
Ocean
Press publica el libro"Apuntes Críticos a la Economía Política"
de Ernesto Che Guevara
Las reflexiones del Che sobre el socialismo
por
Jesús Arboleya Cervera
Rebelión
24 de febrero de 2006
Mediante
un esfuerzo conjunto del Centro de Estudios Che Guevara y la editorial
australiana Ocean Press acaba de ser publicado el libro largamente esperado
Apuntes Críticos a la Economía Política de Ernesto Che Guevara.
Esta obra recoge reflexiones inéditas del Che respecto a la economía
socialista, así como sus valoraciones del vínculo de esta economía con
los aspectos subjetivos que exige la construcción de una nueva sociedad.
Se trata solo de eso, “reflexiones”, en su mayoría escritas entre 1965
y 1966, cuando aprovechó un breve período de obligado reposo, entre
el fin de la campaña en el Congo y la preparación de la lucha guerrillera
en Bolivia. No obstante, la rigurosidad del método y su brillante exposición,
editados con cuidadosa coherencia, permiten distinguir con claridad
sus criterios sobre problemas centrales en la construcción del socialismo,
sus estudios al respecto, y resumir buena parte de las conclusiones
a las que arribó en el debate que, alentado por él, tuvo lugar en Cuba
–con ramificaciones internacionales– durante el período previo, en que
fungió como ministro de Industrias.
En ese debate, el Che defendió la implantación del Sistema de Financiamiento
Presupuestario (planificación y dirección centralizada de la economía),
frente a los que abogaban por el Sistema de Cálculo Económico (autogestión
empresarial) establecido en la URSS y el resto del campo socialista
europeo. Publicados en Cuba en 1963 y 1964, los principales trabajos
referidos a este debate están recopilados en otro libro, El gran
debate sobre la economía en Cuba, también publicado por Ocean Press
en el 2003, por lo que Apuntes permite profundizar en estas
ideas y avanzar en lo que Fidel Castro consideró la esencia de la posición
del Che, a saber, su oposición a concebir el desarrollo del socialismo
partiendo de las mismas leyes y categorías económicas del capitalismo
[1].
A modo de prólogo, Apuntes críticos a la Economía Política
reproduce fragmentos de una carta del Che a Fidel antes de su salida
para el Congo. En ella critica el sistema soviético y cuestiona las
tesis que dieron origen a la Nueva Política Económica promovida por
Lenin; considera el modelo de Cálculo Económico como “heredero de
un capitalismo que ya está superado” –refiriéndose a que responde
al sistema capitalista premonopolista– y define al Sistema de Financiamiento
Presupuestario a partir de una serie de ingredientes donde se destacan
la planificación y dirección centralizadas –“centralizar tanto como
lo permitan las circunstancias”–; la eliminación en lo posible
de las categorías económicas capitalistas para el desarrollo de una
conciencia socialista y la apropiación de los últimos adelantos administrativos
y tecnológicos del capitalismo, con el fin de organizar la economía
del país a partir del modelo de los grandes consorcios monopólicos.
A esta carta sigue el “plan tentativo” del libro que nunca tuvo tiempo
de escribir, pero que pudiera servir de base temática para el estudio
del socialismo contemporáneo e induce sus ideas al respecto. De este
libro solo completó el prólogo, donde explica la “necesidad” de tal
obra, y concluye con un premonición que resultó de pasmosa certeza:
“Muchos sobresaltos esperan a la humanidad antes de su liberación
definitiva pero –nos guía el absoluto convencimiento de ello– ésta no
podrá llegar sino a través de un radical cambio de estrategia de las
principales potencias socialistas”.
El libro continúa con una breve “síntesis biográfica de Marx y Engels”,
que más bien constituye un resumen bibliográfico, donde resalta los
aspectos fundamentales de cada obra y analiza la evolución del pensamiento
de los fundadores del marxismo. A ello sigue lo que pudiera ser considerado
el “plato fuerte” del compendio desde el punto de vista teórico: la
crítica pormenorizada del Che a la doctrina del sistema socialista soviético,
a partir del análisis del Manual de Economía Política, editado
por la Academia de Ciencias de la URSS en 1963.
