Para
luchar por la paz, comprender a los pueblos yugoslavos y balcánicos
Los pueblos yugoslavos y balcánicos han sido mirados
con indiferencia, con temor y ahora con interesado paternalismo o con
incapacidad de comprensión desde el Occidente siempre dispuesto a dar lecciones
a todo el mundo imbuido como está en su complejo de superioridad y su
etnocentrismo.
Es una superioridad alimentada en el hecho de que los
Estados eurooccidentales han acumulado originalmente su riqueza sobre la base
de la conquista y la dominación de otros pueblos y continentes enteros (desde
el reino de Navarra, América Latina, Filipinas, Nápoles, Países Bajos y norte
de África en el caso de España a la India y buena parte de África en el caso
británico; otra parte de África, Indochina y Océano Pacífico en el caso francés
y podíamos citar a Portugal, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Italia y hasta el
pequeño Luxemburgo) mientras que los pueblos balcánicos JAMAS han invadido a nadie y aquí comienzan las diferencias con
nosotros. Diferencias que tenemos que abordar desde la modestia y el respeto.
Una mirada que da vértigo a la inaudita complejidad
de los Balcanes la da un escritor ex yugoslavo:
”Encontré una
tentativa muy curiosa en un canónigo de Sibenik que tenía un nombre latino...:
Con auténtica erudición, intentó censar a
los pueblos y tribus balcánicos basándose en testimonios de la antigüedad y
proporcionándonos gran número de nombres extraños y exóticos de nuestros
ancestros: enquelenos, himanios, pencenios según Calímaco; los seretos,
sirápilos, iasios, audisetes, calofios y brencenios según Plinio; los nóricos,
antinatos, ardeyos, polarios y japodes, y los tribales daisios, istrios,
liburnios, dálmatas...En este relato tan dilatado en el tiempo tenía que
registrarse mas de una fractura. La más profunda es probablemente la que
produjo el cisma cristiano, al dividir las iglesias y la fe, los imperios y el
poder, los estilos y la escritura... En el foso que se abrió entre el
catolicismo y la ortodoxia se insertó el Islam. Allí se resumen y se
manifiestan las contradicciones que sacuden al Mediterráneo”[1].
Muy a menudo el periodismo, los “líderes de opinión”, los intelectuales
orgánicos y los políticos han caído en la vulgar charlatanería confundiendo a
la opinión pública y manipulando su buena fe. No puedo menos que indignarme
leyendo el editorial de la Revista del Ministerio español de Defensa que
justifica la criminal guerra de agresión contra Yugoslavia:
“No hay ninguna
guerra fácil ni limpia pero sí hay guerras justas y la intervención aliada
sobre Kosovo lo es. En primer lugar hay un elemento de solidaridad moral con
los albano-kosovares castigados, aterrorizados y expulsados de sus hogares”[2].
Es exacto el general español Alberto Piris cuando
escribe que “el discurso oficial de la
OTAN es mentira”[3].
La ignorancia es un arma de guerra contra los pueblos yugoslavos porque sobre
ella pretende asentarse el consenso social a favor de la agresión, la
colonización, la criminalización y la ingerencia cínicamente llamada
“humanitaria”. Es por eso que una herramienta básica para la paz y la
solidaridad hacia esos pueblos es el conocimiento y la reflexión crítica.
1-
La larga noche de la dominación extranjera
Una variable central que explica el atraso
comparativo, la tradición de enemistad entre los pueblos balcánicos y ciertos
rasgos de su psicología social es la larga y dura acción opresiva de los
grandes imperios que los han sojuzgado. Desde el siglo XIV el Imperio Otomano
pone los Balcanes bajo su dominación imponiendo el modo de producción asiático
u oriental. El primero en caer es el estado macedonio.
Después, en 1389, en la planicie de Kosovo el
ejército serbio es aplastado. El levantamiento nacional albanés contra los
turcos es también aplastado en 1468. El noble feudal albanés George Kastriote
“Skanderber” resiste durante 25 años a la dominación otomana (1443-1468) y
cuando en 1506 termina la resistencia Albania será durante 4 siglos un trozo
del imperio otomano. Desde 1463 ocupan Bosnia.
En 1499 una región serbia llamada Zeta pasa a
administración otomana, será el futuro Montenegro. Belgrado cae en 1521. El
Imperio otomano se mantendrá durante 500 años. En el norte de los Balcanes los
croatas son integrados a Hungría desde 1102. La aristocracia croata resistió
durante 1000 años a la asimilación por parte del estado húngaro.
En 1527 los señores feudales húngaros reconocen la
autoridad de la dinastía austriaca de los Habsburgos que ya era dueña de
Eslovenia. La República de Venecia domina la mayoría de las ciudades costeras
dálmatas.
La ciudad-estado de Dubrovnik (hoy en Croacia)
mantiene su independencia pagando tributo a los turcos pero es destruida por
Napoleón en 1808 y se convierte en posesión austriaca desde 1815.
En las zonas bajo dominio otomano (Macedonia, Serbia,
Grecia, Albania, Bosnia, Bulgaria) la población campesina cristiana es obligada
a trabajar para la aristocracia otomana y para el poder central representado
por el Sultán. “La falta de un planteamiento claro sobre el problema
fundamental de la propiedad de la tierra es la causa principal para los lentos
ritmos orientales del desarrollo económico, una de las causas de su atraso
secular”[4].
Esta dominación retrasa considerablemente su desarrollo, les aísla del proceso
del Renacimiento europeo e impide su acceso a la fase capitalista.
El despotismo turco integra a su servicio a una parte
de las élites locales eslavas y albanesas que se convierten al Islam y pasan a
ser “agarenos”(musulmanes) que explotan y reprimen a la población “raya”, es
decir rebaño, que son los campesinos cristianos encargados de producir bienes,
pagar tributos en dinero y en especie y servir a los amos.
Aquí pensamos que arranca una tendencia política
local que se manifiesta con toda crudeza en los conflictos actuales en esa
parte del mundo y que es puesta de manifiesto por unos revolucionarios
balcánicos de hoy: “Las burguesías de la
región, acostumbradas al clima de dependencia y sumisión a los poderosos (en la
mayoría de los casos)”[5].
Otra tendencia muy evidente y también presente aunque
contradictoria con la anterior es la lucha encarnizada por la libertad: se
consignan levantamientos en Eslovenia en 1478 y 1515, en Croacia en 1573, en
Macedonia en 1689, en Montenegro en 1853 y en 1857, en Bosnia en 1875, en
Grecia en 1821.
El Imperio austriaco rechaza a los turcos en Viena en
1683 y les persigue hasta Kosovo y Macedonia lo que aprovechan los pueblos
serbio y macedonio para sublevarse. Pero temiendo una feroz contraofensiva
turca la población serbia se retira de Kosovo y se refugia en Voivodina dejando
sola a la población albanesa. Así se crea en esta región un motivo de tensiones
y reivindicaciones entre serbios y albaneses. Los austriacos aportan de otras
partes del Imperio poblaciones eslovacas, húngaras, rutenas, etc. Esto
contribuye a formar el mosaico de minorías nacionales extraordinariamente
abigarrado que vivieron constructivamente en la federación socialista yugoslava
de 1943 a 1991.
Es claro que el núcleo duro de la resistencia es
Serbia, que además manifiesta históricamente otra tendencia: la de su expansión
a costa de los pueblos vecinos. El pueblo serbio consigue crear un estado en
1804 a través de una insurrección pero los turcos lo destruyen. Sin embargo en
1830 se ven obligados a reconocer la autonomía de un estado serbio vasallo.
En esas condiciones “Rusia aparece como un aliado
positivo de los pueblos balcánicos en la lucha por su liberación. Cada guerra
ruso-turca excita el ánimo revolucionario, hace renacer esperanzas y optimismo”[6].
En 1821 el levantamiento nacional griego es
cruelmente aplastado pero en 1829 Rusia derrota a los turcos y se crea un
estado griego independiente. En 1878 la Conferencia de Berlín Serbia obtiene la
independencia plena y Austria-Hungría asume la administración provisional de
Bosnia y Herzegovina.
2-
La tendencia balcánica a la unidad
Se advierte con mucha claridad el surgimiento en
varios pueblos y en varias clases de dichos pueblos de una posición política
clara: un requisito básico para conquistar y consolidar la independencia
nacional frente a los voraces imperios extranjeros es la unidad por vía federal
de todos los pueblos balcánicos.
