La Revolución
de Octubre de 1917
Parte 4: El nuevo amanecer
Cómo conquistaron
el poder los bolcheviques
La
llegada de Lenin a Smolny a medianoche galvanizó la insurrección.
La ofensiva se inició de lleno. La toma de puntos vitales de
Petrogrado continuó rápida y metódicamente. A la
1:25 a.m., la Oficina General de Correos cayó ante una unidad
de la Guardia Roja de Vyborg y de los astilleros del Báltico,
soldados revolucionarios del regimiento de Kexholm y un destacamento
de marineros revolucionarios.
A las 2:00
a.m., dos fuertes unidades compuestas por miembros de la Guardia Roja
y soldados revolucionarios capturaron las estaciones de tren Nikolayevsky
y Báltico. Este fue un paso crucial para bloquear la llegada
de refuerzos del gobierno. Cuando los telegrafistas de la estación
Nikolayevsky opusieron resistencia, los Guardias Rojos ferrocarrileros
se unieron al destacamento, sacaron de la oficina a todos los contrarrevolucionarios
y detuvieron a los cabecillas. También se tomaron la estación
de tren y los talleres cerca del puente Americano. Mientras tanto, otras
unidades revolucionarias capturaron la planta eléctrica de la
ciudad.
Alrededor
de las 3:00 a.m., soldados revolucionarios del regimiento Pavlovsky
cerraron las calles clave alrededor del Palacio de Invierno y pararon
un carro lleno de cadetes que salían del Palacio en busca de
refuerzos. A las 3:30 a.m., después de agudas luchas a bordo,
la tripulación del Aurora echó anclas frente
al puente Nikolayevsky, lo ocupó, lo abrió al tráfico
y dispersó a los cadetes que lo vigilaban.
A las 6:00
a.m., un destacamento de 40 hombres de la Guardia Marina, junto con
miembros del regimiento de Kexholm, penetraron (nuevamente) en el Banco
Estatal a través del cuarto de guardia y lo ocuparon. Durante
las primeras horas de la mañana el Comité Militar Revolucionario
(CMR)* envió fuerzas a cada centro vital y punto táctico
clave. Con tantos ataques por todas partes, el gobierno inicialmente
no supo cómo defenderse. El pueblo mantuvo la iniciativa impidiendo
la comunicación del enemigo y el paso de sus tropas y abastecimientos.
La iniciativa
en la guerra es cosa de vida o muerte. Mao escribió que "la iniciativa
significa la libertad de acción para un ejército. Todo
ejército que, perdida su iniciativa, se ve forzado a la pasividad,
dejará de ser libre y corre el peligro de ser derrotado o exterminado".
Si tiene
la iniciativa, una fuerza inferior en armamento puede poner a su enemigo
en una posición pasiva. Una importante forma de ganar la iniciativa
es mediante la sorpresa. A pesar de los choques del 24 de octubre, las
fuerzas del gobierno evidentemente no estaban preparadas cuando los
bolcheviques tomaron la ofensiva y lanzaron numerosos ataques contundentes
contra sus posiciones vitales.
Los proletarios
insurgentes tomaron la iniciativa mediante intrépidos y sorpresivos
ataques. Así impidieron que el enemigo aplastara la insurrección
e hicieron que muchos más sectores del pueblo pudieran lanzarse
a la acción, a ser parte del "pueblo armado".
A media
mañana, las fuerzas del gobierno estaban atrincheradas en las
fortalezas del Palacio de Invierno y en el Cuartel General de la Zona
Militar de Petrogrado. Kerensky, protegido por fuerzas estadounidenses
y británicas, huyó de la ciudad para reorganizar las tropas
leales. A las 10:00 a.m., el CMR emitió el siguiente manifiesto
a los ciudadanos de Rusia:
"El Gobierno
Provisional ha sido depuesto. El poder del Estado ha pasado a manos
del órgano del Soviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado,
el Comité Militar Revolucionario, que encabeza al proletariado
y a la guarnición de Petrogrado.
"La causa
por la cual luchó el pueblo: el ofrecimiento inmediato de una
paz democrática, la abolición de la propiedad terrateniente
sobre la tierra, el control obrero sobre la producción y la creación
de un gobierno soviético, esa causa está asegurada.
"ˇViva
la revolución de los obreros, soldados y campesinos!"
Dicho manifiesto,
firmado por Lenin, se telegrafió a todos los centros industriales,
donde desató nuevos levantamientos. Ahora Lenin hizo fuerza para
que se tomara el Palacio de Invierno y se apresara al Gobierno Provisional.
