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Santa Revuelta: como escenario, el piquete

Son técnicos de sonido y musicalizan las protestas sociales desde hace casi cinco años. Divierten y describen con sus letras la vida cotidiana de los piqueteros y los sucesos de sus luchas. La historia de una banda que suena entre las gomas y el humo del reclamo.

Por Jairo Straccia

"¿Se acuerdan compañeros, de que yo siempre les decía que allá en la capital, también hay gente que simpatiza con nuestras luchas? Hoy, por fin, tenemos con nosotros a este grupo de músicos". Tales fueron las palabras del dirigente piquetero Juan Carlos Alderete en la primera presentación de Santa Revuelta en el piquete de La Matanza en el año 2000.

Con siete integrantes, y en ese momento bajo el nombre de La Revuelta, habían dado sus primeros pasos en 1997, tocando en El Circo, un local de la zona porteña de Villa Crespo, para fiestas de todo tipo. Como dice un panfleto de la banda que anda dando vueltas por internet, sus temas eran "jodones y para fiestas".

Conocieron a través de estas presentaciones a representantes de barrios pobres, villas miseria y de sociedades de fomento del conurbano bonaerense. Así, llegaron en noviembre de 2000 a tocar en el piquete de La Matanza, invitados por docentes del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires. Lo hicieron en la escuelita La Juanita, centro de la creación de la Corriente Clasista y Combativa, la vertiente piquetera más importante del país.

El recital les trajo inconvenientes. El sello discográfico con el que habían sacado su primer disco "Somos Robocop", retiró los ejemplares de las disquerías y finalmente se desvincularon. Varios integrantes de la banda se alejaron, algunos porque no estaban de acuerdo con la idea de tocar en cortes de ruta, y otros por las dificultades que ocasiona instalarse en el medio de una calle a hacer música.

Sonido de movilización

Debido a que las actuaciones en las movilizaciones, y también en actos por diferentes causas que consideran justas, son gratuitas, Santa Revuelta se mantiene con el trabajo de sus integrantes (actualmente dos) que son técnicos en sonido. También por eso se han prestado para levantar escenarios en camiones o en diferentes localidades en las que las manifestaciones lo requirieron.

Desde aquella oportunidad en La Matanza, el grupo participó en las grandes marchas piqueteras hacia la Capital Federal en 2001 y actuó en Neuquén, en julio de 2001, en la plaza del Aguante de Mosconi.

De esa forma, la agrupación se vinculó con sindicatos de la Central de Trabajadores Argentinos y con la Federación de Tierra y Vivienda. Hicieron, a su vez, las instalaciones de sonido para gremios comandados por el Movimiento Socialista de los Trabajadores en el sector ferroviario.

"Con el gobierno de la Alianza en el año 2001, (la ministra de Trabajo) Patricia Bullrich hizo una gran ofensiva para quebrar el movimiento piquetero, con el asunto del reempadronamiento que se combinaba con un ataque del lado de la seguridad", narra Aníbal Kohan, líder de Santa Revuelta.

Luego del 20 de diciembre de 2001, colaboraron con la implementación del sonido en la asamblea interbarrial de las asambleas vecinales que se desarrollaba en el Parque Centenario de la Capital Federal, y de ese modo se hicieron conocidos en la ciudad de Buenos Aires.

Los temas, el público

Cuando aparecieron en La Matanza, todos sus temas eran de festejos, salvo uno: "El chamamé del desocupado". El grupo aborda chamamés, chacareras y cumbias, "en un esfuerzo por conectarse con piqueteros y obreros, apreciando lo popular, en actitud crítica hacia el rock 'diferenciador' de capas sociales", dice la historia oficial de la banda. Kohan, señala que las cumbias las utilizan para divertirse: "Todas nuestras cumbias son jodonas, no hay ninguna que creamos que pueda ser vehículo de cosas profundas".

