Prophets of Rage: Trump, la fiesta acabó
Tom Morello dispara a la Rolling Stone: “somos una fuerza de tareas de músicos revolucionarios decididos a enfrentarse a esta montaña de las elecciones mierda, y la confrontamos con los Marshall en llamas”.
Salvador Soler
Fuego en la casa del Amo
EEUU atraviesa una situación de enormes contradicciones a causa de la crisis económica mundial abierta en 2008, siendo parte de una situación que recorre los países centrales como Francia, Gran Bretaña, España. Esta crisis que, aún no encuentra salida y da pie a que se abran crisis políticas y sociales en los países más importantes del sistema. Por ello, la crisis no es sólo de tal o cuál país, sino del sistema capitalista en su conjunto.
Particularmente en el país del Norte, desde el año pasado desarrollan las campañas hacia la presidencia con elecciones en los distintos estados. Una de las candidaturas es famosa por despertar análisis y controversias a nivel global. Se trata de Donald Trump, el republicano ultraconservador, xenófobo, racista, millonario y fiel representante de los capitales norteamericanos.
Existe un sector muy importante de la sociedad norteamericana, principalmente entre la juventud y los trabajadores, que ve en Trump una verdadera amenaza. Vienen demostrando su repudio de distintas maneras, entre ellas el apoyo electoral a Bernie Sanders, candidato demócrata y supuesto socialista, incluso en manifestaciones públicas o huelgas. Se le agregan las manifestaciones multitudinarias contra el racismo y la violencia policial.
Los poetas militantes
En la primera presentación de Prophets of Rage, el pasado 1 de junio en el teatro Whiskey, un porcentaje de la venta de entradas y de artículos promocionales fue para las organizaciones de personas sin hogar en Los Ángeles, dejando un mensaje a la sociedad en relación a la desigualdad económica.
El nombre de la banda proviene de una canción del disco “It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back” del grupo de rap Public Enemy. Integrada por Tom Morello, Brad Wilk, Tim Commerford (Rage Against the Machine), DJ Lord, Chuck D (Public Enemy) y B-Rea (Cypress Hill). Public Enemy nació en la década del 80 en EEUU, conocidos en un principio como “The Black Sex Pistols”. Fue una banda que supo combinar su arte de rimas combativas, su activismo social y con actitud revolucionaria convirtieron el hip hop en el vehículo perfecto para la concientización de la comunidad afroamericana en el país del Norte.
Chuck D, ex líder y vocalista de la banda, hoy integrante de Prophets of Rage, escribía cada canción como una proclama cada vez más sólida de crítica política a la sociedad conservadora norteamericana, racista y xenófoba. Convirtiendo a la banda en una fuerza social que los puso en el punto de mira de los sectores alineados a la derecha, siendo perseguidos por “enemigos públicos número 1” provocándoles mucho, “miedo a un planeta negro” apareciendo en un informe del FBI para el ridículo Congreso «Rap Music And Its Effects On National Security» (Música rap y sus efectos para la seguridad nacional).
A su vez, otro de los integrantes es B-Real de Cypress Hill, banda de rap fundada a fines de los 80, con líricas fundamentalmente inspiradas en su vapuleado entorno social, ligadas a la vida real de los suburbios de South Gate en Los Angeles, o Queens en Nueva York, donde sus experiencias de vida estuvieron relacionadas a lo más postergado de la sociedad norteamericana. En aquellos barrios es donde nacieron las bandas más importantes de hip hop. Donde latinos y negros gestaron su bronca contra la pobreza, la segregación del Estado yanqui y la represión policial en encuentros clandestinos entre los de la cultura hip hop. Además, los Cypress Hill fueron activos por la legalización de la marihuana desde sus comienzos, con evidentes influencias latinas en sus composiciones.
Rage Against The Machine, como ya comentamos, fue una banda dedicada a la combinación del arte y la política. Además del fuerte compromiso social que le agrega esa energía extra, apoyando luchas de trabajadores, de estudiantes, siendo parte activa de las luchas contra la discriminación racial, por los derechos civiles de los negros y por la libertad de prensa en EEUU, combinado con un sonido contundente el funk y el rap combativo.
