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Documentos:
¿Qué es el Movimiento de Liberación Nacional Vasco?
Santi Brouard y Josu Muguruza
Txabi y Jose Antonio Etxebarrieta

Argala, Jose Miguel Beñaran Ordeñana
Pakito Arriaran, un vasco feliz en la guerrilla salvadoreña
Jarrai, 20 años en la línea del frente, por Pipe San Epifanio, preso político vasco
Homenaje a la juventud revolucionaria vasca, por Fernando Alonso Abad, preso político vasco
"¿Quiénes son los enemigos del pueblo en el PNV?" de EHK
El marxismo y la cuestión nacional vasca de EHK
Por el verdadero socialismo, por Jokin Elarre y Javier Ramos (EHK)
Tesis sobre fascismo, neofascismo y poder capitalista, por Iñaki Gil de San Vicente

Polémica político-musical, lucha de clases y confrontación en el movimiento skinhead en Euskal Herria, por Redskins Euskal Herria (07.08.2008)

Sasoia reitera ante la cárcel de Iruñea su oferta de canje por presos enfermos, por Iñaki Vigor (13.02.2009)



ETA insta a frenar en las urnas el «ataque antidemocrático»

ETA considera que la cita electoral del domingo, además de un prolegómeno «antidemocrático» para la constitución «del parlamento del fascismo», servirá para denunciar en las urnas la situación antidemocrática que, según considera, sufre Euskal Herria, así como para reivindicar la autodeterminación y denunciar «la apuesta por un nuevo estatuto» que defienden PNV y PSOE.

Diario Gara
27 de febrero de 2009

Euskadi Ta Askatasuna sostiene -en un comunicado remitido a Gara- que el parlamento resultante de «las elecciones autonómicas antidemocráticas» que se llevarán a cabo el domingo en Gipuzkoa, Araba y Bizkaia será «el parlamento del fascismo, constituido con la misma legitimidad democrática que los ayuntamientos franquistas, con bandera española incluida». Una cámara resultante de «un fraude político» diseñado, a su parecer, como «un nuevo paso» contra el independentismo y que servirá para que PNV y PSOE reediten un estatuto de autonomía que «está muerto» y «es un problema para llevar a este país a la independencia».

En el comunicado, dirigido a Euskal Herria en el marco de la contienda electoral, ETA alerta sobre la pretensión del PNV y PSOE de ofrecer al país «el mismo plato de hace 30 años» con una reformulación del estatuto que conllevaría «cerrar las oportunidades de libertad a este país».

Afirma también que el 1 de marzo, «en pro de la independencia, en pro de la soberanía, el único voto «nulo» será el otorgado al PNV», mientras que quienes «queremos un escenario democrático, los que creemos en una Euskal Herria libre, tenemos una cita en la lucha en defensa de nuestro pueblo».

La organización armada señala que «el PSOE muestra pocos complejos para superar al PP por la derecha en la lucha contra Euskal Herria» y que ahora «se empecina» en excluir al independentismo de todas las instituciones, después de que en 30 años no hayan podido «ahogarlo en el autonomismo y en la partición».


Oportunidad de cambio

«El apartheid político persigue que la oportunidad de cambio que vive nuestro país no se realice en la dirección de la independencia. La izquierda abertzale es quien puede abrir las puertas de ese cambio, y son esas puertas las que quieren cerrar para siempre arrinconando a la izquierda abertzale», afirma ETA, a la par que subraya que «es el PNV quien tiene el mayor interés en ilegalizar la izquierda abertzale».

Puntualiza que la exclusión de la izquierda independentista no interesa al PNV por hacerse con más escaños en Gasteiz, sino porque es «el único obstáculo real para la apuesta política y los oscuros intereses del PNV. Para el PNV, el independentismo es su enemigo». Así, ETA indica que ha sido la izquierda abertzale quien ha impedido que «este pueblo se derrita en el charco del autonomismo y el regionalismo».

Mientras, apunta ETA, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, «aparece de la mano del Estado ante la ofensiva del fascismo español, ante la ilegalización y ante la grave vulneración de los derechos civiles y políticos de los vascos».


