LA PESTE (TODAVIA) RODEA TU CABEZA
Narcosis y el mito más vivo que nunca

Hubo un tiempo en que las ilusiones y anhelos de los jóvenes peruanos se daban de narices contra la horrible realidad de nuestro país. Hubo una época, la de los primeros 80, en que el panorama nacional se presentaba desolador para la promesa de relevo del país, en todo sentido (vital, cultural, económico, social, huevero, etc). Hubo (por lo menos) un período de nuestra vida republicana, del que apenas estamos empezando a salir, en que todo lo que nos envolvía apestaba a mierda. En esa oscura era, cuando la verdadera escena local (la marginal) empezaba a nuclearse de la mano de los primeros Leuzemia, los increíbles Zcuela Crrada, los incendiarios Guerrilla Urbana/Ataque Frontal y otros de perfil más bajo, un trío se encumbró por encima de los demás, grabando una maqueta cargada de toda la rabia contenida, toda la furia de la que eran capaces los jóvenes de la época, los actuales base 3 y base 4. Ese imperecedero testimonio, que previsiblemente alcanzó el consenso de todas las subescenas que pululan en nuestro territorio, es rescatado gracias a la magia de la tecnología digital, pero sin perder un punto su espectacular punche de puñetazo artero.

Este disco epónimo, que agrega el segundo y último paso en la brevísima existencia del trío maravilla (Acto de Magia) y las rarezas de rigor en este tipo de reediciones, tiene como plato principal la remasterización de su furibunda Primera Dosis. Un registro que, a pesar de tener 15 años de antigüedad, conserva intacto el vigor inextinguible de su mensaje. Una lapidaria crítica al orden establecido en todas sus formas: el constreñimiento paternal/familiar a buscar un trabajo/estudiar algo, la corrupción política (“Hemicirco”) y castrense (“Sucio Policía”, con un nuevo intro), la actitud de sumisión ante la enorme presión del entorno (“Represión” y su rotunda línea “Robas y mientes todo el año / y en octubre te pones morado”, la vívida “Asfixia”, la magnífica “Destruir” y su consigna “Hay que destruir / para volver a construir”, en perfecta consonancia con “La destrucción no es negativa: debes destruir para construir” de Einsturzende Neubauten, “Dextroza”). Una visión entre sombría y apologética del consumo de drogas (“Danza de los Cristales”), una burla directa del feminismo de boutique (“Yo No Quiero”, el cover de Iggy Pop “I Wanna Be Your Dog/Quiero Ser Tu Perro”). 20 kilos de dinamita sónica y otros tantos de anfo, que hacen que los alaridos de la mayoría de los actuales subtes parezcan berrinches.

Y es que nuestro amago de república ha ido tan de papelón en papelón que, como hacen Wicho García, Pelo Madueño y Fernando Cachorro Vial cachosamente, deberíamos darle las gracias al decenio de dictadura fujimorista por dejar las cosas tan cagadas como hace 15 años. Un grito estentóreo que continúa remeciendo cerebros de siliconas.

“15 años han pasado desde entonces, y el contenido de la maqueta sigue aún vigente... 15 años para que las letras y manifiestos parezcan escritos para hoy... 15 años para que el sistema, el orden, el gobierno y las instituciones sigan podridos... 15 años para ni mierda”. Qué duda cabe.

Hákim de Merv

LA PESTE

La peste rodea tu cabeza
y no te deja libre
sexo, religión
la peste rodea tu cabeza
y no te deja libre
pánico, terror
terrorismo destructor.