Ante la crisis del PDA y la unidad del movimiento político amplio
Mensaje del MCP a la Conferencia Ideológica Nacional del PDA
La izquierda colombiana debe apostar al protagonismo alcanzado en muchos países de América Latina y el Caribe, viéndose de cara a la tarea de promover, proyectar y dirigir los procesos de unidad popular y de izquierda para vigorizar la organización y la disputa de las masas a la oligarquía para escalar en la lucha política logrando gobiernos tácticos en los municipios, departamentos y lograr el del país, para sumar fuerzas anticapitalistas que le permitan conquistar el poder.
En Colombia, cada día más situaciones dejan en claro una enconada lucha de clases polarizando pueblo y beneficiarios de la “prosperidad democrática” de Juan Manuel Santos, empeñado en profundizar las líneas esenciales de su antecesor: “seguridad democrática”, confianza inversionista y la cohesión social.
Sin reducir la violencia contra el pueblo y sus organizaciones, como lo hace el notorio pisoteo de la soberanía de los pueblos indígenas del Cauca, hace gala de cambios –algunos audaces— en el manejo del gobierno y el Estado, con dosis de populismo y demagogia para aparentar un contenido diferente al de Uribe, en una Colombia que con referendos revocatorios, mítines, marchas y asonadas indica estar menos dispuesta a más de lo mismo. Es legítimo y necesario un movimiento de oposición.
Hoy es oportuno indicar que una franja de la derecha agrupada en el “Puro Centro Democrático” promueve una asamblea constituyente reaccionaria, antipopular, para seguir llenando de elementos autoritarios de cortes fascista a la actual Constitución, la cual rechazamos y por ello seguiremos impulsando una constituyente de carácter popular, que defina una nueva Constitución, que cambie el rumbo general de la vida del pueblo colombiano, de nuestro país y el régimen.
Luchar por la unidad popular, una convicción
El MCP a lo largo de su existencia, próxima a 11 años, ha trasegado por esfuerzos unitarios como el Frente Social y Político, que dio paso a Alternativa Democrática, agrupamiento que trabajó con el desaparecido PDI para fundar el PDA, hoy en crisis como proyecto de izquierda, aunque su pervivencia no está amenazada.
Participamos de espacios unitarios como la Gran Coalición Democrática que unió la oposición a Uribe, en la perspectiva de avanzar ininterrumpidamente hacia la más amplia unidad del movimiento democrático, progresista, de izquierda nutrida con aportes de diversas corrientes ideológicas y políticas, abrigando la idea de no ponerle tope a los necesarios desarrollos ideológicos y políticos, dispuestos a enfrentar cualquier espíritu grupista o sectario, rechazando toda postura excluyente o hegemonista, porque ellas terminan en la descalificación y la división.
Hemos persistido en los acuerdos de diverso alcance con otras fuerzas políticas para hacer que la unidad de acción depure la unidad conquistada; hemos contribuido y continuaremos aportando a desbrozar caminos con diferentes expresiones y momentos de acción conjunta.
No hemos dudado en hacer esfuerzos por ubicar los diferentes niveles de trabajo y formas de organización, entrelazándolos en la brega por romper esquemas en la aplicación de las formas de lucha obrera, campesina y de otros sectores populares.
Oligarcas tratando de dividirnos
Aunque es una vieja verdad, no sobra recordar el esfuerzo de la burguesía para presionar desde afuera y actuar dentro de los espacios unitarios con sus ideas y utilizando las diversas formas que asume el oportunismo político, especializado en calumniar, señalar, acusar y demás prácticas disolventes de la unidad.
Nuestro Movimiento por la Constituyente Popular (MCP) participó activamente en la lucha por sanear al PDA del efecto nocivo de discusiones y actuaciones del llamado “petrismo”, como anteriormente lo hizo contra las actuaciones del ex alcalde Lucho Garzón, ajenas al interés popular y, como era imperativo, debatió para indicar el erróneo concepto de gobierno del alcalde Samuel Moreno y el equipo del PDA que aportó a su diseño, contradicción clave para alejarnos del distractor de sólo hablar de corrupción, utilizado por Petro, Uribe, Santos y toda la oligarquía con interés calculado de golpear el proceso PDA y, entre otras maniobras, crear el Partido Verde para quitarle base electoral.