«Pescar votos»

ETA hace hincapié en que «si no fuera por el colaboracionismo del PNV, al Estado se le haría imposible desarrollar su apuesta para diezmar a la izquierda abertzale». Por consiguiente, asegura que «el PSOE ha acordado con el PNV que la izquierda abertzale no esté en estas elecciones», ofreciendo, además, al servicio de la apuesta del Estado resortes como la Ertzaintza o «la censura y la marginación de EITB».

Ante la escalada represiva, la organización armada también critica la postura «vergonzosa, como abertzale» de EA, IU y Aralar, a quienes reprocha actuar con «zalamería» en su «débil denuncia de la situación antidemocrática», aprovechando la oportunidad de «hinchar» su opción electoral, «otorgando normalidad a la campaña». Censura, además, que procedan con intención de «pescar votos de la izquierda abertzale».

En su análisis político, ETA comenta que Euskal Herria lleva diez años situada en el fin del ciclo autonómico y que desde entonces el país se encuentra trabado ante dos posibilidades: o encaminarse en la senda de la autodeterminación o «volver a un nuevo ciclo de autonomismo español». Al respecto de las oportunidades y riesgos que ello conlleva, la organización armada entiende que «las posibilidades vendrán de la unión de las fuerzas que están a favor de la soberanía de Euskal Herria».


«Por la autodeterminación»

En cuanto a los riesgos, ETA los circunscribe al marco de la nueva apuesta para un nuevo ciclo autonómico que, a su juicio, pretenden desarrollar PNV y PSOE. Si bien cree que en este contexto existen oportunidades para dar pasos en la senda de la independencia, insiste en que el PNV pretende cerrar esa vía, como, a su juicio, viene haciéndolo históricamente desde Txiberta, Argel, Lizarra-Garazi o en el último proceso negociador.

No obstante, considera que «el PNV se encuentra en decadencia por el fracaso de la apuesta política realizada hace 30 años», aunque alerta de que ahora pretende reconstruir «una fuente autonómica» adecuada a sus propios intereses. «Introducir a este país de nuevo en el remolino de un nuevo estatuto sería una traición histórica y grave. Este pueblo no lo perdonaría y tampoco lo va a aceptar», afirma ETA, que cree que esa apuesta supondría dar un portazo a «las oportunidades de libertad del país».

La organización armada sostiene que la del domingo es una cita para «denunciar en las urnas esta situación antidemocrática y reivindicar la autodeterminación».



Elecciones del 1 de marzo

Un parlamento para el bloqueo político

Cuando llega el día en el que se puede leer en el periódico, como ocurrió ayer, que las fuerzas policiales «han incautado una mochila con votos» es que algo huele a podrido en el sistema político. Esa anécdota ilustra una situación que concluirá el próximo domingo con un recuento trucado de sufragios. Un recuento para constituir un parlamento que no representará la voluntad de los electores.

por Iñaki Altuna
Gara, 26 de febrero de 2009


Los candidatos que aseguran estar en contra de la ley de partidos dicen, como mucho, que el parlamento que se constituirá a partir del próximo domingo tendrá una carencia o anomalía democrática a consecuencia de la ilegalización de candidaturas. Resulta una lectura demasiado benévola de lo que supondrá realmente la aplicación del apartheid político respecto a la legitimidad democrática de esa cámara. Semejante candidez se debe a que, si calificaran en toda su intensidad lo que supone la conculcación de derechos civiles y políticos a decenas de miles de personas, no podrían salir airosos con declaraciones tan melifluas, y tendrían que adoptar otras posiciones más contundentes.

Lo cierto es que el parlamento de Gasteiz que se constituirá después de anular el voto de los independentistas de izquierdas no reflejará ni de lejos la voluntad popular y, por consiguiente, no podrá ser calificado de democrático. Así de simple. Además, desde la instauración de la reforma franquista, la imposición de la constitución española en tierra vasca y la promulgación, como heredero de la Carta Magna, del Estatuto bajo la premisa «o esto o nada», un amplio sector social ha cuestionado abiertamente la legitimidad del parlamento de Gasteiz, así como del parlamento navarro, por considerarlos como parte del entramado institucional que pretende poner coto a los derechos nacionales de Euskal Herria. En las circunstancias actuales, esos mismos sectores tendrán muchos más argumentos para poner en tela de juicio el marco jurídico-político vigente.