Ese posicionamiento está basado en la identidad
balcánica común que el escritor albanés más conocido subraya:
“Quien conozca
aunque sea un poco los Balcanes tiene plena conciencia de que los pueblos
balcánicos tienen afinidades y puntos comunes verdaderamente sorprendentes
sobre cuestiones fundamentales. Tienen una visión análoga de la vida y de la
muerte; tienen también costumbres, códigos morales, melodías, trajes
tradicionales y cantos populares muy parecidos, por no decir a veces comunes...
El acercamiento entre balcánicos ha sido el producto espontáneo de la
civilización ínterbalcánica. Las figuras más eminentes de la península han
creado, sobre todo en el siglo XIX, una tradición de comprensión entre
balcánicos. Ilustres poetas y sabios griegos y albaneses, eslavos y rumanos han
puesto su espíritu al servicio de este objetivo”[7].
En 1850 escritores croatas y serbios firman en Viena
un acuerdo para acercar a sus dos lenguas a pesar de los alfabetos distintos.
El líder de la revolución nacional búlgara Jristo Botev defiende la creación de
una alianza fraternal de los pueblos balcánicos que incluya incluso al pueblo
turco liberado de la dominación feudal.
El Comité Central Revolucionario Búlgaro plantea en
1870 por inspiración de su líder Karavelov la creación de una Federación Eslava
Meridional o una Federación Meridional de tierras libres que preservaría los
derechos de cada pueblo.
A partir de la segunda parte del siglo XIX una parte
de la burguesía croata desarrolla el yugoslavismo como la ideología de la
unidad de los eslavos del sur frente a la dominación extranjera. La lucha de
los serbios es vista con admiración y el yugoslavismo se desarrolla antes y con
más fuerza en Croacia que en Serbia. De 1905 a 1918 funciona en Zagreb una
coalición serbo-croata.
El obispo católico de Zagreb Strossmayer es el líder
del yugoslavismo a comienzos del siglo. En 1909 los partidos obreros reúnen la
I Conferencia Social-Demócrata Balcánica en Belgrado. El Partido Obrero
Socialdemócrata de Bulgaria define en 1912 crear una Federación Balcánica para
resolver los problemas nacionales. El fundador del socialismo serbio Svetozar
Markovic llama a la unidad de todos los serbios y los Eslavos del Sur sobre una
base socialista.
En 1915 los partidos socialdemócratas de Serbia,
Bulgaria, Rumania y Grecia forman una federación socialdemócrata de los
Balcanes como base para una “futura alianza económica, política y cultural de
los pueblos de los Balcanes”.
El dirigente revolucionario ruso e internacional
Lenin se posiciona a favor de una república federativa balcánica como la forma
más idónea para el desarrollo progresista e independiente de las naciones
balcánicas. En 1912 Serbia, Montenegro, Bulgaria y Grecia forman un frente
balcánico para liberar los territorios aún bajo dominación otomana.
El tratado de paz de Londres de 1913 entre la Alianza
Balcánica y Turquía liquida la opresión feudal y nacional en las provincias
europeas del Imperio. Se aprueba la creación de Albania como estado
independiente. La diplomacia alemana y austro-húngara empujan a Bulgaria y
Serbia a enfrentarse entre sí y la monarquía búlgara ataca a Serbia en 1915. En
Kosovo Pole el ejército serbio es derrotado. Desde hace tiempo funciona la
política imperialista de “divide y vencerás”.
3-
La doble identidad de Serbia
Siendo Serbia el pueblo de vanguardia en la lucha por
la independencia pronto evidencia también otra tendencia: el expansionismo a
costa de sus vecinos más cercanos. Pretende arrebatar a Bulgaria sus tierras
occidentales y sur occidentales a finales de los 60 del siglo XIX. En 1867 el
gobierno serbio acuerda secretamente con Grecia dividir las tierras búlgaras.
En 1913 Serbia ocupa Macedonia y expresa sus pretensiones sobre este
territorio. Una vez que se crea el Reino de los Eslovenos, Croatas y Serbios,
llamado mas tarde Yugoslavia, la dinastía serbia de los Karageorgevic y la
burguesía serbia instaura la Gran Serbia.
4-
El nacimiento de la primera Yugoslavia monárquica
En 1914
Austria-Hungría emprende lo que Lenin califica de “campaña expoliadora contra Serbia”[8].
Con el pretexto de la ejecución del archiduque Fernando en Sarajevo a manos de
un nacionalista serbio-bosnio que protesta por el hecho de que Austria-Hungría
se había anexionado en 1909 Bosnia y Herzegovina violando el tratado de Berlín,
las tropas austriacas atacan Serbia.
Pero
detrás está la nueva potencia emergente, Alemania, cuyos soldados ocupan en
1915 Belgrado al grito de “Serbia debe morir”. Tras un mar de sangre el 29 de
octubre de 1918 el gobierno serbio firma con el Comité Yugoslavo formado por
políticos eslovenos y croatas exiliados en Londres la creación de un gobierno
croata-serbio-esloveno en Zagreb una semana antes de la capitulación de
Austria.
El estado
yugoslavo no es por lo tanto una creación de Francia o de Inglaterra sino de
los sudeslavos y no es un estado “artificial” como defiende la burguesía
alemana desde Hindenburg y Hitler a Helmut Schmidt y Kohl.
El
yugoslavismo al que aspiraban los pueblos debía de tener una base democrática
para asegurar el respeto y el desarrollo de todos ellos. En lugar de eso, el
rey Alejandro Karageorgevic y la burguesía serbia quisieron instalar el reino
de la Gran Serbia que intentó asimilar a todas las naciones y minorías. En 1921
fue votada la Constitución de Vidovdan que rechazaba las diversas aspiraciones
nacionales.
En 1928 el
Partido Campesino que defendía los derechos croatas fue prohibido y su líder
Stepan Radic asesinado en pleno parlamento por los amigos del rey. Los
fascistas croatas aprovecharon la ocasión para crear con apoyo de Mussolini el
movimiento ustachi que quería separar Croacia de Yugoslavia. Es un nacionalismo
amparado por la Iglesia católica croata y enfilado contra los serbios. Su jefe
Ante Pavelic fue expulsado y recibió asilo en Italia.
“La constitución de un Estado común de los
eslavos del sur concretaba años de anhelo de las fuerzas más progresistas de
Yugoslavia, que consideraban que sólo así los pueblos de Yugoslavia podrían
oponerse con éxito a las presiones extranjeras y asegurar su existencia
nacional y su desarrollo independiente económico, político y cultural... La
burguesía panserbia dominante no reconocía los atributos nacionales propios de
macedonios, montenegrinos y musulmanes”[9].
Un factor político de enorme influencia en la vida
política de los pueblos yugoslavos es la revolución socialista triunfante en
Rusia en 1917. Es dicha revolución la que divulga en 1918 los acuerdos secretos
entre Inglaterra, Francia y Serbia para dividir los Balcanes: entregar a Italia
partes de Dalmacia, a Bulgaria Macedonia y a Serbia Bosnia-Herzegovina y las
partes dálmatas no concedidas a Italia.
El dirigente bolchevique Lenin se muestra entusiasta
partidario de la liberación de los pueblos balcánicos. En noviembre de 1912
escribió:
”Macedonia como
todos los países balcánicos, es en el terreno económico un país muy atrasado.
Sobreviven vigorosos vestigios del régimen de la dependencia medieval de los
campesinos con relación a los propietarios feudales... Los periódicos burgueses
hablan de la liberación nacional de los Balcanes y no dicen nada de la
liberación económica, aunque sea ésta la principal. La liberación nacional y
una completa libertad de autodeterminación de los pueblos será la consecuencia
inevitable de una emancipación completa con relación a los terratenientes y al
absolutismo. Y viceversa, si la opresión de los terratenientes y de los
monárquicos se mantiene en pie, la opresión nacional seguirá inevitablemente de
una manera o de otra... Sólo la liberación económica y política llevada hasta
el fin puede romper toda posibilidad de cualquier opresión nacional”[10].
Estas ideas obtuvieron gran eco y en 1919 fue creado
en Vukovar el Partido Comunista de Yugoslavia (PCY) mediante la unión de
partidos socialdemócratas de Serbia, Bosnia y Herzegovina, Dalmacia, Croacia,
Voivodina y Montenegro. Su éxito fue tan espectacular que en las elecciones
constituyentes del año siguiente se convierte en el tercer partido del país con
59 diputados (14 % del electorado). El partido fue ilegalizado y perseguido
pero siguió dirigiendo las luchas obreras y campesinas por la plena liberación
nacional y social.
