecución contra opositores legítimos desde la lucha popular.
Es un reconocimiento asimismo de que la victimización en Colombia no es un fenómeno imputable sólo a la insurgencia, sino que implica a estructuras del Estado que han violentado los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y abusado del propio ordenamiento constitucional; a sectores empresariales, nacionales y transnacionales, traficantes de armas y narcoparamilitares; y a connotados representantes de los partidos que han monopolizado el gobierno en el último medio siglo. La creación de un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición sienta las bases de equidad y garantías cuyo cumplimiento puede hacer posible una paz justa.
También tienen una enorme responsabilidad en la degradación del conflicto los gobiernos de Estados Unidos que se dedicaron a estimular la guerra, impusieron planes guerreristas como el Plan LASO y el Plan Colombia, entre otros, que se convirtieron en obstáculos para los diálogos y la paz. El gobierno de Estados Unidos para demostrar su compromiso con la paz debe dejar en libertad a Simón Trinidad, prisionero de guerra, entregar a los delincuentes uribistas que han encontrado refugio en este país pese a estar condenados por la Justicia colombiana y suspender todo plan guerrerista, el apoyo económico y material para la guerra y diseñar compromisos en plano de igualdad de cooperación con el gobierno colombiano para ayudar a financiar el postacuerdo.
Este paso alimenta las esperanzas de cese bilateral y avances a un tratado de paz cierto. Muestra los efectos del cese unilateral, sostenido por las FARC-EP y en parte de las medidas de desescalamiento del Ejército. Pero también los progresos de las subcomisiones de desminado, de cese al fuego definitivo y de desmantelamiento del paramilitarismo. Sin embargo, el proceso no ha culminado y debe proseguir sobre las condiciones de este nuevo progreso hacia su culminación exitosa. Las fuerzas comprometidas con la paz, el Frente Amplio en primer lugar, deben mantener en alto su vigilancia y su esfuerzo de apoyo y veeduría.
El Acuerdo de Quito entre los presidentes Santos y Maduro ha creado una vía de diálogo para atender la relación fronteriza con Venezuela, para mejorarla, resolverla y consolidar el respaldo latinoamericano al proceso de paz.
Estos hechos positivos, que alegran y llenan de confianza al movimiento popular y a la opinión democrática, no ocultan las graves limitaciones a las libertades en medio de una campaña electoral donde la izquierda y la Unión Patriótica carecen de garantías y siguen sufriendo los efectos de la violencia dirigida a acallar sus voces. Preocupan la nueva expansión del paramilitarismo y la oleada de detenciones de opositores de izquierda. Para el bien de la paz esta situación no puede permanecer.
El Partido Comunista llama a persistir en la unidad para la movilización social, el respaldo político y popular al proceso de diálogo y en la exigencia de cese al fuego bilateral hacia el armisticio definitivo. Llama al pueblo a estar alerta y en disposición de realizar y hacer cumplir los acuerdos de paz.
Partido Comunista Colombiano
Comité Ejecutivo
Bogotá, septiembre 23 de 2015.
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