Ataque
al Palacio de Invierno
La Guardia
Roja, junto con soldados y marineros revolucionarios, se encaminó
al Palacio de Invierno. Adentro, los defensores del gobierno lanzaron
varios ataques contra los insurgentes, con la esperanza de romper el
cerco, pero en poco tiempo se vieron obligados a retroceder. Luego se
pusieron a la defensiva, esperando la llegada de tropas desde el frente.
La "gran
superioridad de fuerzas" que esperaba Lenin se materializó: las
masas se dirigieron en tropel hacia el Palacio. Al anochecer, las unidades
de la Guardia Roja comenzaron ataques ofensivos contra el Palacio. En
los primeros intentos fueron capturadas por el enemigo y desarmadas.
A las 5:00 p.m., los defensores del gobierno rechazaron el primero de
una serie de ultimátums del CMR. A las 6:30 p.m., cayó
el Cuartel General de la Zona Militar de Petrogrado y el Palacio quedó
aislado. Las calles de la ciudad estaban ahora en manos de la revolución.
John Reed** vio que camino al Palacio de Invierno patrullas en las esquinas
"paraban a todo transeúnte y la composición de estas patrullas
era interesante, pues al mando de las tropas regulares había
invariablemente un Guardia Rojo".
Todavía
seguían llegando al Palacio guardias rojos y obreros armados.
Ocurrían escaramuzas con creciente frecuencia, pero en la plaza
abierta en frente del Palacio los combatientes revolucionarios eran
vulnerables a las ráfagas del enemigo. Sólo un gran ataque
concentrado de todos los revolucionarios podría tomar el Palacio.
A las 11:00
p.m., el buque Aurora y la fortaleza de Pedro y Pablo (ahora
en manos revolucionarias) dispararon salvas de artillería contra
el Palacio. Los insurgentes intensificaron sus ataques hasta ganar terreno
poco a poco en un intenso intercambio de fuego. Finalmente unos lograron
penetrar en el Palacio sin ser capturados. Por último, poco después
de la 1 de la madrugada, se dio la señal para el ataque masivo
y necesario: un torrente humano irrumpió por los portones del
Palacio y entró al edificio. El proletariado aplicó su
"gran superioridad de fuerzas". Y cuando eso se dio, en vez de caer
en la tentación de "esperar los resultados" (a distancia segura),
los insurgentes trabaron una batalla de rápido resultado. A las
2:00 a.m., el Palacio había caído. El enemigo estaba vencido.
Reed anotó:
"Gracias a la luz que brotaba de las ventanas del Palacio de Invierno,
yo había logrado distinguir que los 200 ó 300 primeros
eran guardias rojos, entre los cuales se hallaban mezclados solamente
unos pocos soldados". Reed también observó que los comisarios
del partido, quienes habían corrido todo el día a preparar
la ofensiva y organizar las fuerzas revolucionarias, ahora se ocupaban
de mantener la disciplina en el Palacio de Invierno, evitando saqueos
y actos de venganza indiscriminados. Un escritor militar burgués
comentó una vez que todo ejército contiene una turba que
en cualquier momento puede estallar, o sea, que no importa lo bien entrenado
que sea un ejército, siempre existe la amenaza de que se desintegre
caóticamente bajo fuego. En este caso, los comisarios bolcheviques
habían convertido una "turba" en un ejército valiente
y disciplinado: un ejército que había tomado la ofensiva
y derrotado a las tropas entrenadas de un ejército establecido
en una insurrección de dos días.
Consolidar
el Poder
Con la
caída del Palacio de Invierno a las 2:00 a.m., el Congreso de
Soviets que se acababa de reunir adoptó la histórica proclama
"ˇA los obreros, a los soldados y a los campesinos!" ˇEl nuevo poder
comenzaba a existir!
El manifiesto
proclamaba: "Respaldado por la voluntad de la inmensa mayoría
de los obreros, los soldados y los campesinos, respaldado por la insurrección
victoriosa de los obreros y de la guarnición de Petrogrado, el
Congreso toma en sus manos el poder". A continuación, el manifiesto
estipulaba la posición del nuevo poder en cuanto a los asuntos
que requerían atención inmediata: la guerra, el hambre
y la tierra.