5-
La ocupación hitleriana y el desmembramiento de Yugoslavia
Desde 1935 el régimen serbio-yugoslavo se orienta
hacia la Alemania e Italia fascistas. El 25 de marzo de 1941 firma la
integración en el pacto tripartito de Hitler pero numerosas manifestaciones
expresan la oposición popular y un grupo de oficiales derroca al gobierno.
Hitler responde firmando su Orden nº 25: “Yugoslavia
debe ser aplastada implacablemente... La
Luftwaffe debe destruir Belgrado mediante ataques incesantes de día y de noche”.
Extraño parecido con los ataques de la OTAN 24 horas sobre 24 contra la misma
ciudad 58 años mas tarde.
Los ataques empiezan el 6 de abril, causan 10 mil
muertos y el 17 de abril el país capitula. En 10 días el estado yugoslavo dejó
de existir y Hitler puso en marcha el plan que siempre han anhelado los
imperios: dividir y desmembrar cualquier forma de unidad yugoslava.
Alemania se apoderó de la mayor parte de Eslovenia y
Serbia; Italia recibió una parte de Eslovenia, una parte del litoral dálmata,
numerosas islas, una parte de Bosnia, Kosovo y Montenegro; Hungría se apropió
de Voivodina; Bulgaria de Macedonia y parte de Serbia.
El fascismo italiano y el nazismo alemán apoyaron la
toma del poder en Zagreb del movimiento fascista ustachi y de su poglavnik (caudillo) Ante Pavelic que
crearon el “Estado independiente croata” (Nezavisna
Drzana Hrvatska, NDH) que incluía a Bosnia y Herzegovina y una parte de
Voivodina.
La crueldad de este régimen en el exterminio
sistemático sobre todo de los serbios pero también de las minorías judía,
gitana, musulmana y otras y más tarde de los comunistas y antifascistas croatas
llegó a asustar a sus propios protectores, los generales hitlerianos. Se habla
de 400.000 a 700.000 personas exterminadas.
Ante Pavelic reclutó a numerosos musulmanes de Bosnia
para crear unidades de exterminio. Este genocidio ha perdurado hondamente en la
memoria colectiva del pueblo serbio de Croacia y Bosnia-Herzegovina y explica
en parte la virulenta reacción que tuvieron a partir de los años 90 con la
restauración del poder de los herederos más o menos directos de aquel régimen
criminal en Zagreb y en Sarajevo.
Un fenómeno social de extraordinaria valor fue el
seguimiento masivo de las masas populares de todos los pueblos yugoslavos al
llamamiento a la rebelión hecho por el PCY.
Pero antes es necesario dar cuenta de otro hecho
extraordinario que establece una deuda de amistad y respeto de los pueblos del
estado español hacia los pueblos yugoslavos y que también ayuda a entender lo
que fue el PCY. En agosto de 1936 el órgano de expresión del PCY Proleter escribió:
“ La lucha del
pueblo español es nuestra propia lucha. Es una lucha del pueblo por el derecho
de ser dueño de sus destinos, es una lucha en defensa de la libertad, el pan y
la paz, es una lucha contra el fascismo y la guerra. Ayudémosle rápidamente, de
todo corazón y con el mismo entusiasmo con que los luchadores españoles
entregan su vida por la causa de la democracia y la libertad”[11].
1.600 voluntarios yugoslavos entre los que había
croatas, eslovenos, serbios, montenegrinos y macedonios, integraron las Brigadas
Internacionales que lucharon contra el franquismo en sueño español. 600 de
ellos eran miembros del PCY, más de la mitad murieron luchando en los campos de
Jarama, de Villanueva de la Cañada, de Belchite, Madrid, Teruel, etc. de
noviembre de 1936 a febrero de 1939.
Los supervivientes participaron destacadamente en la
guerra de liberación de su patria. Veteranos de las Brigadas Internacionales
fueron jefes de los estados mayores centrales de los ejércitos populares de
liberación (EPL) de Croacia y Eslovenia, jefes y comisarios políticos de
divisiones y cuerpos de ejército, generales, organizadores de insurrecciones,
etc. 150 de ellos murieron combatiendo. Más de 50 recibieron el título de Héroe
Popular de Yugoslavia. El presidente de los últimos supervivientes de esos
heroicos brigadistas ha muerto defendiendo con su cuerpo un puente de Belgrado
frente a los ataques aéreos de los nuevos nazis de la OTAN.
A finales de 1941 luchaban 80.000 integrantes de los
Destacamentos Partisanos (DP) creados por el PCY frente a 510.000 soldados
alemanes, italianos, húngaros y búlgaros y 150.000 soldados colaboracionistas.
A finales de 1942 150.000 combatientes del EPL y de
los DP luchaban contra 630.000 soldados extranjeros y 300.000
colaboracionistas.
A finales de 1943 300.000 patriotas del EPL y de los
DP luchaban contra 530.000 invasores y 200.000 colaboracionistas.
A finales de 1944 450.000 patriotas luchaban contra
500.000 alemanes y 200.000 colaboracionistas.
A principios
de 1945 el EPL pasa a ser el Ejército Yugoslavo que tenía 800.000 hombres en
armas.
La resistencia guerrillera enfrentó a 7 grandes
ofensivas enemigas. Mas del 10 % de la población (1,8 millones de personas)
pereció en los combates o en las masacres cometidas sobre todo en Croacia. El
PCY dirigió una lucha doble:
a) Contra los ocupantes, los ustachis y otros
colaboracionistas.
b) Contra las fuerzas chetniks, es decir la derecha monárquica serbia que inicialmente se
levantaron contra los nazis pero que más tarde se unieron a ellos para pelear conjuntamente
contra los partisanos comunistas.
Del 29 al 30 de noviembre de 1943 se celebró la
segunda sesión del Consejo Antifascista para la liberación de Yugoslavia
(AVNOJ) en la ciudad liberada de Jajce, Bosnia. Se declaró único gobierno legal
de Yugoslavia quedando abolida la monarquía. El máximo líder del PCY Josep Brod
Tito fue nombrado presidente y
mariscal. Se decidió que se realizasen elecciones desde que el país fuese
liberado para establecer el régimen político de Yugoslavia y que el nuevo estado
sería creado sobre una base federal. Se decidió zanjar la disputa entre los
serbios y los croatas que reivindicaban para sí fragmentos de Bosnia y
Herzegovina creando la república con ese nombre. Además se reconoció entidad a
las repúblicas federadas de Montenegro y Macedonia. Estas resoluciones se
oponían a las pretensiones de Gran Bretaña y entraban en contradicción con la
línea defendida por la dirección del Partido Comunista de la URSS y de la
Internacional Comunista que impulsaba la creación de frentes en los que se
incluirían todas las fuerzas nacionales incluso las reaccionarias. Nació un
desacuerdo político entre el PCY y el PCUS que desembocaría en la grave crisis
de 1948.
Con la victoria antifascista es derrocado el estado
croata fascista. Veinte mil criminales de guerra ustachis reciben protección en
Occidente. Ante Pavelic se escapa con un pasaporte de la Cruz Roja del
Vaticano, se esconde en el Colegio Croata del Vaticano con su gobierno y la CIA
impide su captura. En 1946 disfrazado de sacerdote se traslada a Argentina para
organizar el “Movimiento de Liberación Croata” y agrupar al exilio ustachi[12].
La España de Franco le da cobijo hasta su muerte en 1959.
El también criminal de guerra ustachi Maks Vjekoslav
Luburic (alias general Drinjanine)
fue pilar del grupo neonazi español CEDADE. El ministro del interior ustachi
Andrija Artukovic acusado del asesinato de 1.293 personas con nombres conocidos
y más de 200 mil víctimas anónimas, que ordenó abrir el primer campo de
concentración en 1941 en Gospic, colaboró con los servicios secretos de EE.UU.
y fue protegido en este país hasta ser extraditado a Yugoslavia en 1987 donde
fue condenado a muerte[13].
Los criminales ustachis fueron muy activos preparando
su vuelta al poder en 1991, atacando a Yugoslavia y colaborando en tareas del
fascismo internacional. En 1959 a favor del dictador dominicano Trujillo. En
1960 en Congo. Reorganizaron la policía del dictador paraguayo Stroessner.