De la constitución abiertamente antidemocrática del parlamento de Gasteiz se derivan, además, consecuencias políticas para el futuro del país, puesto que el papel que pueda jugar esa institución viene determinado ahora, de forma muy negativa, también por su composición. Sin circunloquios, se puede asegurar que, por ejemplo, esa cámara queda absolutamente inhabilitada para crear en su seno foros para la solución del conflicto político, puesto que a sus marcadas limitaciones actuales, tanto competenciales como territoriales, se suma una configuración basada en la exclusión de una sensibilidad política y social determinante para abrir nuevos escenarios. Su composición es consecuencia directa de la estrategia represiva del Estado.

La izquierda abertzale nunca ha creído que el marco actual y, por lo tanto, el parlamento de Gasteiz, pudiera alumbrar un escenario plenamente democrático. Por eso, la intervención institucional que tuvo en los años 80 y principios de los 90 fue más que irregular, con el objetivo reconocido de, en primera instancia, impedir que ese marco autonómico se estabilizara y de, en segunda, desgastarlo para abrir el camino al cambio político.

Ahora bien, ya en tiempos de Lizarra-Garazi, a raíz del acuerdo de ETA con PNV y EA, el movimiento independentista habló de poner los instrumentos institucionales vigentes al servicio de la construcción nacional y del proceso soberanista en ciernes, como lo atestigua el acuerdo firmado por Euskal Herritarrok en sede parlamentaria en la primera legislatura de Ibarretxe como lehendakari, aunque, todo hay que decirlo, con una furibunda denuncia de la autonomía emanada de la constitución española.

En las conversaciones de Loiola, la izquierda abertzale asumió emprender el tránsito a un marco democrático «partiendo de la actual realidad jurídico-política plasmada en la existencia de dos ámbitos institucionales diferenciados (Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral Navarra)». Claro que ese compromiso que satisfacía al PSOE y al PNV tenía que traer consigo otro que abriese un nuevo tiempo: «El ordenamiento jurídico-político resultante para los territorios de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa reconocerá y regulará los mecanismos jurídicos y políticos que permitan a la ciudadanía de los cuatro territorios adoptar decisiones en torno a su futuro político e institucional». En esas circunstancias, el trabajo a realizar en las instituciones actuales, también el parlamento de Gasteiz, habría sido en estos momentos muy intenso. Por ello, entre algunos de los que protagonizaron los episodios negociadores entre 2005 y 2007 sobrevoló la idea de que, quizá, iba a ser necesario constituir sendos gobiernos en Gasteiz e Iruñea compuestos por los agentes políticos principales de la negociación (los tres de Loiola) para garantizar el cumplimiento de los acuerdos.

El parlamento que surgirá del recuento truncado del domingo nada tiene que ver con todo eso. Muy al contrario, será espejo de que no se avanzó lo suficiente en el proceso de negociación o, si se quiere, que alguien se negó a pasar el rubicón. Y, por eso, la cámara que se va a constituir ahora será, precisamente, la de la no solución y la del bloqueo político.

La apuesta del independentismo de llevar a las urnas la papeleta de Demokrazia Hiru Milioi (D3M) tiene mucho que ver con la situación descrita y con todo lo sucedido en los últimos años. En primer lugar, la izquierda abertzale parece querer decir que, cuanto más numerosa sea esa papeleta, más en evidencia quedará la distancia entre la voluntad popular y la composición de un parlamento construido sobre la conculcación de derechos. La puesta en evidencia de semejante quiebra democrática sería, de hecho, una forma contundente para reclamar su superación. En segundo lugar, la existencia de la papeleta de D3M resalta la necesidad de encarar un proceso democrático, frente a las ansias exterminadoras de la estrategia represiva. Y en tercer lugar, esas papeletas podrían ser el primer paso para una posterior acumulación de fuerzas abertzales y de izquierdas que sea determinante en el futuro para poder abrir y conducir dicho proceso.

 

Este paskin está publicado en electrones 100% reciclados

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Creado: Julio 11 de 1998
Actualizado: Febrero 27 de 2009