Pueblos indígenas, unidos y articulados al movimiento popular
Declaración política de la II Asamblea Nacional de Delegados de la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas de Colombia (Conpi), diciembre de 2014
II Asamblea Nacional de Delegados de la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas de Colombia (Conpi)
Santander de Quilichao 11, 12 y 13 de diciembre del 2014
Declaración política
La Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas (Conpi), adscrita al movimiento social y político Marcha Patriótica, llevó a cabo con éxito su segunda asamblea nacional de delegados.
En esta importante asamblea participaron doce (13) pueblos originarios de las más diversas etnias y regiones de Colombia que hacen parte de 110 organizaciones, procedentes desde La Guajira hasta el Caquetá, de Arauca hasta el Cauca, del Chocó hasta la Amazonia.
Entre los cabildos, asociaciones, asentamientos, y líderes de los pueblos originarios que asistieron a este histórico encuentro están, los wayús (La Guajira), los arhuacos (Sierra Nevada de Santa Marta), los zenúes (Sucre), emberá katíos (Córdoba), los emberá chamíes (Valle), los waunanas (Chocó), los pastos (Nariño), los nasas (Cauca, Valle, Meta y Caquetá), los misak (Cauca), los pijaos (Tolima), jitnus (Arauca), wiwas (La Guajira).
En la asamblea se abordaron un amplio número de temas, que fueron discutidos en un ambiente de respeto, fraternidad y cordialidad durante los tres días en que estuvimos reunidos los distintos delegados nacionales, en una acogedora finca que adquirió recientemente tras sus luchas la Asociación Avelino Ul, del pueblo nasa, en Santander de Quilichao.
En el primer día de la agenda de trabajo se discutieron los recientes decretos del Gobierno Nacional (1953 del 2014 y 2333 del 2014) que establecen, el uno, un régimen especial con el fin de poner en funcionamiento los Territorios Indígenas respecto de la administración de los sistemas propios de los pueblos indígenas. Y el otro, los mecanismos para la protección y seguridad jurídica de las tierras y territorios ocupados o poseídos ancestral o tradicionalmente por los pueblos indígenas.
Para los delegados de los pueblos indígenas a la Asamblea, estos decretos contienen múltiples incongruencias que generan dudas a la hora de su aplicabilidad, al punto que se acordó rechazar dichos decretos a través de una denuncia pública por medio de un comunicado que manifieste la preocupación sobre la forma como se construyeron y reglamentan los decretos sobre autonomía, educación, territorios, cultura, salud, etc., proponiendo además nuevas formas de pensar la territorialidad indígena de acuerdo a los saberes y experiencias de los pueblos indígenas.
Así mismo, consideramos que el decreto 2333 no define conceptos como territorio, tierra, colono, república, ancestralidad, derecho propio, ley de origen, derecho de terceros, entre otros. Sólo se habla en él de seguridad jurídica y no involucra aspectos de productividad y soberanía alimentaria para la pervivencia y permanencia en el territorio y menos de autodeterminación de los pueblos. El decreto no fue consultado con las bases, resguardos, cabildos, comunidades, asentamientos ni organizaciones, asunto que es fundamental para nosotros. Además es ambiguo y contradictorio en relación con la ley de baldíos y su aplicación, entre otras críticas que le hacemos a este decreto.
Las preguntas que nos hacemos los asambleístas al respecto son: ¿Cuál va ser el papel concreto de las instituciones estatales (ministerios, Incoder, y demás) y su capacidad real para proteger los derechos a la territorialidad de los pueblos indígenas? ¿Qué va a pasar con los pueblos indígenas que no tienen tierras y de cara al nuevo plan de desarrollo 2015-2018? ¿Por qué el decreto no hace referencia a la adquisición de territorio?, entre otras preguntas.
En el segundo día de la agenda, discutimos el tema de los derechos humanos y la justicia propia, debate que hoy están dando los cabildos y resguardos indígenas en todo el país, a raíz de la tendencia de algunos cabildos, resguardos y autoridades a hacer justicia propia sosteniendo que se basan en los usos, cultura y costumbres de las comunidades a través de sus luchas, resistencia e historia, pero que en muchos casos han llegado a condenar injustamente indígenas, y en otros hay autoridades indígenas que bajo la pretendida neutralidad y autonomía terminan de aliados de los aparatos de seguridad del Estado.
Por eso hoy, en muchas comunidades y resguardos nos preguntamos hacia dónde van algunas autoridades indígenas en la aplicación de la jurisdicción y justicia propia, cuando están colaborando con la justicia ordinaria y estatal, cuando se entrega a miembros de comunidades indígenas que violan la normatividad ancestral a las autoridades de justicia de un Estado que históricamente nos ha sometido, expropiado y reprimido.
¿En dónde quedan la autonomía y neutralidad de las autoridades y guardias indígenas que aplican formas de justicia que envilecen y humillan a indígenas que son condenados a largas penas y humillantes castigos, en muchos casos por falsos señalamientos y acusaciones? ¿Cuál va ser la justicia propia y alternativa que va a regir los resguardos y cabildos para que no caiga en manos de quienes hoy han roto con la neutralidad, en un país y unos territorios en contexto de conflicto armado? Sobre la justicia propia sostenemos que estamos de acuerdo con la práctica tradicional que sea acorde con nuestras costumbres, recordemos que en la cosmovisión indígena no existe el encierro del cuerpo como forma de castigo.
En la tarde del viernes y la mañana del sábado, presentamos informes de lo que se ha hecho hasta ahora en la Conpi a nivel nacional, y posteriormente se escucharon informes regionales y departamentales. Luego se avanzó en la discusión sobre la plataforma, los principios, el carácter y la estructura que se dará la Conpi a nivel nacional y regional.
Finalmente, se trabajó en la proyección y plan de trabajo de la Conpi para el año 2015. Entre lo acordado para la proyección y la agenda se decidió: realizar el Congreso de la Conpi el 12 de octubre del 2015, en Natagaima (Tolima). Fortalecer y ampliar el equipo nacional de coordinadores de la Conpi, con los 12 delegados de los departamentos propuestos por los asistentes de la II Asamblea. Participar del paro nacional que acuerde la Cumbre Nacional Agraria, donde tiene participación la Conpi con un delegado. Ratificar los cinco voceros nacionales ante el Copan de Marcha Patriótica.
El espíritu de trabajo, discusión y decisión de los delegados a la exitosa asamblea de la Conpi estuvo siempre acompañado de alegría, respeto, sinceridad y el ineludible compromiso de fortalecernos, posicionarnos y proponer para Colombia una coordinación nacional indígena que realmente luche por los intereses y problemas de los pueblos indígenas desde las bases, pero eso sí, articulados al conjunto del movimiento popular, como lo viene haciendo la Marcha Patriótica en los distintos escenarios de unidad, lucha y resistencia.
Hubo también tiempo para expresar solidaridad con nuestros presos políticos y rechazo por la persecución y señalamiento sistemático contra Marcha Patriótica y el movimiento popular.
La segunda asamblea nacional de delegados de la Conpi estuvo clausurada por el compañero presidente de la organización Avelino Ul, quien invitó a continuar en el fortalecimiento de todas las organizaciones que hacen parte de la Conpi y además invitó a mantener viva la memoria de todos los dirigentes que han dado su vida por defender la causa indígena.
Cauca, diciembre del 2014.
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