Ante Bonifac, responsable del departamento de cultura
del ministerio de relaciones exteriores de Pavelic fue presidente del Antibolchevik Bloc of Nations, grupo
integrado en la World Anti Communist
League. En 1962 atacaron la misión económica yugoslava en Bad Godesberg. En
1966 cometieron un atentado en Zagreb. En 1968 pusieron una bomba en la
embajada yugoslava en París.
Desde antaño reciben apoyo de los servicios
especiales de la OTAN y en particular de la RFA para reconquistar Croacia,
reinstaurar el fascismo y desmembrar Yugoslavia[14].
Misión cumplida desde 1991.
6-
La nueva Yugoslavia socialista
En el momento
de la victoria tanto el PCY como su líder Tito gozan de inmensa popularidad
tanto en su país como en todo el mundo. El país se lanza a un ambicioso plan de
industrialización. La industria, los transportes, las comunicaciones, los
bancos y el comercio fueron nacionalizados.
El 11 de
noviembre de 1945 el Frente Popular fundado por el PCY triunfa en las
elecciones a la Asamblea Constituyente. Yugoslavia se convierte en República
Popular Federativa. El clima es de unidad del campo socialista y el delegado
yugoslavo ante la conferencia de los partidos comunistas del Este más los de
Francia e Italia, el Kominform, declara:
“La Constitución soviética nos ha servido de
modelo porque la Federación soviética es el ejemplo mas positivo en la historia
de la Humanidad de la solución a dar al problema de las relaciones entre los
pueblos”.
Hacia 1948 la producción de antes de la guerra había
sido superada. La tasa de crecimiento anual de la producción de 1945 a 1948 fue
del 25 %. La tierra es redistribuida con un máximo de 25 ha. por campesino lo
que perjudica a los grandes terratenientes (las iglesias católica y protestante
estaban entre los mayores). Se crean cooperativas agrícolas.
ncluso se plantea dar un paso que hubiera resuelto
muchos futuros problemas nacionales afirmando la independencia de todos los
pueblos: Tito y el dirigente comunista búlgaro J. Dimitrov discuten sobre la
creación de una gran federación balcánica que agrupase a ambos países junto a
Albania y Rumania. Pero en 1948 surge una grave crisis política entre la
Kominform y Yugoslavia que va a tener repercusiones importantes en la futura
evolución de este país.
Hay dos visiones simplistas de este conflicto que hay
que rechazar por contrarias a la verdad histórica: una la “oficial” que sitúa
el problema en una disputa personal entre Stalin y Tito y en la voluntad del
primero de imponer autoritariamente su enfoque. Otra que echa toda la culpa
sobre Tito insistiendo en su sempiterno y originario carácter burgués.
El conflicto es complejo puesto que ciertas críticas
del Kominform están justificadas y también lo está la necesidad de un centro
dirigente legitimado para realizarlas pero la violencia verbal empleada hizo
posiblemente difícil reconducir la polémica y mantener la unidad del campo
socialista. Varios hechos contribuyen al estallido de la crisis:
- Las divergencias entre los comunistas yugoslavos y soviéticos durante la
guerra antifascista.
- Las discrepancias en torno a la ayuda económica
soviética.
- El desacuerdo soviético sobre el proyecto de
federación balcánica.
- La falta de apoyo soviético al conflicto entre
Yugoslavia y los USA por la restitución de una zona de Trieste y de Carintia
integradas en Italia.
El 27 de marzo de 1948 el Kominform escribe una carta
al PCY criticando varios aspectos de su política:
“El crecimiento de los elementos capitalistas en los
campos como en las ciudades se eleva a grandes pasos y la dirección del partido
no toma ninguna medida para limitar los elementos capitalistas. El PCY se mece
en la ilusión de la teoría oportunista podrida de una integración pacífica de
los elementos capitalistas en el socialismo, teoría tomada de Bernstein,
Folmar, Bujarin” [15].
En la siguiente carta del 4 de mayo se acusa al PCY
de educar a su estructura en el desconocimiento de la lucha de clases y en el
apaciguamiento de los antagonismos de clase. Frente a esta crítica el PCY
reacciona ordenando colectivizar de manera administrativa y violenta la
agricultura. Las cooperativas pasan de 1300 en 1948 a 7262 en 1951. Pero esta
medida que sustituye al debate sincero y fraterno sólo consigue endurecer la
crítica del Kominform que en el mes de junio califica la política agraria del
PCY de “aventurera y no marxista” y de causar con su precipitación daños
irreparables. El Kominform acusa al PCY de falta de democracia interna porque
los miembros de su Comité Central (CC) eran cooptados y no elegidos, pero
ocurría lo mismo con los dirigentes del PCUS cuyo congreso no se reunía desde
1939. Los dirigentes yugoslavos fueron acusados de ser traidores, agentes del
imperialismo y camarilla fascista. Las consecuencias de esta crisis fueron
desastrosas:
-
En lo político la fracción de Tito lanzó una
gigantesca depuración contra decenas de miles de comunistas yugoslavos
partidarios de realizar una autocrítica y mantener la unidad del campo
socialista. A su vez las direcciones de numerosos PCs se pusieron a perseguir
el fantasma del “titismo” en su interior con el desenlace trágico de procesos y
ejecuciones.
-
En lo internacional se rompió la unidad del campo
socialista, lo que fue acogido con alborozo por los USA. Lo subraya el
secretario de estado adjunto de asuntos exteriores norteamericano en 1988: “Al
romper el presidente Tito con Stalin se impidió a la URSS dominar en los
Balcanes y tener acceso directo a Italia y una larga zona costera adriática. El
suceso tuvo mucha importancia estratégica... apoyamos durante años la
independencia y la política no alineada de Yugoslavia”[16].
-
Respecto a la revolución en curso en Grecia, Tito
cerró en 1949 la frontera a la guerrilla comunista contribuyendo a su derrota a
manos de la derecha y el ejército británico.
-
Respecto a la propia evolución yugoslava los
dirigentes se pusieron a improvisar un nuevo modelo económico y a liderar un
nuevo bloque de países distanciados tanto del imperialismo como del campo
socialista. El primero se llamó sistema de autogestión y al segundo Movimiento
de los Países No Alineados.
7-
La Yugoslavia autogestionaria
La prensa occidental y la socialdemocracia alabaron a
Tito por su “socialismo de rostro humano” cuando en realidad le estimulaban a
mantener sus distancias con el campo socialista. Es por eso que jamás se ha
mencionado un episodio represivo particularmente injusto y antidemocrático del
que Tito es responsable.
Tras el V Congreso del PCY en que la mayoría acepta
la resolución del Kominfom el grupo de Tito ordena a la policía política y al
ejército la detención de 220.000 miembros del partido y no miembros
simpatizantes de la URSS y de Stalin. El que era en 1948 el más joven miembro
del CC del PCY Dragutin Vukicevik declara:
“Fui detenido
con 3 hermanos y torturado bestialmente. En mi primer interrogatorio perdí tres
dientes. Antiguos comandantes del ejército partisano, héroes de guerra, eran hundidos
hasta el cuello en excrementos humanos y animales”[17].
Los miles de detenidos fueron liberados tras la
reconciliación de Tito y Kruschev en 1955. Es el episodio más vergonzoso de la
biografía política de Tito.
Hoy, mientras la OTAN arrasa minuciosamente la
República Federal de Yugoslavia a la manera nazi, parece ciencia-ficción este
titular leído en El País: “Yugoslavia, miembro indirecto de la OTAN”[18]
. Pero responde a la realidad. Tras romper con el campo socialista Tito inicia
un acercamiento al capitalista.
En 1950 el gobierno yugoslavo vota en el consejo de
seguridad de la ONU a favor de la guerra contra la República Popular
Democrática de Corea. El 28 de febrero de 1953 firma un pacto de defensa con
Grecia y Turquía, países miembros de la OTAN que hoy colaboran en la agresión
contra Serbia y Montenegro. Dicho pacto se convirtió en tratado de alianza y
ayuda mutua firmado en Yugoslavia en 1954 pero nunca fue renovado y cayó en el
olvido.
El campo socialista corta en 1948 su relación con
Yugoslavia que recibía petróleo albanés y rumano, máquinas checoslovacas y
esperaba 3.166 toneladas de algodón. Los expertos y consejeros soviéticos se
fueron y se suspendió la exportación de metales a la URSS.
