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Rubén Blades: Un cronista con detalles

Es uno de los cantautores más reconocidos de América Latina. Para llegar a serlo tuvo circunstancias no tan conocidas como su obra. Como Alí Primera y Joaquín Sabina, es hijo de un policía.

por Lil Rodríguez

"En el Caribe se vive como se escribe, en el Caribe, se escribe como se vive".
Elíades Ochoa

Paradojas de esa vida que da sorpresas, Bush y sus Magníficos fue el nombre de la orquesta con la que Rubén Blades cantaría aquellos versos suyos: "Nueve de enero no te olvido por la metralla del 'buen vecino'"... compuestos en honor a los 21 estudiantes caídos en la zona del canal seis años antes, en 1964.

Rubén Blades volvería a cantar en la zona del canal el 31 de diciembre de 1999, con el dolor de la tragedia venezolana de Vargas a cuestas y la emoción de ver libre por fin a esa zona canalera. Todo junto.

Caribe puro

"Mi abuelito fue un hombre de las Indias Occidentales, de allí vienen los Blades, de Santa Lucía bajó..."

Rubén Blades es el nombre del padre de Rubencito. Con la piel oscura heredada de su padre, (abuelo del cantor) un negro de la isla de Santa Lucía, y con ojos azules, además, siempre manifestó gusto por el deporte y la música. Trabajó en la policía secreta panameña. En esto queda unido a Alí Primera y a Joaquín Sabina: todos hijos de policías. Sorpresa.

Anoland Díaz, madre de Rubencito, llegó a Panamá procedente de Cuba, de Guanabacoa, vaya. Se enamoró y emparejó con Rubén padre y tuvieron sus cinco hijos...

Pianista y cantante, Anoland quedó reflejada posteriormente en voz en grabaciones de Rubén como "Maestra Vida" y en lo que fue su vida en temas como "Cuentas del alma" y "Amor y control", disco éste que Blades grababa cuando ella murió en 1992.

Con dotes musicales padre y madre, se entiende la influencia que ejercerían ambos en el segundo de sus hijos, además del bagaje cultural que le inculcaron al llevarlo al teatro, cine, conciertos, sembrándole simultáneamente el amor por el arte, y por la justicia.

Papi Arosemena, Salvajes del ritmo y Bush y sus magníficos son los nombres panameños de los grupos donde dio sus primeros pasos Rubén mientras alternaba música con estudios.

La inclusión de "A las seis" (es la cita no te olvides de ir) de Jimmy Sabater, con el sexteto de Joe Cuba, como versión en el primer disco grabado por Blades, "Ruben Blades con los salvajes del ritmo", habla de la influencia de este grupo y de Cheo Feliciano en los inicios de su carrera.

La segunda grabación ya sería en Nueva York: "De Panamá a Nueva York. Rubén Blades con la orquesta de Pete Rodríguez". Y así, el tipo de "Micaela" se convirtió en soporte orquestal de ocho temas compuestos por Rubencito (de los nueve del disco). Eran tiempos en los que piezas como "Ligia Elena" ya habían sido compuestas, mas no grabadas. Eran también tiempos de culminación de estudios de Derecho. Cuando se graduó trabajó en el Banco Nacional de Panamá, pero por poco tiempo. La ciudad de la gran manzana lo estaba esperando otra vez.

Detallazos

En 1973 la familia de Blades se fue a vivir a Miami en calidad de exiliada, ya que el tristemente célebre general Noriega, entonces jefe de la policía secreta panameña, la emprendió contra el padre de Blades, acusándolo de agente de la CIA.

Rubencito, quien trabajaba en el Banco de Panamá, se quedó un poco más y al año se fue, pero para Nueva York.

Ingresó a Fania como oficinista ayudado por Ricardo Ray. El "Lamento del cazanguero", "Cipriano Armenteros", "Juan González" y "Las esquinas son" ya hablaban de su condición autoral. Ray Barreto lo invita a grabar con él y es ahí donde Rubén se da cuenta de que la sonoridad que ha de acompañarlo debe ser otra.

Tal vez muchos no sepan que Blades grabó con el Conjunto Folklórico y Experimental Nuevayorquino. En el album "Lo dice todo".

Blades hizo "A meu lugar voltar", pero luego Fania no permitió que el tema saliera, por razones de exclusividad, y Blades quedó reducido a los coros en ese disco. En el disco "La raza latina" de Harlow, Blades narra en inglés.

Es en 1977 cuando Blades graba su primer disco completo con Fania, con producción y arreglos de Willie Colón, quien se encarga de presentarlo. Paradójicamente no todos los temas son de él. Frank Domínguez, Eliseo Grenet, Johnny Ortiz y Curet Alonso están representados en la voz del panameño.

1978 marca a la salsa, entre otros temas por dos monumentales de Blades: "Paula C" y "El cantante", joyas que justifican al panameño para siempre y que permiten disculpar las contradicciones entre su hacer y su decir.

El resto, creemos, es historia más conocida.

Ahora, en este 2005, con 57 años (nació el 16 de julio de 1948), Blades seguro que hará análisis y síntesis. Y aunque está prestado a un ministerio, seguro que en algún momento nos da sorpresas. Y el Caribe se lo agradecerá.

Sin eurocentrismos

Si la muerte de 21 estudiantes en la zona del canal en 1964 lo había llevado a hacer política desde sus canciones, la invasión norteamericana a Panamá, el 20 de diciembre de 1989 lo lleva a la política activa, en el terreno, en su país. El nacimiento de Papá Egoró obedece a esas circunstancias.

Blades, hay que reconocerlo, ha emprendido el camino de la búsqueda de nuestra identidad como pueblos, tratando de alejarse de la óptica europea con la que siempre nos hemos intentado explicar.

"Te estoy buscando América y temo no encontrarte, tus huellas se han perdido entre la oscuridad; te estoy llamando América, pero no me respondes, te han desaparecido los que temen la verdad. Nuestro futuro espera y antes de que se nos muera te vamos a encontrar y a nosotros nos toca, hoy, ponerte en libertad".

"América latina no ha sido descubierta sino encubierta. Ninguna empresa imperial, ni las de antes ni las de ahora, descubre. La aventura de la usurpación y el despojo no descubre: encubre. No revela, esconde".
Eduardo Galeano