La Guerra Nacional Revolucionaria en España, parte 7

Pero a pesar de todo, a pesar de que la política del Partido fue justa y de que éste supo y tuvo el coraje de situarse en la primera línea de fuego para aplicarla, la clase obrera y los pueblos de España sufrieron una derrota. ¿Se puede atribuir al Partido la responsabilidad de aquella derrota?

Nosotros, a la luz del análisis marxista-leninista, consideramos que si en la guerra los pueblos de España sufrieron una derrota fue por causas ajenas al factor subjetivo; la línea política del Partido fue justa y no le faltó en ningún momento una férrea voluntad para aplicarla. Las condiciones históricas y la gran precipitación con que se sucedieron los acontecimientos no fueron favorables para alcanzar la victoría en aquel momento. Como acertadamente ha escrito Mao Tse-Tung, "en la lucha social, las fuerzas que representan a la clase avanzada a veces sufren reveses, no porque sus ideas sean incorrectas sino porque en la correlación de las fuerzas en lucha, no son por el momento tan poderosas como las fuerzas reaccionarias; en consecuencia fracasan temporalmente, pero han de triunfar tarde o temprano"(1). Así pues, nosotros no atribuimos, en modo alguno, la derrota que sufrieron las fuerzas populares en la guerra a la dirección del Partido, ni interpretamos la desproporción de fuerzas entre el pueblo y sus enemigos como una fatalidad que siempre ha de llevar a la derrota de la revolución. Ante todo tenemos en cuenta las condiciones ya descritas, tanto internas como externas, y la gran aceleración de todos los acontecimientos como la verdadera causa de la derrota. Es a partir de ahí donde se debe tener en cuenta los errores que cometió el Partido, errores que determinaron un final catastrófico de la guerra, pues ésta podía haber continuado y con toda seguridad, las masas populares habrían conseguido una gran victoria sobre el fascismo.

A este respecto conviene senalar lo que ya apuntó José Diaz en el documento que venimos citando: "el error principal de nuestro Partido fue que frente a la amenaza de rebelión contrarrevolucionaria en Madrid (5-6 de marzo de 1936) no la dio a conocer a las masas y no actuó enérgica y resueltamente cuando la rebelión estaba en marcha".

Este gravísimo error precipitó además las cosas e impidió al Partido organizar la resistencia para llevar a cabo una guerra prolongada. En el fondo, este error fue el resultado de un debilitamiento de la lucha ideológica y de la vigilancia revolucionaría dentro del Frente Popular. "En sus esfuerzos para mantener el Frente Popular (el Partido) no previno a tiempo que los representantes de otros partidos y organizaciones estaban usando el Frente Popular como careta para sus traidoras actividades"(2).

Notas

(1) Mao Tse-Tung: "¿De dónde provienen las ideas correctas?".

(2) José Diaz: "Las lecciones de la guerra del pueblo español".