El gobierno yugoslavo optó por acercarse a Occidente y
elaborar un sistema económico que supuestamente representaba la “vía yugoslava
al socialismo”. Los apologetas de Tito hablan de su genial previsión pero en
realidad se trató de una gran improvisación reconocida por el biógrafo oficial
de Tito:
”Cuando estuvimos
contra las cuerdas, debimos constatar que para sacar nuestra economía del caos
hacía falta conceder a los productores derechos más amplios. Así el sistema de
la autogestión nació de la necesidad”[19].
El estudio de este sistema importa si se quiere conocer
el origen de las fuerzas sociales que intervienen decisivamente en los trágicos
acontecimientos que se producen desde 1991. No existe aún un estudio detallado
del sistema titista de la autogestión pero si un diagnóstico certero de la
naturaleza que fue adoptando. Es obra de un economista progresista
norteamericano: “El viraje de Yugoslavia
hacia la economía de mercado comenzó con la ruptura con el Kominform en 1948”[20].
El titismo introduce progresivamente formas de
mercado en la economía y disminuye la función del estado en lo que a
planificación, fijación de precios y propiedad de los medios productivos se
refiere. En 1965 disuelve el Fondo Central de Inversiones que controlaba el 70
% de las inversiones. En 1953 se empiezan a disolver las cooperativas agrícolas
que son menos de mil en 1954.
Las empresas y las repúblicas compiten entre sí. Las
consecuencias sociales son el restablecimiento de burguesías en las repúblicas
más importantes que penetran y corrompen desde el interior el PCY (convertido en
1952 en Liga de Comunista de Yugoslavia con una Liga Comunista en cada
República) y levantan la bandera del nacionalismo para darle el golpe de gracia
a lo que queda de socialismo.
Se produce una contradicción y un cortocircuito entre
una correcta política de las nacionalidades que busca la igualdad y el
reconocimiento de derechos a pueblos y minorías (en 1967 es reconocida la
nacionalidad de los musulmanes de Bosnia, en 1974 es consolidada la autonomía
de Kosovo y Voivodina, etc.) y una política económica que sienta las bases de
la desigualdad, del nacionalismo burgués y de la futura disgregación de la
federación.
El titismo es incapaz de superar las diferencias
entre un norte industrializado y rico y un sur pobre y explotador de materias
primas y mano de obra. En 1970 los ingresos anuales de Eslovenia representaban
el doble de la media nacional y en Kosovo no llegaban al 30 % de esta. Los
analfabetos eran el 1,2 % de la gente en Eslovenia, del 23,2 % en
Bosnia-Herzegovina pero del 31,5 % en Kosovo.
El problema de Kosovo no es sólo la enemistad entre
albaneses y serbios sino sobre todo el atraso, subdesarrollo y paro que
favorece la excitación de los sentimientos nacionalistas reaccionarios por
ambas partes. Los titistas reconocen su fracaso en Kosovo. El presidente de la
LCY Bosko Krunic reconoce que el desarrollo económico de Kosovo es
“insuficiente”[21].
En 1970 toma el poder en la dirección de la LC de
Croacia una corriente nacionalista burguesa que exige el fin de la entrega de
fondos croatas a la caja federal y el fin de las ayudas a las repúblicas pobres
(Kosovo recibía un millón de dólares diarios). La base de esta corriente era un
sector social enriquecido con el muy próspero turismo.
En Serbia también se manifiesta una corriente
partidaria de la restauración plena del capitalismo. La dirección titista
dimite a los dos gobiernos republicanos, depura a ambas LC y lanza una campaña
contra los que se han enriquecido fraudulentamente.
En Occidente se alaba el respeto a las “libertades”
bajo el titismo. Pero libertades ¿Para quien?:
-
Libertad para la propaganda religiosa que en el caso
de Yugoslavia es un corrosivo factor de dislocación social
-
Libertad para la inversión extranjera de origen
capitalista. Según el New York Times
del 19 de agosto de 1968 “El capital extranjero ha establecido una base
importante en Yugoslavia y contribuye a transformar lo que era un país
esencialmente agrícola en un nuevo estado industrial”. La Fiat invierte 10
millones de dólares en la fábrica Crvena
Zastava (Bandera Roja) que la OTAN
acaba de destruir.
-
Libertad para el enriquecimiento y la corrupción en
el seno de las LC y del Estado. En 1976 junto a 600.000 parados registrados
había millonarios. Los sindicatos eslovenos reunidos en Porotzo (Istria) en
marzo de 1987 denuncian el aumento de la corrupción.
-
Libertad para las tropas USA acantonadas en la RFA
que disponían en Yugoslavia de centros hoteleros fijos en los que disfrutar de
agradables vacaciones.
-
Libertad para la explotación de trabajadores
asalariados sobre todo emigrantes del sur (Kosovo, Macedonia, etc.) en las
empresas del Norte (Eslovenia).
-
Libertad para la emigración de los trabajadores
yugoslavos a países como RFA, Bélgica, Francia, Suiza, Austria, Australia, etc.
-
Libertad para marginar a los miembros de la clase
obrera tanto de la actividad política (según una encuesta de la revista Danas publicada el 5 de enero de 1988 en
la LCY sólo militaban un 30 % de obreros siendo sus miembros principalmente
directores y mandos de empresas y administraciones, según un sociólogo los
miembros de la Liga eran del 12 al 15 % de la población y ocupaban los puestos
de dirección en todos los terrenos[22])
como de la Universidad. El protitista francés G. Guezennec constata que “hace tiempo había observado la hostilidad al
socialismo y a la autogestión de una parte del cuerpo docente y de los
estudiantes de las facultades... El medio obrero estaba subrepresentado. La
burguesía de la preguerra que por tradición empujaba a sus hijos a los estudios
estaba sobrerrepresentada”[23].
Paradójicamente en un estado autoconsiderado
socialista la represión política se dirige contra los comunistas de oposición.
En julio de 1976 el secretario federal del interior declara que de las 237
personas detenidas en 1975 y 1976 por asuntos políticos 105 eran “kominformistas”
(es decir comunistas) que “habrían
intentado derrocar el orden socialista autogestionario para instituir un
régimen burocrático y estático con el apoyo de ciertos medios extranjeros”[24].
Los comunistas reprimidos por Tito siguen existiendo
y hoy han fundado su propio partido pero los que han destruido internamente la
convivencia multiétnica, lo que han masacrado después de haber excitado el
nacionalismo reaccionario no son ellos sino los nacionalistas de derecha y de
extrema derecha.
La paradójica Yugoslavia titista fue siempre apoyada
por los USA que quería hacer irreversible su ruptura con el campo socialista y
convertirla en un modelo socialdemócrata de referencia para romper el modelo
socialista soviético puesto en pie por el PCUS y aplicado con relativas
variantes en los otros países socialistas.
El embajador norteamericano en Belgrado Walter
Zimmermamm declaró: “Ofrecimos apoyo
político de alto nivel a Yugoslavia en los momentos en que apareció seriamente
amenazada por los soviéticos, en 1956 y en 1968”[25].
Pero cuando el campo socialista fue derrocado, el Pacto de Varsovia disuelto,
los comunistas echados del poder y varios de ellos encarcelados y asesinados y
la Unión Soviética destruida y desmembrada el apoyo político y financiero a
Yugoslavia perdió todo sentido para Washington. La ocasión fue rápidamente
apoyada por la renacida Gran Alemania para ajustar las cuentas pendientes que
tenía desde los tiempos del Kaiser y de Hitler.
8-
Kosovo, el verdadero gran problema nacional no resuelto
En el marco de una federación balcánico-danubiana el
problema nacional albanés, el serbio, el musulmán y todos los demás hubieran
encontrado la mejor solución. Crear estados étnicamente puros es aberrante en
cualquier parte del mundo pero en los Balcanes es la vía directa a los que los
sociólogos llamamos “anomia” que es el fin de la sociedad y de la civilización.
Un estado que reagrupase a todos los albaneses sería
el fin de Macedonia y de Montenegro y la guerra a muerte con Serbia y la
opresión de las minorías de su interior (en la actual Albania viven minorías
griega y macedonia). Un estado únicamente de los serbios es la pesadilla que
lleva dos siglos causando infinidad de desgracias a ese pueblo y que ha hecho
perder su tierra, su casa y su vida a decenas de miles de serbios de Croacia y
Bosnia.
De 1968 a 1971 los titistas concedieron a Kosovo un
parlamento y gobierno autónomos y competencias casi parecidas a las de las
repúblicas. La Constitución de 1974 en su artículo 1 señaló que Yugoslavia era
una comunidad formada por Repúblicas socialistas “así como de las Provincias
Autónomas Socialistas de Vojvodina y Kosovo, que forman parte de la República
Socialista de Serbia”[26].
