Muere Luis Corvalán, dirigente histórico del Partido Comunista de Chile
Luis Corvalán Lepe, histórico dirigente del Partido Comunista de Chile y principal figura de esa fuerza política durante más de treinta años, murió hoy en su casa de Santiago a los 94 años de edad, informaron fuentes familiares y políticas. Corvalán murió a las 08:00 horas (12:00 GMT), a causa de una larga enfermedad, añadieron las fuentes, sin precisar la naturaleza de la dolencia.
Luis Alberto Corvalán Lepe nació en Puerto Montt el 14 de septiembre de 1916. Su familia se estableció en Tomé posteriormente y allí hizo sus primeras letras. Estudió en Liceo de Tomé y la Escuela Normal de Chillán, titulándose de profesor normalista en 1934. Ejerció brevemente el magisterio en Iquique y en Valdivia. Desde sus años juveniles le atrajo el periodismo de combate. Se inició en el diario Frente Popular y más tarde fue uno de los fundadores del Diario El Siglo, junto a un equipo del que formaban parte Volodia Teitelboim y el economista Aníbal Pinto. Alli se desempeñó como reportero sindical y político, llegando a ser su director. Ingresó al Partido Comunista de Chile (PCCh) en 1932 y en 1947, tras la proscripción del Partido Comunista, fue internado en los campos de concentración de Pitrufquén y de Pisagua.
En 1950 fue nombrado miembro del Comité Central y posteriormente secretario general (1958-90). Partidario de implantar el socialismo en Chile sin violencia, fue uno de los principales promotores de la Unidad Popular desde 1969.
Fue electo senador por la séptima agrupación provincial (provincias de Ñuble, Concepción y Arauco) para el período 1961-69 y por la tercera agrupación provincial (Aconcagua y Valparaíso) entre 1969 y 1977 (interrumpido por el golpe militar de 1973). Fue figura de primera importancia en el gobierno del presidente Salvador Allende G.
A consecuencia del violento golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende (11 de septiembre de 1973) fue detenido y deportado a la isla Dawsoncon algunos de los dirigentes más destacados de la Unidad Popular y posteriormente estuvo en campos de prisioneros en Ritoque y Tres Alamos, sin ser sometido a juicio. Durante su permanencia en prisión fue galardonado con el Premio Lenin de la Paz (1973-74).
En 1976 el régimen del general Augusto Pinochet, después de ser censurado entre otras instituciones por la Iglesia católica, ordenó la liberación de 200 presos políticos; tras una intensa campaña internacional, Chile y la URSS acordaron liberar a Corvalán y canjearlo por el disidente soviético Vladimir Bukovsky en Zurich (18 de diciembre de 1976). Corvalán recibió asilo en la URSS y regresó a Chile en 1988 para participar en el proceso democratizador.
Bajo la dictadura impulsó el Frente Antifascista y luego la Política de Rebelión Popular de Masas, que condujo a la creación del insurgente Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
Finalmente Corvalán Lepe fue desplazado de la dirección del PC al entrar en contradicción con la dirigencia encabezada por los también fallecidos Gladys Marín y Volodia Teitelboim.
Obras
* Ricardo Fonseca, combatiente ejemplar (1971)
* Nuestra vía revolucionaria
* Santiago-Moscú-Santiago
* Nuestro proyecto democrático
* El derrumbe del poder soviético
* De lo vivido y lo peleado. Memorias (1997)
* El gobierno de Salvador Allende (2003)
«La “perestroika”, por la forma en que se inició y llevó a cabo, estaba condenada al fracaso. Para triunfar tenía que haber sido concebida, discutida y asumida por todo el Partido, empezando por su Comité Central, y luego llevada al conocimiento, la consulta, la discusión, la ratificación de todo el pueblo, de los trabajadores en primer término. Así lo habría hecho Lenin y el Partido de los tiempos de Lenin o del Stalin de 1941, cuando ante la agresión fascista, ante un desafío de la historia que requería la movilización de todo el pueblo, el Partido y Stalin se dirigieron a él y supieron ponerlo de pie en la defensa de la Patria Socialista» Luis Corvalán
Descarga aquí un capítulo de «El derrumbe del poder soviético»
«Pensamos que parte importante de este esfuerzo es y debe ser la reconciliación de las Fuerzas Armadas con el pueblo de Chile…Nosotros les tendemos la mano» (Luis Corvalán, «Nuestro proyecto democrático», 1977. Citado por Tomás Moulián, «Chile Actual: anatomía de un mito», LOM, página 265).
Como decía Debord en 1979, «la cabra siempre tira al monte, y un estalinista se encontrará siempre en su elemento en donde sea que se respira un olor a crimen oculto de Estado».