Cuando en el piquete de General Mosconi, en la provincia de Salta, fue asesinado el manifestante Aníbal Verón, Santa Revuelta estrenó a los cinco días "La muerte de Aníbal Verón". Aníbal Kohan hace una descripción sobre esa canción: "Yo siempre la destaco porque acá todo el que muere se vuelve un ídolo grandioso. Empezamos por no creerle a Aníbal Verón cuando dijo 'Yo la sigo a morir'. Toda la canción está hecha de decir, no suponemos que es un héroe, suponemos que es un cualquiera".

Luego crearon "Soy piquetero", otro chamamé. "Usa el lenguaje de un piquetero, reproducimos todas las discusiones que hemos visto que los piqueteros llevan con la gente que quiere pasar, los choferes y pasajeros, los policías, con la gente de las empresas", cuenta Kohan a Segundo Enfoque.

Su último trabajo discográfico lo distribuyen en kioscos de diarios y revistas acompañado de un libro de historia de los movimientos piqueteros y caceroleros escrito por Aníbal Kohan, llamado "A las calles". En el disco, figura la canción "Patria", donde hacen una referencia muy particular a los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón a manos de la Policía Bonaerense en junio de 2002. Tras describir la patria según la televisión y los medios, sintetizan: "Patria es Darío arrodillado junto a Maxi en la estación". Ese disco también incluye el tema "¡A la calle!", donde los protagonistas son los integrantes de las asambleas populares.

¿Para quién está dirigido el libro? ¿Para que lo compre el "público piquetero" o para atraer a aquellos ajenos a ese fenómeno? Éstas dos preguntas hizo el cronista a Aníbal Kohan. Aquí la respuesta: "Es para gente que tenga curiosidad. El libro pone un ojo y medio en el público que viene de votar a la Alianza, tal vez algunos hasta Menem, y ya están hartos de eso, lo cual quiere decir que están un poco hartos de sí mismos. Y el otro medio está puesto en la gente de los movimientos piqueteros, en los partidos vinculados a ellos. Acá tienen su historia un poco más sistematizada".

¿Cumbia villera?

Una revista española narraba sobre el fenómeno de la "cumbia villera" que surgía como gusto musical de la clase media en un recóndito país llamado Argentina. E incluyó como ejemplo de esa nueva "tendencia" a Santa Revuelta.

Aníbal Kohan cuenta en qué consistió la carta que inmediatamente enviaron a la publicación para rectificar el concepto. Santa Revuelta tiene una postura política y artísticamente crítica de la "cumbia villera", denominación que se da a canciones que dicen reflejar el clima de zonas marginales de Argentina, llamadas villas miseria. "Es un invento que empezó en (la compañía discográfica) Leader Music como un espejo para mostrar a los villeros. Decirles, 'vos querés ser chorro, vos querés estar de birra, de frula, etc.', y lo repiten todo el tiempo. Artísticamente, es naturalista. Toma ciertos datos de la realidad y dice esto es la realidad, naturalmente. En la 'cumbia villera' no existe la fábrica con el tipo despedido, por ejemplo".

Santa Revuelta, asimismo, se encuentra a veces con público joven en los piquetes que muestra aceptación por la "cumbia villera". "Nos divertimos mucho cuando vemos que es ese público. En el medio del recital digo '¿a quién le gusta la "cumbia villera"?' –explica Kohan-, y levantan la mano muchos; y les contesto 'a nosotros la "cumbia villera" nos parece un montón de mierda', y nos chiflan. Y les digo por qué, porque hemos visitado villas y su gente está en pie de lucha, no quiere salir a afanar, lo que quiere es laburo, salario, educación y salud. Ahí empiezan los aplausos".

Kohan analiza que los medios de comunicación le dieron mucho aire a la "cumbia villera" porque era funcional a sus intereses, y también responsabiliza a parte de la sociedad: "El conchetaje tomó la "cumbia villera" porque dijo 'esto nos conviene'. Si nos quedamos con la cumbia de 'tus ojitos' y demás, los gronchos se nos van a piantar a la cumbia piquetera, o algo por el estilo".