Hay que tener en cuenta tres cuestiones importantes:
1. La animadversión tradicional entre albaneses y serbios está en parte
motivada por la colaboración de la élite albanesa con los enemigos exteriores.
El propio nº 2 en la época de la Albania socialista Mehmet Sehu reconoce que “todos los enemigos interiores del pueblo que
habían servido a Turquía y al rey Zogu, se convirtieron en fieles y ciegos
instrumentos del fascismo”[27]
italiano invasor de Albania en la 1939. En Kosovo los nazis y fascistas
enrolaron a albaneses en regimientos que en 1943 quemaron casas de serbios,
cometieron masacres y deportaron a la mitad de la población serbia. Pero tanto
en Albania como en Kosovo lucharon activamente en las filas partisanas
comunistas albaneses contra el ocupante extranjero. La guerrilla comunista
albanesa de la zona kosovar de Dibra fue aniquilada por los nazis y sus
colaboradores en 1943. Es una historia que ya viene de la época otomana. El
escritor albanés Ismail Kadaré reconoce que el Sultán confió a los albaneses
las más altas funciones del Imperio en la economía, la diplomacia, etc.
2. La presión demográfica albanesa
en Kosovo no hace más que crecer en detrimento de las poblaciones eslavas y
otras. Tito impide volver a Kosovo a los serbios expulsados durante la 2ª
guerra mundial sin que sepamos bien las razones. La investigación histórica tiene
la palabra para resolver estas y otras dudas. Antes de 1660 la población
kosovar es mayoritariamente serbia. En este siglo el crecimiento de la
población albanesa es fuerte:
Porcentaje
de cada etnia con relación a la población total de Kosovo
|
Albaneses |
Serbios |
Montenegrinos |
Otros (turcos, musulmanes, gitanos) |
1941 |
50 |
|
|
|
1966 |
66 |
24 |
5 |
|
1988 |
77 |
14 |
2 |
|
1991 |
85 |
9 |
1 |
|
Fuentes:
elaboración propia a partir de fuentes diversas
3. Kosovo es el territorio más pobre de la antigua Yugoslavia. El paro es
en 1988 del 30 % y el salario medio de 90.000 dinares mientras que en la misma
fecha en la República más rica, Eslovenia, ambos indicadores son del 2 % y de
cerca de 270.000[28]. En 1991
Kosovo tenía el 17,6 % de analfabetos mientras que Eslovenia tenía el 0,8 %. El
régimen titista se esforzó en mejorar su desarrollo económico y social. Crea un
fondo para el desarrollo de las regiones subdesarrolladas que invierte entre el
1,5 % y el 1,7 % del PNB yugoslavo. Se consiguen éxitos: se desarrolla la
enseñanza universitaria, mejora la salud, la esperanza de vida de los hombres
pasa de 48 a 66 años en un periodo de 20 años. Sin embargo la autogestión al
liberalizar los precios en 1965 hace que suban los de los productos
manufacturados que Kosovo debe comprar y bajen los de sus materias primas que
vende a otras repúblicas. El plomo de su complejo de Trepca era vendido a
precios inferiores a los de los costos de producción con perdidas anuales de
300 millones de dinares. No se instalan en Kosovo industrias transformadoras de
sus materias primas que hubiesen aportado valor añadido.
En 1968 se producen movilizaciones a favor de mejoras
económicas y de convertirse en una república federal. Las reivindicaciones son
satisfechas tal como queda indicado. Pero en 1981 se producen graves
disturbios. Una manifestación estudiantil que pide mejoras en sus condiciones
de vida es reprimida. Eso da lugar a otra manifestación al grito de “Kosovo
república”: “Testigos albaneses afirman
que la policía cargó, usando armas de fuego contra la manifestación que se
había iniciado pacíficamente tras un retrato de Tito y varias banderas
yugoslavas. Por su parte, otras fuentes citan que también hubo tiros por parte
de los manifestantes”[29].
Once manifestantes son muertos.
La respuesta
oficial es la represión: 2.500 condenas en 1983. Titistas albaneses son
expulsados en 1988 de la dirección de la LC de Kosovo como Fadil Hoxha, viejo
colaborador de Tito. El antiguo dirigente de la LC de Kosovo Azem Vlasi es
procesado acusado de “contrarrevolucionario” pero es absuelto. A finales de los
80 Kosovo vive bajo el estado de excepción.
Lo que es mortal para la federación yugoslava no es
el conflicto de Kosovo en sí mismo sino la reactivación del nacionalismo serbio
que éste acarrea o que al menos facilita.
En la LC de Serbia una línea nacionalista partidaria
de mano dura contra los albaneses y liderada por el antiguo dirigente de una
fábrica de gas y ex director de banco llamado Slobodan Milosevic desbanca en
1986 a los titistas partidarios de una política moderada y representados por el
presidente de la República Peter Stambolic.
Una vez conseguido el poder convoca manifestaciones
en Kosovo, Serbia y Montenegro para protestar por los supuestos ataques que
forzarían a la emigración a serbios y montenegrinos de Kosovo. Desde el diario
belgradense Politika que controla
lanza ataques a los albaneses con este motivo.
Sin embargo la información de la que disponemos
(reconocemos que insuficiente) señala que la situación en los 80 no es de
ataques interétnicos: “aunque los
matrimonios entre miembros de la comunidad albanesa y serbia son muy raros, en
la universidad de Pristina las relaciones entre estudiantes de distinta
nacionalidad no son tensas y se tiene la opción de asistir a clases en serbio o
en albanés. ´Aunque en la prensa de Belgrado se publica mucho sobre supuestas
agresiones de albaneses a serbios y demás, la realidad es que apenas hay
crímenes entre albaneses y serbios y que, por razones culturales, las
violencias son mucho más frecuentes en el interior de la comunidad albanesa’
explica un sociólogo albanés”[30].
La dirección titista de la LCY se opone a esta
corriente nacionalista. El presidente de la LCY, el sociólogo croata Stipe
Suvar, condena en estos términos el renacimiento del nacionalismo serbio de la
mano de Milosevic (aunque sin citarlo):
“Tal evolución
de las cosas es aprovechada por el nacionalismo serbio para resucitar sus mitos
nacionalistas y hacer un llamado de guerra (si hay suerte, así cantan los que
creen que la guerra es una suerte) para resolver por esta vía el problema que
las fuerzas sociales no están en condiciones de resolver... Existe una fuerte
presión del nacionalismo albanés y también del nacionalismo serbio sobre las
masas albanesas” [31].
El populismo antitista de Milosevic gana eco social y
esto beneficia indirectamente a las fuerzas derechistas antiyugoslavas de
Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina que trabajan activamente por hacer
triunfar la contrarrevolución. Las autoridades toman medidas contra grupos
fascistas que en los 90 van a jugar un rol protagónico en la limpieza étnica,
las masacres y el hundimiento de la federación yugoslava.
En abril de 1983 son encarceladas 11 personas en
Sarajevo acusadas de actividad contrarrevolucionaria de inspiración
nacionalista musulmana “para derrocar el
orden social y establecer un poder islámico... el grupo pretende hacer de
Bosnia-Herzegovina un estado islámico étnicamente puro[32].
Entre los detenidos está el viejo colaborador con los nazis de la 2ª guerra
mundial Alia Itzezbegovic.
El futuro genocida croata nazi Paraga y el futuro
genocida serbio chetnik Seselj son condenados a cárcel por su agitación
ultranacionalista lo que por cierto motiva la protesta de Amnistía
Internacional que contribuye de esta manera, por simple estupidez o conscientemente,
a hundir a los pueblos yugoslavos en la barbarie.
Estas medidas no son antidemocráticas sino de
protección del pueblo y de la sociedad pero para ser eficaces hubiesen debido
ser el complemento de una gran ofensiva política y social de las fuerzas
populares, obreras e intelectuales conducidas por los comunistas para defender
el socialismo, la convivencia interétnica, la unidad y fraternidad y el yugoslavismo.
Esas fuerzas existen y son además importantes en la
clase obrera, el partido, el ejército y en toda la sociedad. Pero tantos años
de desarme ideológico y de burocratismo han socavado la capacidad de acción de
la LCY. El 27 de mayo de 1989 el gobierno de Serbia anula lo esencial de la
autonomía kosovar. El 26 de junio de 1990 disuelve el parlamento y el gobierno
de Kosovo. Las autoridades eslovenas usan este conflicto para preparar la
separación de la federación.