Las audacias de la oligarquía incluyen decirnos cómo debe ser la izquierda, cómo y cuándo debe luchar, así como contra qué aspectos de sus planes y medidas, sin ahorrarse en señalar los medios de lucha a utilizar.
En Colombia, los últimos gobiernos se han dado a la tarea de presentar sus esbozos teóricos y prácticos de cómo debe actuar la fuerza progresista, democrática y de izquierda, manteniendo el pretexto de asimilarnos a la guerrilla para justificar la falta de garantías políticas y sus arremetidas jurídicas, políticas y represivas.
Como Movimiento por la Constituyente Popular empeñamos nuestros mejores esfuerzos en la construcción de un movimiento político amplio. Estamos convencidos de la enseñanza histórica que despeja la importancia y urgencia de la unidad de la izquierda, como medio para jalonar las mayorías populares a lograr los cambios y alcanzar un gobierno de esencia popular, fruto de una gran coalición de fuerzas antiimperialistas y antioligárquicas, unificadas en torno a un programa definido en conjunto.
Los procesos unitarios, así como la crisis del PDA, están sirviendo para abrir debates mirando con más amplitud y calidad el desarrollo de la unidad, llenándonos de entusiasmo y confianza para hacer un llamado franco a todos los polistas a no permitir que el desenvolvimiento de la situación interna del PDA se convierta en factor determinante para definir la unidad de acción con fuerzas no polistas.
El Polo Democrático Alternativo, el Congreso de los Pueblos, la Coordinadora Nacional de Organizaciones Sociales y Políticas, la Marcha Patriótica, así como los colectivos unitarios, tienen diferentes objetivos y formas de organización y acción hacen trabajo en el movimiento político y de masas nacional, departamental, regional y local, deben jugar su papel –lleno de posibilidades- en el complejo momento al que asistimos. Se trata de tensionar el nervio popular para conquistar cambios demandados por los más amplios sectores populares. Son un manojo de tareas de urgencia táctica y significación estratégica entrecruzándose.
¿En qué radica la crisis del PDA?
El MCP considera esencial ubicar las causas de crisis del PDA como proyecto de izquierda, que al no identificarlas es imposible acometer un trabajo ordenado y contundente para derrotar su fuente
1. El PDA en diciembre de 2005. Hoy es difícil precisar el número de afiliados del Polo pero es una cifra muy distante de los 550 mil que acudimos al llamado de engrosar sus filas. Tampoco mantenemos la anchura del entorno electoral de los 2.7 millones de votos por Carlos Gaviria en las presidenciales de 2006.
2. En la lucha opositora contra el gobierno de Uribe el PDA ganó opinión popular y, al tiempo, fue víctima de múltiples presiones internas y externas promovidas por la oligarquía para frenar su desarrollo ideológico y político hacia la izquierda.
Entre otros efectos, esa lucha persistente del régimen contra toda la oposición produjo en el PDA la cancelación de su avance hacia la izquierda congelando los contenidos del Ideario de Unidad al no darle una aplicación y desarrollo para estimular y ligarse directamente con las luchas populares de masas en clara tendencia al ascenso.
En especial, el enemigo de clase sembró confusión y arrinconó a muchas vertientes políticas del PDA, especialmente al ala más derechista de la socialdemocracia, convocando amañadas discusiones y falsos señalamientos en temas como la definición de izquierda, combinación de las formas de lucha popular y lucha por la paz.
De esta manera, la oligarquía con el concurso del ala más derechista de la socialdemocracia y otras posturas oportunistas logra frenar el “proceso de convergencia y unidad de todos los sectores populares para construir una alternativa de poder”, consignada en el último párrafo del Ideario de Unidad.
3. Rápidamente, para demostrar a los críticos de las corrientes de derecha que el Polo sí es “izquierda democrática”, se pasa del válido y necesario aprovechamiento de la lucha parlamentaria al privilegio de esa forma de lucha sobre las demás, se abandona o nunca se aborda la atención esmerada y colectiva al impulso y coordinación de la participación polista en la acción directa de las masas y los movimientos sociales.
