Zebda
Fiesta con consciencia |
Era allá por el ochenta y ocho cuando siete jóvenes unían sus destinos en el centro asociativo Tactikollectif para lanzarse a la aventura de la música. Magyd Serfi y los hermanos Mous y Hakim Amokrane se encargaron de las voces (¡tres cantantes!), Vincent Sauvage de la batería, Joel Saurin del bajo, Pascal Cabero de las guitarras y Remi Sánchez, que se incorporó tres años más tarde, de las teclas y programaciones. ¿Su estilo? Una mezcla de los orígenes argelinos de los cantantes más los gustos de todos, rap, reggae, salsa y rock. Ahora casi quince años después, con unos mil quinientos conciertos a sus espaldas y tres discos editados, Zebda es un punto de referencia inexcusable para numerosos nuevos grupos franceses. Y no sólo por la música. Toda la banda participó activamente en el colectivo de asociaciones, que, con el nombre de Motivé-e-s, se presentó a las elecciones municipales de su ciudad, alcanzando, sorprendentemente, el tercer puesto. Este pasado septiembre se pasaron por aquí para presentar su flamante cuarto disco y podemos afirmar que con él han conseguido reafirmar meritoriamente su estilo. Mous nos lo cuenta: Cuando Zebda nació no sabíamos qué queríamos hacer. Nadie tenía una idea clara de hacia dónde ir. Ha sido un trabajo que, año tras año, se ha ido desarrollando. Aún seguimos buscando y a cada álbum nos vamos acercando más a nuestro propio estilo. Lo que tenemos claro es que es un camino trazado por las siete personas del grupo y que detrás existe un discurso y una historia con gran fondo. Pero esa
historia tiene un punto de inflexión importante llamado Tomber
la Chemise. En su origen una sencilla canción de su tercer
disco, Essence Ordinaire, pero que produjo un cataclismo en
el país vecino y abrió su Esa canción, estéticamente, es una anécdota en nuestra carrera, pero profesionalmente ha sido enormemente importante. En Francia se convirtió en un hit monstruoso. Es una canción muy ligera y festiva, y aunque no lo pueda parecer fue muy difícil para nosotros conseguir esa precisión, ese ajuste. Por un lado queremos que haya fiesta en el escenario y queremos que la gente baile, pero eso está en un punto de equilibrio muy peligroso, porque es muy fácil caer en el ridículo y, además, tenemos una obsesión: nuestra dignidad. Nosotros representamos nuestra propia historia, la de nuestros padres, la de nuestra ciudad, de nuestro barrio, de nuestros amigos. La idea principal al hacer este disco ha sido acercarlo lo más posible a nuestros pensamientos. Queríamos intentar hacer algo sin máscaras, con las palabras precisas y claras y con más arreglos en las músicas. Ya empezamos a trabajar con este sonido en algunas canciones anteriores como en Je Crois Que Ça Va..., en Petit Robert o en Tombes Des Nues. Es otra forma de utilizar la fuerza, porque también hay energía en las canciones dramáticas. Nuestra idea es crear con cada canción una imagen cinematográfica y así, aunque las canciones sean en francés, se puedan entender en otros países. La música es una señal para la imaginación y ese ha sido nuestro objetivo. Este disco marca una nueva etapa para nosotros. Sin duda una nueva etapa que viene cargada de actividades para la banda, ya que, además de defender su nuevo disco, varios de ellos han grabado un par de discos con algunos amigos bajo el nombre de 100% Collègues y el grupo en pleno sigue inmerso en el colectivo Motivé-e-s. Actualmente
tenemos una representación de cuatro personas en el ayuntamiento.
Con Motivé-e-s quisimos hacer un experimento político, pero
a nivel local, sólo en Toulouse. Cuando llegan las elecciones llegan
las campañas electorales y ese momento debería ser ideal
para que se produjeran verdaderos debates de opinión, pero no los
hay porque sólo se trata de algo comercial. Con nuestra propuesta
aprendimos mucho y a pesar de que lo pasamos bien es algo muy difícil
de tirar para delante. La idea no es formar un partido sino algo nuevo
que sea progresista, con mucha energía y con gran representación
de los jóvenes. Cuando hacemos reuniones en Toulouse nos juntamos
¡seiscientas personas¡, todas con una noción abierta
de democracia directa. Hay anarquistas, izquierdistas, hay gente que nunca
ha participado en nada político, y es muy trabajoso conseguir acuerdos,
pero hasta ahora ha sido una experiencia muy positiva. |