El nacionalismo albanés se radicaliza y aunque el
pueblo pierde derechos y sufre abusos su situación no es comparable con la
inaudita represión de los kurdos en Turquía, los palestinos a manos de Israel,
los timorenses a manos de la dictadura militar indonesia, los irlandeses bajo
la represión británica, los saharauis bajo Marruecos o las poblaciones
indígenas de América sojuzgadas desde hace siglos.
Libros albaneses se traducen al serbio, se publican
periódicos en albanés, emiten radios en albanés, existen una Universidad y una
Academia de Ciencias, ejercen por rotación funciones de presidencia en la
federación yugoslava. En los años 80 se desarrolla una corriente sobre todo en
la emigración albanesa en Europa simpatizante del presidente comunista albanés
Enver Hoxha y partidaria de la unificación de Kosovo y Albania bajo su modelo
de socialismo.
9- La crisis económica, caldo
de cultivo del extremismo nacionalista
El profesor de la universidad de Amsterdam André
Gunder Frank señala la responsabilidad de la política económica norteamericana
y del Fondo Monetario Internacional en la crisis yugoslava[33].
Nada más cierto y menos conocido puesto que la
ideología oficial de Occidente hace recaer en los pueblos balcánicos la
responsabilidad única de la tragedia y sobre todo sobre el que está menos
dispuesto a aceptar dócilmente la colonización extranjera: el serbio.
El FMI tiene un sitio de honor en un futuro tribunal
de justicia imparcial (no la farsa grotesca del Tribunal Penal Internacional
que en plena guerra criminal de la OTAN contra Yugoslavia acusa a Milosevic de
crímenes y con su silencio apoya los crímenes diarios de la OTAN) que establezca
las responsabilidades de las agresiones contra los pueblos yugoslavos.
Pero a diferencia de los miniestados nacidos del
desmembramiento de la federación yugoslava, dicho estado sí era independiente y
por lo tanto libremente optó por endeudarse con el extranjero a partir de 1970.
La liberalización decretada en 1965 permitió a las empresas endeudarse e
importar con total desorden. De 1974 a 1979 el endeudamiento pasa de 5 a 15
billones de dólares.
Haber tomado ejemplo de la austera y modesta pero
digna e independiente Albania socialista les hubiese sido provechoso. Los
yugoslavos se ponen a consumir productos y mercancías extranjeros que no
necesitan o que producen ellos mismos. Sibilinamente los bancos americanos y
occidentales favorecen el endeudamiento con créditos fáciles.
La crisis no aparece hasta 1980 cuando la crisis
mundial y el retroceso de la economía hacen descender el nivel de vida de la
población. La inflación sube a 200 % y en 1989 llega a 2600 %. Hay un millón de
desempleados.
En 1989 el primer ministro Markovic se reúne con el
presidente USA Bush que condiciona toda ayuda a una nueva devaluación de la
moneda, congelación de salarios, recorte al presupuesto del gobierno y
disolución de las empresas autogestionarias. Los consejos de los trabajadores
de las empresas son sustituidos por comités de control de los propietarios y
los acreedores.
Bajo la dirección del Banco Mundial de 1989 a 1990
más de la mitad de los bancos yugoslavos son desmantelados. El Banco Mundial
(BM) exige el cierre de cientos de empresas y el despido de centenares de miles
de trabajadores. Fue el bombardeo “blando” 10 años antes del bombardeo literal.
El FMI y el BM condicionan la ayuda a liquidar todo
vestigio de socialismo, a echar del poder a la LCY y a dárselo a los partidos
de derecha hostiles al socialismo que florecen como hongos. Los primeros
partidos de derecha y nacionalistas florecen en mayo de 1989. A comienzos de
1990 son 60 partidos y a mediados son ya 200.
Yugoslavia hubiese podido salir adelante: pagó una
parte de la deuda que había bajado a 16 billones de dólares en 1984, los
trabajadores yugoslavos repatriaban cada año de 4 a 5 billones de dólares desde
el extranjero, el país era acreedor por un valor de 5 billones de dólares de
una serie de países como la URSS, Irak, Irán, Libia y Siria.
Si hubiese mantenido la unidad, la independencia y el
semisocialismo y no hubiera capitulado ante el FMI hubiese seguido siendo un
Estado que daba ejemplo al mundo en la resolución de diversos problemas importantes.
Pero el nacionalismo reaccionario que enfrenta entre
sí a eslovenos, croatas, musulmanes, serbios y albaneses (más al nivel de
ciertas élites que del pueblo) impide hacer un frente común para reconstruir la
economía y salvar la paz, la independencia y las conquistas de la Revolución.
El nacionalismo serbio prefería excitar a la
población recordando el carácter “sagrado” de Kosovo, su toponimia serbia y la
derrota contra los turcos de mil años atrás. Dicho nacionalismo es mas útil
para la burguesía que el que los trabajadores serbios se unan estrechamente a
los albaneses y de todas las nacionalidades para defender los derechos e
intereses comunes amenazados por el FMI.
Los derechos que están en peligro y a punto de ser
liquidados son el de la educación, la sanidad, la vivienda, a la propiedad
socialista de los medios de producción, a mantener la tradición antifascista, a
la paz, la convivencia fraterna de todos los pueblos y minorías, la afirmación
nacional de cada comunidad y la independencia común como Estado soberano, que
los campesinos se organicen en cooperativas, a tener un ejército depositario de
la tradición partisana, la ciudadanía yugoslava, el no-alineamiento y muchos
más incluido el derecho a la vida misma.
Se oyen voces sensatas pero son desatendidas. Por
ejemplo el diario belgradense Borba
escribe: “En resumen, empezamos a
abandonar las ilusiones sobre que las gentes del FMI y de otros centros
bancarios mundiales vienen a Yugoslavia para buscar una nueva oportunidad de
“ayudarnos”. Hemos firmado cada uno de los contratos a causa de nuestras
grandes necesidades ya que nuestros deudores lo hacían para multiplicar sus
capitales a nuestras expensas”[34].
No deja uno de sorprenderse de que presuntos marxistas hayan sido capaces de
tanta ingenuidad.
Alemania y USA tienen planes bien distintos que los
que corresponden a los intereses de los pueblos trabajadores yugoslavos:
instaurar en Yugoslavia un régimen político dócil que facilite la colonización
económica. El punto de discrepancia entre ambos es si les resulta más
conveniente preservar una Yugoslavia unida o desmembrarla. Pronto Alemania
impondrá su viejo afán de terminar con un Estado de todos los sudeslavos. El
plan inicial es imponer la división de los pueblos por la vía del pluripartidismo.
El buen conocedor de esa realidad, Guezennec lo escribe así:
“Otra exigencia
del FMI y de los occidentales es renunciar a toda perspectiva de pluralismo
autogestionario, para instaurar el pluripartidismo occidental. La Liga de los
Comunistas, minada desde el interior, se presta a colaborar con estas
exigencias. Los partidos de derecha disfrazados bajo apelaciones muy diversas
se apresuran a destruir el sistema de delegaciones, a reducir lo que quedaba de
democracia en las empresas. En Eslovenia han propuesto incluso devolver a la
Iglesia los bosques que habían sido nacionalizados en la Liberación”[35].
Es cierto que la mayoría del personal de dirección
política que conduce a Yugoslavia al abismo proviene de la LCY. Un ejemplo: De
1989 a 1990 es presidente de Yugoslava el esloveno Janez Drnovsek quien declara
que el espíritu empresarial es compatible con el socialismo y que la economía
de mercado garantiza la máxima eficacia tanto en el socialismo como en el
capitalismo[36].
Diez años después ese mismo político convertido en
primer ministro de Eslovenia declara que “La
OTAN debe salir airosa de este conflicto porque se juega su prestigio,
legitimidad e imagen. Nuestro país ha apoyado la reciente intervención militar
de la OTAN en Kosovo y hemos considerado que era la única salida ante los
acontecimientos que se sucedían”[37].
Otro ejemplo: el burócrata titista Kiro Gligorov
declara en 1988 que el “socialismo debe
ser capaz de ajustarse a los imperativos de la época... Hace mal quien vive
esclavo de dogmas, prohibiciones y tabúes”[38].
Once años mas tarde mantiene que “sean
las tropas de la OTAN las que aseguren el cumplimiento del acuerdo y el retorno
seguro de los refugiados”[39].
