Comandante fariana: “Los acuerdos tienen impronta de mujer”
Una paz integral es aquella en la que las mujeres son protagonistas. Entrevista
Helena Penagos
Es una tarde soleada en algún lugar de los llanos del Yarí, y estoy allí solamente con la idea de encontrarme con la comandante Isabela San Roque y conversar de todos los temas posibles. ¿Por qué Isabela? Por su participación en las negociaciones de La Habana como parte de la delegación de paz de paz de esa guerrilla en la Subcomisión de Género. Quería saber la perspectiva de una persona que trabajó en suelo cubano y que hoy está en las selvas colombianas en las mismas tareas de paz. “Soy una guerrillera convencida, optimista con el proceso de paz para Colombia”. Así arrancó nuestra conversación.
–En Colombia las FARC han tenido varias negociaciones, ¿cuál es la diferencia entre las anteriores y las que se desarrollan hoy en La Habana?
–Bueno, un saludo para al periódico Voz. Hay que decir que nosotros en todos los procesos de negociación con el gobierno hemos tenido voluntad para que a este grave conflicto se le dé una salida política negociada, y sentarnos con el Estado para precisar algunos puntos de encuentro. En todos los intentos de negociación, esa ha sido la característica nuestra. Pero la historia ha demostrado que los diferentes gobiernos han tenido una postura de deslealtad para con su pueblo y por eso la respuesta ha sido la salida militar. En esta etapa las FARC-EP han logrado llegar al pueblo, persuadirlo de las verdaderas causas del conflicto, por eso la sociedad colombiana nos acompaña en la gran tarea de hacer la paz, y ese respaldo es el que hoy permite que se haya avanzado, por encima de unos pocos que se oponen.
–¿Los mismos de siempre?
–Sí, esos personajes agazapados que no se resignan a perder el negocio de la guerra y por ello es que se comportan como lo que son, guerreristas. El apoyo de distintos sectores de la sociedad, hace que estos personajes vayan perdiendo espacio político. Esa es otra diferencia con anteriores procesos de paz.
La subcomisión
–Cuando se iniciaron las conversaciones, no se tocó el tema de la perspectiva de género, ¿por qué decidieron ponerlo sobre la mesa?
–Nos enorgullecemos de haberlo hecho. Y aún más poder crear la subcomisión, pero además es la primera negociación de un conflicto, donde la palabra de las mujeres de todos los estratos, condiciones sociales y organizativas ha llegado a la subcomisión, pues los derechos de las mujeres en abstracto no existen, porque además la mujer influye en todos los temas de la Agenda: la exagerada desigualdad en la tenencia de la tierra, hay mujeres campesinas sin propiedad, a las mujeres se les limita la participación política, solamente tenemos la posibilidad de vernos representadas para cargos públicos en un 30%, no hay nada más odioso que esa cuota, también está la forma como se les utiliza en el fenómeno del narcotráfico, las víctimas del conflicto la mayoría son mujeres, niñas, pero también porque en nuestra organización hay muchas mujeres. Las mujeres somos más de la mitad de la población, somos la reserva democrática del país, garante para el éxito del fin de las conversaciones y la construcción de la paz.
–¿Cuáles son los puntos fuertes en esa subcomisión?
–Todos los de la Agenda. Cada uno tiene su particularidad. Mire por ejemplo: en el punto político del Desarrollo Agrario Integral se prioriza el papel de la mujer como víctima de desplazamiento junto con sus hijos e hijas, pero también se plantea la titularidad y devolución de las tierras que les arrebataron; frente al despojo se aplicaron los enfoques diferenciales, tanto culturales como sociales, -afrodescendientes, indígenas, mujeres viudas, desplazadas, madres cabeza de familia-. En el tema del narcotráfico, las mujeres son utilizadas como las mal llamadas “mulas”, este es el peor fenómeno de utilización del cuerpo de las mujeres y que en últimas no soluciona sus problemas, y por el contrario, van a parar a la cárcel mientras los narcotraficantes siguen libres. En los acuerdos se plantea con claridad cómo resolver estas realidades.
Mujeres en el centro
–¿Cuál es su opinión frente al tema de víctimas del conflicto respecto a las mujeres?
–Este punto es de trascendental importancia, ya que a través de la Comisión de la Verdad y la Justicia Restaurativa, se puede llegar a la conclusión que todas las mujeres son víctimas, pues este conflicto armado tiene profundas raíces patriarcales. Las víctimas más afectadas, a mi modo de ver, fueron las que vivieron el fenómeno del paramilitarismo y del Ejército quienes ejecutaron acciones irreparables en la vida de las mujeres, como los falsos positivos, violación a niñas en bases militares como la de Tolemaida por agentes norteamericanos y que está en la absoluta impunidad. A partir de la Justicia Especial de Paz, se tiene la posibilidad que haya una verdad frente a los hechos, y desde luego la reparación. Pero lo más importante es que eso nunca jamás se repita y que las mujeres dejen de ser silenciadas.
–La verdad es clave.
–Los hechos repugnantes contra las mujeres deben aclarase en la Comisión de la Verdad, y los verdaderos victimarios responder ante esta jurisdicción en donde se les apliquen las sanciones correspondientes.
–Algunas organizaciones de mujeres hablan de los delitos intrafilas, ¿qué opinión le merecen estos comentarios?
–Esto es parte del desprestigio de los medios de comunicación; lo refuerzan con telenovelas para hace aparecer a nuestras fuerzas revolucionarias, como elementos macabros. Construyen una matriz de opinión para desconocer parte de la lucha de las mujeres: decidir sobre su cuerpo, despenalización del aborto, una lucha que a propósito en estos días cumplen 10 años de la sentencia 355 de 2006.
Lenguaje incluyente
–¿Qué punto de los acuerdos fue novedoso para los y las guerrilleras?
–Indudablemente para la guerrillerada, fueron los temas que se trabajaron en la Subcomisión de Género, sobre todo, la utilización del lenguaje incluyente, como reconocimiento a la existencia explícita de las mujeres farianas y en los 5 puntos las mujeres de la delegación ponen su impronta como plenipotenciarias. El hecho que no estemos a toda hora en el micrófono, no significa que nosotras no demos la discusión sobre la perspectiva de género a la par con los camaradas, y una cosa a destacar es que la representante del gobierno estaba de acuerdo con nosotras, en que las mujeres sin distingo social hemos sido víctimas de la cultura machista, desde luego las mujeres farianas tenemos propuestas más avanzadas, pero hubo consenso en que la perspectiva de género no podía quedar por fuera de la agenda.
–Después de los acuerdos ¿cuáles son tus planes para el futuro?
–Como mujer fariana mi proyecto personal está en pro de alcanzar la paz con justicia social, poder llevar una vida digna junto a mi pueblo y mi familia, sobre todo al lado de mi madre, que es el ser que me ha enseñado a ser una verdadera luchadora.
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