¡Nuestra lucha es contra el Estado español, no contra su gente!

Nos declaramos hermanas tanto de la jornalera andaluza como de la camarera castellana, con la misma firmeza que nos declaramos enemigas del burgués catalán

Estelada gigante en el Puente de Segovia de Madrid (Arran)

Arran

Esta mañana (jueves 31 de agosto) Arran nos hemos desplazado a la capital del Estado español para realizar una nueva acción de la campaña “La organización es la clave de la victoria”.

Hemos llevado a cabo esta acción simbólica para visualizar que el proyecto de la Izquierda Independentista de los Países Catalanes no pasa en ningún caso por la confrontación con la clase trabajadora del resto del Estado español, sino con la estructura del Estado, las oligarquías y los partidos del régimen.

En los últimos años hemos visto como desde los partidos del régimen, desde los medios de comunicación más reaccionarios, y desde los lobbys empresariales se ha lanzado un fuerte discurso en contra de la lucha del pueblo catalán, hasta el punto de llegar a absurdos como acusar de fascistas a aquellas que queremos ejercer nuestro derecho a la autodeterminación.

Entendemos que este discurso se ha construido persiguiendo tres objetivos: en primer lugar, como punto de fuga para no tener que hablar de otras cuestiones que preocupan a la clase trabajadora del estado (paro estructural, salarios bajos, desahucios, violencia machista…), problemas de los que son los responsables. En segundo lugar, para evitar cualquier muestra de solidaridad por parte de los diversos pueblos del estado con el pueblo catalán. Y, por último, para preparar una posible intervención estatal antidemocrática contra el pueblo o las instituciones catalanas.

Lamentamos que parte de la izquierda del Estado nos quiera negar nuestro derecho a la autodeterminación, tanto si lo hace haciendo seguidismo de la derecha con argumentos basados en la legalidad y no en la legitimidad (condenando así toda acción desobediente) como si lo hace a través de supuestos argumentos izquierdistas, acusando a las independentistas de poco solidarias o fraternales con el resto del estado, o asimilando el proceso a la derecha catalana, negando el evidente carácter masivo y popular de la voluntad de realizar el Referéndum, y cayendo así en el error ya señalado por V.I. Lenin cuando dijo que “el error de la izquierda centralista reside en el hecho de que, por temor a hacer el juego al nacionalismo burgués de las naciones oprimidas, han beneficiado no sólo al nacionalismo burgués, sino también al nacionalismo ultrarreaccionario de la nación opresora”.

Como marxistas entendemos que el derecho a la autodeterminación es inalienable en cualquier pueblo, y creemos que el fin de poder establecer relaciones solidarias y fraternales con el resto de pueblos del estado, los Países Catalanes deben tener el derecho a gobernarse y liberarse del Estado español, que entendemos como estructura de opresión nacional, de clase y género. Un Estado heredero del régimen fascista, afianzado con el régimen del 78, y que muestra de forma continuada su carácter antidemocrático y irreformable.

Vemos, al mismo tiempo, que el referéndum del 1 de octubre y la posibilidad de declarar la independencia en Cataluña no sólo beneficiará a la clase trabajadora catalana sino a la de todo el estado, ya que no sólo abre la puerta al inicio de otros procesos de liberación nacional, sino que además, actualmente, es el único elemento que puede suponer un golpe mortal para la estructura estatal y el régimen del 78, que debilite así la posición de la burguesía españolista y abra una ventana de oportunidad para la clase trabajadora.

En este sentido manifestamos que seguiremos siendo solidarias con las clases populares de todos los pueblos del Estado español y de todo el mundo, ya que nuestro proyecto pasa inseparablemente por el internacionalismo, y que nos tendrán al lado en todas sus luchas y demandas. Siguiendo la máxima “paz entre pueblos y guerra entre clases”, nos declaramos hermanas tanto de la jornalera andaluza como de la camarera castellana, con la misma firmeza que nos declaramos enemigas del burgués catalán.

Por último, queremos dar las gracias a todas las personas, asociaciones y organizaciones de los diversos rincones del Estado Español que están apoyando la lucha del pueblo catalán desde una posición muy complicada para ellas, ya que se enfrentan al discurso demagogo por parte de la derecha, soportado por los medios de comunicación reaccionarios, y una izquierda reformista que no está a la altura de las circunstancias. Especialmente hoy, que nos hemos desplazado hasta Madrid, queremos dar las gracias a las compañeras de Yesca, organización juvenil revolucionaria castellana, que no sólo es un ejemplo extraordinario de lucha internacionalista con su apoyo constante al pueblo catalán, sino que lucha de forma incansable para construir una Castilla libre y comunera.

¡Nuestra lucha es contra el Estado español, no contra su gente!

¡Por unos Países Catalanes libres, socialistas, feministas e internacionalistas!

La Haine