Elecciones haitianas bajo control de EEUU
Con Haití actualmente bajo la ocupación militar de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, es poco probable una elección plantee el tipo de desafío al imperialismo como sucedió en el voto a favor de Aristide en 1990.
Al presidente haitiano Michelle Martelly le gustaba dirigir el país sin un parlamento. Podía hacer lo que quisiera. Pero cuando su mandato se acercaba a su final, ya que constitucionalmente sólo tiene un periodo presidencial, tuvo que organizar las elecciones parlamentarias.
Maryse Narcisse, candidata del partido Fanmi Lavalas a la presidencia, en una entrada de Facebook calificó las elecciones del 9 de agosto como un «golpe electoral» y una «mascarada electoral». Fanmi Lavalas se formó originalmente para apoyar al ex presidente Jean-Bertrand Aristide, quien fue depuesto por un golpe de Estado en 2004 y forzado al exilio por los EEUU.
Junto con partidarios de otros partidos, Narcisse marchó en manifestaciones exigiendo la cancelación de las elecciones. Varios centros de votación fueron destrozados por hombres armados; bajo amenazas armadas, los funcionarios electorales tuvieron que ir a la clandestinidad o firmar los conteos totales de votos en la mañana (Haïti Liberté, 9 de septiembre).
Una serie de marchas bastante grandes en Puerto Príncipe han protestado contra las elecciones del 9 de agosto y en apoyo a los candidatos presidenciales como Narcisse.
Unos 1.621 candidatos se presentaron para 129 escaños en el Senado y la Asamblea Nacional. Aunque los totales oficiales de votos no habían sido anunciados el 9 de septiembre, el Consejo Electoral Provisional (CEP) ha anunciado a algunos ganadores y, en algunos distritos, a los dos candidatos que se enfrentarán entre sí en una segunda ronda.
Sin recuentos oficiales, es imposible contrastar resultados. La participación total en la votación del 9 de agosto fue del 18%, según el CEP, y sólo el 8% en el departamento del Oeste.
Unos 50 o más candidatos compiten por la presidencia. La primera vuelta de las elecciones presidenciales se llevará a cabo 25 de octubre, al tiempo con la segunda ronda de las elecciones parlamentarias. El CEP ha ido reduciendo el número de candidatos, declarando a uno como ciudadano canadiense y por lo tanto no elegible en virtud de la Constitución de Haití. Otro candidato, Jacky Lumarque, que plantea un fuerte desafío para el candidato de Martelly, fue eliminado por no presentar un formulario que no tenía derecho a recibir (Haïti Liberté, 29 de agosto).
Durante las reuniones que marcaron la salida de la embajadora estadounidense Pamela White, se supo que Estados Unidos había donado USD 30 millones para las elecciones haitianas con el fin de «garantizar que los resultados fueran predecibles». La embajadora White desestimó los problemas con las elecciones del 9 de agosto como problemas técnicos de menor importancia que no afectaron los resultados. También prometió cinco millones de dólares para la segunda ronda y la contienda presidencial.
El primer debate presidencial en las elecciones de Haití tuvo lugar en el campus de la Universidad George Washington en Washington, DC, el 15 de septiembre.
Con Haití actualmente bajo la ocupación militar de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, es poco probable una elección plantee el tipo de desafío al imperialismo como sucedió en el voto a favor de Aristide en 1990. Sin embargo, Washington quiere asegurarse de que las luchas políticas en torno a las elecciones actuales no vayan más lejos.
Workers World
Traducción de David Moreno
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