Luis Tejada: A los noventa años de su muerte
Leer a Luis Tejada Cano, hoy a 90 años de su muerte y por siempre, es disfrutar la hermosura y calidad de unas deleitantes Gotas de Tinta, sentados en la Mesa de Redacción, así como también recordar con profundo amor revolucionario los albores de nuestro querido Partido Comunista Colombiano.
Alberto Bermúdez
Luis Tejada Cano, 1898, Barbosa (Antioquia) 1924, Girardot (Cundinamarca), es conocido como cronista, suya es la famosa obra “Gotas de tinta”, una de sus dos columnas más recordadas, la otra “Mesa de redacción”, que son parte del conjunto poético de una selección de muchísimas crónicas.
Desde muy pequeño cultivó el hábito de la lectura y a muy temprana edad escribió en el periodiquillo estudiantil de Pereira El Glóbulo Rojo, posteriormente en las páginas del diario El Espectador. Fue una etapa casi ignorada, escribir en Colombia por ese época era escribirle a la naciente modernidad, y a partir de ese momento podríamos decir que la resolución del gran cronista comienza a fortalecerse, ya que supo pregonar las ideas en boga, como la revolución de octubre de 1917, o la invasión imperialista en torno a la explotación de la zona bananera y las petroleras del país.
Por alguna razón Tejada llega a Barranquilla, quizás a trabajar como empleado, y en 1919, con un amigo compran la imprenta del diario Rigoletto, del general Pertuz. Es justamente en ese año cuando empieza su interés por los temas políticos, tales como La Fiesta del Trabajo, El Problema, Obreros, La Política y la Juventud, Suárez el Sofista, este último por su animosidad por el recordado político además expresidente Marco Fidel Suárez.
Ya en Medellín, cuando a partir de los años 20 en Colombia iniciaban las disputas entre las nuevas clases sociales, así como un régimen vetusto aferrado en los esquemas culturales de la colonia española, este último amparado en la Iglesia católica, cuyos dominios trascendían los asuntos políticos y sociales del Estado, Tejada ya escribía esto:
“Los obreros y las mujeres constituyen las dos poderosas fuerzas sociales que se han definido hoy, con rasgos enérgicos. En su anhelo de reivindicación, en su ansia de libertad, después de una opresión milenaria, el hombre y la mujer de la azada, del martillo, o del escoplo, es duro, es cruel cuando llega por cualquier camino que sea al ejercicio del poder. Empieza por imponer sus condiciones al capitalismo y al gobernante y concluye, como en Rusia, por ahogar en sangre, con razón tal vez, los viejos aristócratas”.
Sus escasos 26 años fueron sabiamente aprovechados por el cronista, periodista y político, hombre de izquierda, que marcó con su pluma y sus acciones un nuevo estilo en la escritura, así como también la visión con inteligencia, los ritmos de la vida cotidiana. En compañía de su entrañable camarada y amigo Luis Vidales, Tejada se consolidó como uno de los precursores en la formación de los primeros grupos comunistas del país. Leer a Luis Tejada Cano, hoy a 90 años de su muerte y por siempre, es disfrutar la hermosura y calidad de unas deleitantes Gotas de Tinta, sentados en la Mesa de Redacción, así como también recordar con profundo amor revolucionario los albores de nuestro querido Partido Comunista Colombiano.
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