Por otra parte, Cypress Hill y Public Enemy fueron influencias directas para Rage Against the Machine, desde sus ritmos caóticos hasta las temáticas de las letras.
El ex guitarrista de Rage Against The Machine, Tom Morello, dispara en relación al nuevo grupo, “somos una fuerza de tareas de músicos revolucionarios” a la prestigiosa revista Rolling Stone. Y continúa dejando claro cuáles son sus planes, estando “decididos a enfrentarse a esta montaña de las elecciones mierda, y la enfrentamos con los Marshall en llamas”.
“En estos tiempos de elecciones es imposible mantenerse al margen de la Historia. A tiempos peligrosos se requieren canciones peligrosas”.
Los Profetas de la Rabia
Se puede decir que Prophets of Rage es una formación musical que encierra un objetivo claramente político: enfrentar en forma independiente a la máquina. Tom Morello en una entrevista comenta cómo Donald Trump y Bernie Sanders, son expresiones de la polarización social en EEUU hacia derecha el primero y a izquierda el segundo, buscando enfrentar a “la máquina” con discursos que los diferencian de los candidatos tradicionales, y plantea que “Prophets of Rage viene a demostrar cómo se enfrenta realmente a la máquina”.
Ante la emergencia de Donald Trump, esa figura diabólica para los jóvenes, Morello muestra cómo “hoy los oídos de los jóvenes están más atentos a lo que tenemos para decir”. Mientras que las políticas de Morello están más cerca de los puntos de vista progresistas del candidato Sanders, dijo que “el intento de Sanders para convertir al Partido Demócrata en un partido del pueblo fracasó, porque el verdadero cambio no puede ocurrir desde arriba”.
En otra de sus declaraciones agrega, “algo que hemos visto en común tanto con la campaña de Trump, como elementos en la campaña de Sanders -del movimiento Black Live Matters o los Occupy Wall Street desde hace unos años- es que la gente cree que el sistema es corrupto, el sistema se ha roto de manera irrevocable». Morello continúa planteando que «el sistema no puede ser restaurado por el sistema. Una forma de luchar es a través de la cultura».
El mensaje detrás de Prophets of Rage y el lema Make America Rage Again (Hacer de Estados Unidos rabia otra vez) es que “no es suficiente con sólo echar sus boletas en las urnas cada cuatro años», dice Morello, añadiendo que “progresista, radical o incluso el cambio revolucionario» sólo puede ocurrir cuando la gente común lucha “antes, durante y después de las elecciones».
Tiene que empezar en alguna parte, tiene que empezar en algún momento.
La banda surge en este contexto de EEUU, donde la pelea vuelve a darse en las calles, donde la juventud trabajadora, los migrantes y afroamericanos están en el centro de las escena. Donde los millones de desempleados se vuelven a mostrar hambrientos, donde la juventud vuelve a mostrar sus condiciones laborales, rebelándose contra la brutalidad policial y el racismo más latentes que nunca con nuevos asesinatos.
Estas son las temáticas de las canciones de Prophets of Rage, que canalizan esa ira contra la máquina que oprime al pueblo pobre y la juventud trabajadora norteamericana.
Para esto Tom Morello da cuenta que la política de Trump «trata básicamente de llamar a la limpieza étnica, la propuesta de Trump es cerrar de golpe las puertas para prohibir la entrada de los musulmanes los EEUU y se le suma la propuesta de deportar a los inmigrantes indocumentados y construir un muro en la frontera EEUU con México”.
También, se le agregan los millones de jóvenes que están peleando en el mundo por reivindicaciones similares, en Francia contra la reforma laboral que quiere implementar Hollande, en Brasil contra la destitución de Dilma Rousseff, donde franjas de jóvenes se inclinan aún más hacia izquierda cuestionando a los políticos tradicionales, o en Chile los miles que se movilizan por la educación pública. La juventud puede pegar nuevos saltos, no sólo desde la cultura como dice Morello, sino desde la organización tomando los comandos de la sociedad en alianza con la clase trabajadora por un mundo distinto y liberador.
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