En los hechos se convirtió la bancada parlamentaria en instancia política decisoria nacional y en las regiones los congresistas, a menudo, tratan de coparlo todo y pasan por encima del resto de dirigentes políticos y de las estructuras de dirección definidas en los estatutos, generando desorden, desconfianza e inconformidad y provocando mal ambiente entre muchos militantes.
4. La dirigencia social y el movimiento social se han relegado con el predominio de las prácticas parlamentaristas y burocráticas contrariando el artículo 2 de los estatutos; allí se define al Polo como organización que “promueve la movilización política y social de los ciudadanos por el logro de la plena vigencia de los derechos humanos, las garantías políticas y civiles y la emancipación social y humana”.
5. Como otro efecto de las presiones oligárquicas sobre el PDA, se pretende hacer equivalentes el concepto de gobierno y el de administrar, cuando esta es una parte destacada pero no la quintaesencia de gobernar. Así, la burguesía tiene otra arma para amarrar a sus viejos planes de desarrollo y definiciones antidemocráticas a los gobiernos locales elegidos por el pueblo como propuesta alternativa. Se configuró una visión burocrática del ejercicio de los gobiernos locales y departamentales. De allí los diseños de gobierno centrados en atraer apoyos de los partidos tradicionales en concejos y asambleas en vez de apoyarse en las masas movilizadas para vencer las resistencias burguesas.
6. La dirección nacional del PDA, a lo largo de esta arremetida burguesa, es predominantemente defensiva y errática: trata de impedir la salida de los oportunistas de derecha como Petro y, por temor a las estigmatizaciones del régimen, se aleja de las posiciones de izquierda firmes en la lucha contra la oligarquía, el imperialismo y el fascismo. En vez de fortalecer la convergencia unitaria y la lucha de masas como lo señala la tesis 7 del Ideario de Unidad, se proclamó al Polo como “único partido de oposición”, mirando únicamente la acción parlamentaria, subvalorando la capacidad de movilización de masas de otras fuerzas sociales y políticas fuera del PDA.
Simultáneamente, se tratan de subsanar las debilidades en el movimiento social con gestiones parlamentarias que –por útiles e importantes que sean— no están por encima del movimiento real de oposición al régimen y al gobierno formado por la movilización obrera y popular de masas, como lo demostró el portentoso logro del movimiento estudiantil con su paro y movilización nacional masiva a finales del 2011.
Esta postura excluyente estimula el surgimiento de nuevos agrupamientos como la Coordinadora Nacional de Organizaciones Políticas y Sociales, el Congreso de los Pueblos, la Marcha Patriótica, y ahonda discrepancias con fuerzas políticas nacionales y regionales, parte de la izquierda, orgánicamente fuera del PDA.
Para concluir, desde la perspectiva del MCP, el PDA está en crisis como proyecto de izquierda por los factores antes enumerados, pero también porque en su aplicación el Ideario de Unidad y los estatutos se han rezagado ante el desarrollo de la lucha de clases, siendo necesario superar esas falencias políticas y conceptuales. Algunos compañeros polistas volvieron letra inmodificable las definiciones fundacionales del PDA, siendo que allí se consignó lo mínimo para concretar ese espacio unitario.
En el desarrollo de la Conferencia Nacional Ideológica y del III Congreso presentaremos y sustentaremos nuestras valoraciones y propuestas, valorando también los esfuerzos que conjuntamente con otras movimientos y tendencias al interior del PDA venimos trabajando en perspectiva de apostarle a cambios radicales en las definiciones políticas y posturas del PDA, que posibiliten los cambios estructurales que necesita la crisis profunda del país y los cambios también necesarios y urgentes en la lucha política y el actuar unitario, de cara al pueblo, de los partidos y movimientos que se reclaman de la izquierda.
¡Abajo el acuerdo nacional de Santos!
¡Atrás las bases militares yanquis!
Coordinador Nacional
Movimiento por la Constituyente Popular
MCP-Polo
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