Un nuevo día para la paz
Una historieta que dibuja las cotidianidades de los colombianos en la ciudad y el campo, explicando cómo y cuáles son las implicaciones reales de la paz en la vida diaria de los colombianos anónimos.
Simón Palacio
De acuerdo con las últimas mediciones de la firma Cifras y Conceptos, el 34% de los colombianos creen que se puede llegar a una derrota militar de las FARC-EP, contra un 33% que aspira a llegar a una solución del conflicto mediante el diálogo. En la misma medición hecha en los primeros cinco días de agosto, solo el 40% de los encuestados cree que se llegará a un final positivo mientras el 52% está convencido que no habrá acuerdo. Solo un 19% de los encuestados considera positivo el cese unilateral de fuego de la guerrilla y por el contrario un 78% no le cree.
Las cifras, como en toda encuesta, son cuestionables sobre todo por el rango de encuestados que, en este caso, se suscribe a Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín, no aplica en los territorios escenarios de violencia, por lo que se puede sustraer que esa opinión no puede tomarse como mayoritaria. Pero además, están ausentes preguntas elementales como: ¿Con cuál de los acuerdos firmados en La Habana, se identifica más? O ¿cuál de los acuerdos firmados en La Habana por las FARC y el gobierno nacional le parece más conveniente a la hora de pensar en un nuevo país? O ¿conoce los acuerdos de La Habana?
Por eso vale la pena preguntarse ¿Qué es pedagogía para la paz? En los mentideros políticos señalan que ese cuento es vacío, sin contenido y confuso. Para otros se suscribe a pagar un comité de aplausos del Presidente Santos de parte de quienes resuenan en los medios o generan opinión pública. Fundaciones que jamás se pronunciaron en contra de la guerra o la salida política al conflicto en plena seguridad democrática, hoy son beneficiarias de multimillonarios contratos para hablar de una paz, hacer congresos, marchas, publicaciones, foros que resultan tan vacíos como su propia pedagogía.
Pues bien, Un nuevo día para la paz, es un esfuerzo real de las organizaciones políticas Unión Patriótica, Partido Comunista Colombiano, Juventud Comunista Colombiana con el apoyo de la editorial Teoría y Praxis y la Fundación Semanario VOZ, por llevarle al pueblo colombiano los avances del proceso de paz y las reflexiones sobre el país después de una eventual firma de los acuerdos de La Habana.
Dibujada por el maestro Arlés Herrera, Calarcá, un equipo de trabajo y mucho esfuerzo creativo se empeñó en darle respuesta al cuestionamiento: Cómo hacer para que los ciudadanos entiendan el alcance del proceso de paz y lo que se desprende de allí. La cartilla es una historieta que dibuja las cotidianidades de los colombianos en la ciudad y el campo, explicando cómo y cuáles son las implicaciones reales de la paz en la vida diaria de los colombianos anónimos.
Resulta de vital importancia para las nuestras y las generaciones venideras entusiasmar a los colombianos sobre la paz y no permitir que el gobierno nacional cierre las puertas del proceso de paz. Un nuevo día para la paz de Colombia quiere superar ese reto. El desarrollo agrario integral, participación política y la solución al problema de drogas ilícitas son los ejes temáticos de la cartilla, traducidos en un lenguaje sencillo y relatado mediante una historia del común.
Ahora el turno es masificar Un nuevo día para la paz. Es una tarea para todo el movimiento social colombiano que se ha matriculado en la aspiración más importante del país, la solución política al conflicto y construir la paz con cambios. Multiplicarla, fotocopiarla, prestarla, reeditarla y democratizarla son los retos. Si todos los colombianos lograran acceder a una pedagogía como esta en cada uno de sus hogares la voluntad de paz de los colombianos sería imbatible en la realidad más allá de las encuestas. “Gracias a los que hicieron posible con sus aportes esta cartilla que bien vale la pena que el pueblo colombiano la tenga”, le dijo a VOZ uno de sus creadores.
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