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Corridos, corridos y más corridos
Antonio Garate Bustamante

El corrido data de la época de la Revolución mexicana, cuando en ellos se relataban las hazañas de revolucionarios. Luego, el periódico comunista El Machete incluyó en sus páginas esta práctica cultural, otorgándole un rango muy importante al convertir el corrido en un instrumento popular dedicado a educar. Por ejemplo, Graciela Amador escribió en ese periódico corridos revolucionarios como el “Corrido de El Machete”; a la Revolución de Octubre –“Corrido del 7 de noviembre”– y otro con el mismo nombre; “Lenin”; “Corrido del primero de mayo”; “Himno antiimperialista” y “Corrido de Pedro Ruiz”. Este último fue un comunista asesinado por los cristeros, utilizados por los dueños de las minas, pues fue un organizador sindical.

Pero ahora, la voraz industria de las grabadoras de casetes y discos compactos en poco tiempo ha visto una mina de oro en los narcocorridos, en los que se hace una verdadera apología del delito.

Lo más chistoso de estos compas, es que muchos de sus corridos son más mentira que verdad y sólo se hacen para halagar la vanidad del narco de moda. Los corridos no siempre dicen la verdad o son totalmente inexactos. Vamos a algunos ejemplos. El primer corrido (narco) famoso fue de Valente Quintero y el Mayor que por cierto se llamaba Martín Helenes, en el que se menciona que Valente fue a Santiago en donde se dice que le mandó tocar "El Toro". Primeramente, no era una banda la que estaba tocando, sino un conjunto norteño y obviamente no pueden tocar "El Toro".

Después vinieron corridos como Los Gallos de Sinaloa donde salen un montón de narcos sinaloenses balconeándose. Luego vinieron "El Corrido del Rojo", "La fuga del Rojo" y ahí tienen otro ejemplo: "Camelia La Texana" la que «cruzó por Tijuana con las llantas del carro rellenas de marihuana».

Carajo, ¿cuánta marihuana le podía haber cabido a las llantas? Si con trabajo les caben 30 libras de aire, no creo que repletas de marihuana puedan rodar. Y todavía dice el muchacho del corrido: «con la parte que te toca podrás rehacer tu vida». ¿Cómo fregados podrá rehacer su vida si cuando mucho eran 50 libras en total que en aquel tiempo valían 60 dólares el kilo? Y si no, que le pregunten a cualquier mañoso cuánto le cabe a las llantas de un carro. Y aún así mató al pobre de Emilio Varela. ¡Qué vergüenza!

El caso es que Carlos y José, Los Tucanes, Los tigres del Norte y una bola de músicos o cantantes se han dedicado a hacr corridos en lo que los narcotraficantes siempre son los buenos, los bravos, los ricos y siempre los matan por la espalda, porque de frente no se podía como dice el viejo corrido de Chito Cano y cuya letra dice «Qué bonitos son los hombres, no se les puede negar/ y con un balazo en la espalda todavía se reía y tuvo la fuerza de hablar/ no sean cobardes agentes o pistoleros, acábenme de matar».

Cuando yo trasladé a Chito de Reynosa a Cd. Victoria, él iba en silla de ruedas y le pregunté: "Chito, ¿que hay de ese corrido? ¿De veras te reías y les pedías que volvieran a rematarte? Y él me dijo sonriendo: mentiras del pinche corrido, ni me reía porque me estaba haciendo el muerto y de pendejo iba a hablar".

¿A dónde van los Tucanes o Tigres que a gritos no les pidan tal o cual narcocorrido? Es más, se ha hecho una verdadera industra del narcocorrido, una apología del delito y una invitación a meterse en el obscuro mundo del narcotráfico.

Señores locutores, no la chinguen, ya párenle cuando menos tantito. Esos mensajes que ustedes mandan a través de los corridos caen en terreno fértil en la mente de los jóvenes que piensan que ser narco vale más que un título profesional. ¡Y pues cómo no! ¿Quién le ha hecho un corrido a un ingeniero o a un dentista?