El nuevo
gobierno elaboró su programa al día siguiente. Ese fue
un paso crucial para consolidar lo ya ganado y para preparar el avance
y la expansión del nuevo poder. Anunció al mundo las metas
del nuevo gobierno revolucionario y sus tareas inmediatas. El Congreso
le dio todo el poder a los soviets, eliminó la pena capital en
el frente, ordenó la libertad de todos los revolucionarios y
miembros de los comités rurales de tierra presos***, y ordenó
el arresto de Kerensky.
Con respecto
a la paz, el nuevo gobierno soviético llamó a iniciar
negociaciones inmediatas para "una paz inmediata, sin anexiones (es
decir, sin conquistas de territorios ajenos, sin incorporación
violenta de naciones extranjeras) y sin indemnizaciones". Ofreció
negociar sin condiciones, declaró que se suspenderían
las negociaciones diplomáticas secretas y prometió publicar
los tratados secretos entre las potencias imperialistas. Terminó
pidiendo un armisticio inmediato de tres meses de duración.
A continuación
Lenin presentó el decreto sobre la tierra. El derecho de propiedad
de los terratenientes se abolió sin compensación; sus
tierras, así como las de la iglesia, se pusieron a la disposición
de los comités de tierra (compuestos de campesinos) en el campo.
Estos dos
decretos en particular -sobre la tierra y sobre la paz- sentaron la
base para que el enorme campesinado de Rusia se hiciera aliado del proletariado
urbano. De un solo golpe el poder proletario resolvió los dos
problemas que más agonía causaban al pueblo. Pero el Congreso
también adoptó otras medidas importantes: la democratización
del ejército, la institución del control obrero de las
fábricas y el reconocimiento del derecho de las naciones oprimidas
del imperio ruso (cerca de un 50% de la población) a la independencia
y la autodeterminación. Para finalizar, el Congreso definió
cómo sería el gobierno soviético: un gobierno de
obreros y campesinos que se conocería como el Consejo de Comisarios
del Pueblo. Se eligió un Comité Central de 101 miembros,
bolcheviques en su mayoría. Todo esto se cumplió a las
5:15 de la mañana del 27 de octubre.
Al día
siguiente comenzaron los preparativos de la contrarrevolución,
que organizó un Comité de Salvación. Al mismo tiempo,
la Guardia Roja se reorganizó para enfrentarse a 1000 soldados
con experiencia de batalla que iban a invadir a Petrogrado y los venció
en la sangrienta batalla de las alturas de Pulkhovo. Esa batalla "selló"
la victoria de la insurrección y tuvo suma importancia: por primera
vez los proletarios habían organizado un ejército que
marchó a la ofensiva fuera de la ciudad. Mientras tanto, por
todo el país, continuaban o estallaban insurrecciones en otras
ciudades clave.
Esa noche,
en el Congreso, todos los representantes de los partidos reformistas
de izquierda expresaron una fuerte oposición al nuevo régimen.
Lanzaron terribles amenazas y patéticas profecías, todo
en vano.
Reed describe
la escena:
"Finalmente
Lenin se puso en pie. Manteniéndose en el borde de la tribuna,
paseó sobre los asistentes sus ojillos semicerrados, aparentemente
insensible a la inmensa ovación, que se prolongó durante
varios minutos. Cuando esta hubo terminado, dijo simplemente: 'ˇAhora
procederemos a la edificación del orden socialista!'. Nuevamente
se produjo en la sala un fuerte rugido humano".
A partir
de entonces comenzaría la guerra civil de tres años y
medio para coronar la victoria de la revolución: una guerra civil
contra los reaccionarios del país y contra los ejércitos
de 14 potencias imperialistas (entre ellas Estados Unidos). El mundo
nunca sería igual, nunca será igual.
* El Comité
Militar Revolucionario, o CMR, fue creado por el soviet de Petrogrado
para coordinar a las fuerzas proletarias de combate y las tropas que
apoyaban la revolución. (Véase la parte
2 de esta serie.)
** John
Reed, un reportero revolucionario estadounidense que fue testigo de
estos tiempos, es el autor del clásico libro sobre la revolución
Diez días que conmovieron al mundo. Inspirado por sus
experiencias, Reed se hizo comunista y luchó por formar el primer
partido comunista en Estados Unidos. Murió en 1920 a la edad
de 33 años.
*** A finales
de la primavera, los campesinos se organizaron en comités rurales
y comenzaron a expropiar las tierras de los señores feudales.
En represalia, el gobierno de Kerensky encarceló a muchos de
sus miembros.
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