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El clamor de Don Macías
por Luz Ángela García

En la vereda Lejanías, situada en las entrañas del Nordeste Antioqueño, vive Don Macías, un labriego y minero que encontró en la música el camino para desahogar la indignación, el miedo, el dolor y otros sentimientos que congestionan su corazón por los episodios de violencia que se viven a diario en su región.

Con guitarra en mano --un talento que desarrolló de manera autodidacta-- y su don para hacer versos, Don Macías narra con su canto las dificultades que viven los campesinos por los continuos enfrentamientos entre militares, paramilitares y guerrilleros en esta zona oprimida del país.

"He mirado las masacres y he comenzado a cantar con la guitarra lo real, lo que ha pasado en las veredas. Tengo un disco de la masacre de Manila, que fue en 1983; en ésta fueron masacrados 20 campesinos, entre ellos cayeron dos niños, uno de ocho años y otro de nueve, y una ancianita de 70 años. También tengo otro disco del 9 de noviembre en Segovia, que fueron 44 los muertos en la propia población y más de 100 heridos", reseñó.

A ritmo de joropo, merengue, paseo, ranchera, corrido, vals, bolero y aires campesinos relata sus penurias Óscar William Macías, 'Don Macías', como lo describe este fragmento del corrido La Masacre de Manila:

"De los 20 que mataron / uno de ellos faltaba / le tendieron emboscada / a esperarle a su llegada / cuando al momento llegó / y lo prendieron a bala

Los campesinos salieron / a ver de quién se trataba / sólo encontraron un cuerpo / bien tendido en la cañada / el cuerpo de un campesino / que sólo allá agonizaba".

Las luchas por el poder, los bloqueos continuos, los asesinatos, los retenes ilegales, los robos y otras injusticias obligaron a los campesinos de esta región del país a abrirse camino mediante la conformación de la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño, Cahucopana.

"Organizamos eso (Cahucopana) mirando las situaciones, las dificultades que hemos tenido nosotros los campesinos; los bloqueos económicos, los operativos militares, paramilitares y las peleas con la guerrilla. Yo vivo en un área de mucho conflicto, donde se ha vivido una situación difícil para entrar la comida, para la gente salir, pues matan mucha gente, le quitan el mercado o no se lo dejan entrar.

Entonces mirando todo esto nos dimos cuenta que necesitábamos una organización para ayudarnos con acciones humanitarias, derechos humanos, misiones internacionales y nacionales, con el fin de buscar la solidaridad hacia el Nordeste Antioqueño", explicó.

A través de esta organización, Don Macías logró que su clamor sensibilizara muchas personas, entre ellas al músico Edson Velandia, de la agrupación Cabuya, y a Rósemberg Camacho, miembro de una organización comunitaria, quienes se dieron a la tarea de apoyarlo en su propósito y buscar la forma para que su mensaje llegue a muchas más personas, organizaciones y entidades.

Fue así como Don Macías terminó en Bucaramanga y en esta casa editorial, donde llegó con guitarra en mano para contar su testimonio.

Durante su visita a la capital santandereana logró grabar en estudio seis canciones de su repertorio, con el sonido genuino de su voz y su guitarra puntera, más una guitarra acompañante y guacharaca. Esta grabación será convertida en un disco para darle mayor difusión a su mensaje.

El 1 de julio es el día estipulado para el lanzamiento de este disco compacto durante el foro "Solidaridad con el Nordeste Antioqueño", que tendrá lugar en la Universidad Industrial de Santander.

Y el próximo 28 de agosto Don Macías tendrá la tarima de La Retreta, programa cultural de la UNAB, para entonar sus testimonios.

De esta forma se difunde el clamor de Don Macías, un campesino de 65 años que sueña con mejores condiciones de vida para él, su esposa, su hija de 14 años y todo el campesinado del Nordeste Antioqueño, víctima de las luchas de poder y el desafuero.

Vanguardia.com
4 de junio de 2005