El intercambio desigual entre los países industrializados y los dependientes,
incluso en el caso de los países socialistas desarrollados; el impacto
de la explotación imperialista en la conciencia de la clase obrera de
esos países y en sectores obreros de los países subdesarrollados privilegiados
por las inversiones extranjeras; la cohesión internacional que adquiere
la burguesía internacional; el tránsito del sistema colonial al neocolonial;
la conceptualización del período de transición entre el capitalismo
y el comunismo; la dictadura del proletariado y la posibilidad del socialismo
en países subdesarrollados; la planificación como ley fundamental del
socialismo; la supervivencia de las categorías económicas capitalistas
en el proceso de tránsito y las políticas al respecto; el cuestionamiento
del “centralismo democrático” y el papel de los sindicatos en el socialismo;
la participación de las masas en la dirección y control de la actividad
económica y el papel del Estado como gestor especializado de esta actividad,
así como la transformación de la “propiedad colectiva individualizada”
en propiedad social y la adecuada combinación de estímulos materiales
y morales, son algunos de los problemas que aborda el Che con extraordinaria
originalidad en estas notas, de por sí polémicas, pero que mantienen
toda su actualidad, toda vez que se trata de asuntos aún pendientes
en la agenda política y económica del socialismo.
El libro continúa con reflexiones del Che respecto a obras de Carlos
Marx y Federico Engels; algunos documentos soviéticos y, especialmente,
Lenin. Aunque el Che expresa su admiración por el líder revolucionario
soviético, en estas notas desarrolla sus críticas a la NEP. En tal sentido,
culpa a esta política de los problemas posteriores del modelo soviético,
pero, en contradicción con los teóricos soviéticos del momento, que
la asumían a partir de una proyección estratégica, el Che le achacaba
un origen táctico, que la muerte de Lenin impidió rectificar. “Lo
malo de la retirada es la desbandada”, decía el Che, “los ‘guerreros’
soviéticos vivieron en permanente retirada sin darse cuenta de ello
y después enderezaron hacia un objetivo falso. Resultado: un callejón
sin salida”.
Estas notas también incluyen un comentario respecto al folleto de Mao
Tse Tung, Sobre la contradicción, publicado en Cuba en 1963,
donde al parecer el Che coincide con el dirigente chino en que la contradicción
fundamental del momento no es entre el imperialismo y el campo socialista,
sino entre el imperialismo y los pueblos oprimidos, porque estos son
la base de la existencia del imperialismo. En relación con esto concluye:
“Sin socialismo puede haber imperialismo, pero no sin explotación de
los pueblos, de donde la lucha principal será la de la liberación de
los pueblos”.
El libro finaliza con fragmentos de las actas de algunas reuniones presididas
por el Che en el Ministerio de Industrias, donde se analizan problemas
específicos de la teoría económica del socialismo y la manera de aplicarla
en Cuba. En la espontaneidad de estas discusiones con los cuadros administrativos
encargados de dirigir la política industrial del país, es donde salta
a la vista el “método” de dirección del Che. En un clima de absoluta
democracia se llevan a cabo las discusiones más acaloradas, el Che estimula
el debate, prefiere a los oponentes honestos que a los seguidores incondicionales.
No se cansa de tratar de hacer comprensible los problemas teóricos más
complejos a compañeros escasamente preparados. Pretende que actúen de
manera consciente, convencidos de lo que están haciendo, lo que convierte
la dirección administrativa en un ejercicio político.
Al mismo tiempo, se trasluce la urgencia de un dirigente que enfrenta
los inmensos problemas cotidianos de la construcción socialista. El
Che organiza con rigor la actividad de su ministerio e impone una férrea
disciplina administrativa; su ejemplo sirve de base a un estilo de trabajo
que insta a los demás a ser también ejemplares; no obstante, también
castiga a los incumplidores, los obliga a superarse constantemente,
a cumplir con sus obligaciones como un deber moral, en la esperanza
de que ello también se convierta en una satisfacción personal, lo cual
logró en la mayoría de los casos, para establecer la diferencia entre
el dirigente estatal revolucionario y el burócrata.
Estas actas constituyen un modelo de combinación de la teoría con la
práctica; de un pensamiento extraordinariamente abarcador y de la frenética
acción cotidiana, aplicada con el tino de una adecuada proyección intelectual.
Evidentemente, para el Che ambas cosas marchaban paralelas y resultaban
indispensables para la construcción del socialismo, especialmente en
un país constantemente agredido, en lucha por su supervivencia. Los
Apuntes, en definitiva, nos permiten conocer mejor al hombre
y, al conocerlo, se supera a su propio mito.
Nota:
1
Fidel Castro: “Discurso por el vigésimo aniversario de la muerte de
Ernesto Che Guevara”, en Ernesto Che Guevara: El gran debate sobre
la economía en Cuba, Ocean Press, Australia, 2003, p. 403.