Podemos hacer ejercicios parecidos con el serbio
Milosevic, el croata Tudjman, el esloveno Milan Kucan, etc. Parece evidente que
la dirección de la LCY estaba podrida por dentro, salvo algunas excepciones.
10- Ingerencia brutal del imperialismo
para romper Yugoslavia
Los planes de la Gran Alemania para romper Yugoslavia
se cumplen paso a paso. En Eslovenia las autoridades legalizan el
pluripartidismo en 1989. En enero de 1990 se celebra el congreso de la LCY. La
delegación eslovena lo abandona seguido por la croata. Es el fin de la LCY. La
presidencia federal le sobrevive 15 meses y el gobierno federal 21 meses.
En cada república se convocan elecciones
pluripartidistas que van a ganar las fuerzas derechistas y antiyugoslavas
financiadas desde el exterior. Por ejemplo gana en Croacia el partido HDZ de
Franco Tudjman financiado por la emigración ustacha y ampliamente apoyado por
el servicio secreto alemán.
En Eslovenia gana una coalición anticomunista llamada
Demos que practica la demagogia desenfrenada. Por un lado exige el respeto a
los derechos humanos en Kosovo y por el otro exige dejar de contribuir al fondo
de ayuda a las regiones subdesarrolladas. Hemos visto que es el atraso
económico el principal problema de Kosovo y la explotación que la república más
rica que es precisamente Eslovenia comete contra ella.
En Bosnia gana las elecciones el Partido de Acción
Islámica pero su candidato más votado, el empresario Fikret Abdic es marginado
porque defiende la federación yugoslava y la amistad entre musulmanes, serbios
y croatas. En su lugar es elegido presidente de Bosnia el presidente del partido,
un fanático de extrema derecha llamado Alia Itzezbegovic que va a llevar a
Bosnia al desastre.
En Serbia, Montenegro y Macedonia ganan los partidos
nacidos del ala derecha de la antigua LCY[40],
Partido Socialista en Serbia y Partido Socialista Democrático en Montenegro
pero están activas numerosas fuerzas nacionalistas y derechistas. El gobierno
alemán alienta la separación de eslovenos y croatas.
En agosto el portavoz del primer ministro alemán
Horst Teltschik se reúne con el representante del gobierno croata[41].
El ministro de asuntos exteriores de Austria viaja a Eslovenia para preparar la
independencia. Las burguesías de ambas repúblicas aún yugoslavas convocan
referendums sin contar con el estado federal en las que sale ganador salir de
la federación.
En marzo del 91 el presidente esloveno viaja a Bonn y
en abril a Baden-Würtengberg donde recibe apoyo financiero. En abril el
gobierno croata empieza a organizar una “guardia nacional” y afirma que
conseguirá la independencia por la violencia si es necesario.
El 25 de junio Croacia y Eslovenia proclaman
unilateralmente la independencia y las milicias eslovenas masacran a sangre
fría a reclutas del Ejército Popular Yugoslavo cuando éste intenta recuperar el
control de las fronteras federales y que aún dirigido por el espíritu partisano
de la fraternidad yugoslava no hace uso de su superioridad de fuego[42].
El 5 de julio el ministro alemán de asuntos
exteriores Genscher amenaza a Yugoslavia con reconocer unilateralmente a
Croacia y Eslovenia. El primer ministro alemán Kohl recibe al neofascista
croata Tudjman el 18 de julio y le asegura su apoyo para el reconocimiento.
El gobierno alemán impone a los gobiernos de París,
Londres y Washington su visión sobre que el enemigo a batir es quien se oponga
al desmantelamiento completo de Yugoslavia y en agosto el ministro alemán de
economía inicia el camino de las sanciones contra Belgrado retirándole los
créditos “Hermes-Bürgschaften” que son puestos a disposición de Eslovenia y
Croacia.
En agosto y en octubre los gobiernos de ambas
repúblicas se reúnen con sus colegas alemanes. Genscher les promete el
reconocimiento antes de diciembre si inscriben en sus constituciones los
derechos de las minorías serbias. Mientras tanto los croatas se arman
apresuradamente incluso en territorio español. Dos pacifistas de Gasteiz
recuerdan este dato:
”En octubre de
1991 detienen en San Pedro de Alcántara (que junto con Fuengirola son dos
puntos importantes de la venta internacional de material bélico de gran
tecnología) a dos croatas y dos austriacos que se habían entrevistado con
representantes de la compañía Commerce International Group Ltd. (filial en el
Estado español de una compañía inglesa), con la intención de adquirir
lanzamisiles, tanques, lanzagranadas y abundante munición”[43].
El portavoz del gobierno de Tudjman declara en una
conferencia de prensa en Bonn: “Sin la
ayuda de los alemanes no habríamos podido resistir”. El 4 de diciembre el
gobierno alemán anuncia un embargo contra Serbia y Montenegro.
En Croacia el nuevo régimen muestra su imagen
fascista: la nueva constitución convierte a los serbios en ciudadanos de
segunda clase a los que se impide ejercer funciones gubernamentales y otras
funciones. Las milicias croatas empiezan a sembrar el terror. La periodista
comunista croata Jasan Ikalec describe así la política que sigue en 1991
Tudjamn:
1) Todo ciudadano croata para obtener un pasaporte debe presentar un
certificado de residencia.
2) Todo no croata no puede obtener tal documento, en
primer lugar los serbios.
3) Todo
opositor político puede ser castigado con tres meses de encarcelamiento. La
propia periodista sufre ese castigo a causa de sus artículos.
4) Los ustachis y neoustachis de Zagreb intentan
apropiarse de las casas de los serbios, 130 casas son dinamitadas en Zara y
Split. Miles de serbios y comunistas son despedidos de escuelas, empresas y
hospitales.
5) Los símbolos antifascistas son abolidos
(destrucción de más de 2000 tumbas y monumentos, cambio del nombre de las
calles, suspensión de las pensiones a los antiguos partisanos de la guerra de
Liberación). La moneda de Ante Paveclic, el kuna es restablecida como moneda
oficial.
6)
Antifascistas y serbios son asesinados como el profesor Ranko Horbvat
(comunista), el sindicalista Milan Krivokuca, la familia Zec, etc.
Mientras tanto abundante armamento llega a Croacia
desde Alemania, Austria y Hungría. El secretario general de las Naciones Unidas
Pérez de Cuellar advierte a Alemania que un reconocimiento precipitado traerá
consecuencias muy serias en el conjunto de los Balcanes.
Lord Carrington que preside una conferencia sobre
Yugoslavia en La Haya declara que “un reconocimiento significa de facto la
desestabilización de Yugoslavia”. Pero Alemania no sólo prosigue su plan
destructor de Yugoslavia sino que impone a la Comunidad Europea y a EEUU hasta
este momento favorables a la unidad yugoslava su criterio.
El 17 de diciembre la CE aceptar reconocer todas las
repúblicas yugoslavas que quieran ser consideradas como estados autónomos. Ese
mismo día Kohl declara en Dresde que la decisión de la CE “es una importante victoria de
la política alemana”.
La CE crea la comisión “Badinter” para inspeccionar
las constituciones de los nuevos estados independientes condicionando a su
dictamen el reconocimiento pero la Gran Alemania no espera a su resolución y el
23 de diciembre reconoce a Eslovenia y Croacia. El 13 de enero de 1992 el
Vaticano es el segundo estado que los reconoce.
Con toda la razón dice el filósofo Gabriel Albiac que
“Alemania y el Papa desencadenaron la guerra
civil que descuartizó la vieja Yugoslavia”[44].
El 15 de enero la comisión Badinter señala que los derechos de las minorías no
están suficientemente protegidos en Croacia pero la contrarrevolución ya ha
ganado.
La población serbia se levanta en armas con la
memoria de las atrocidades cometidas por los antecesores políticos de las
nuevas autoridades de Zagreb[45]
en la 2ª guerra mundial y se producen masacres y destrucción de pueblos. El
Ejército Popular Yugoslavo es atacado por las milicias fascistas croatas y se
pone del lado de las milicias serbias. Está al borde de dejar de existir
políticamente.
La guerra de Croacia es el preludio de una atroz
guerra civil en Bosnia-Herzegovina cuya responsabilidad principal incumbe a
Alemania y a la llamada “Comunidad Internacional”. El 6 de abril de 1992 Bonn
reconoce su independencia a pesar de que un tercio de su población, los
serbios, quieren seguir unidos a Yugoslavia y no se ha contado con ellos para
nada.
El integrista Itzezbegovic ha escrito en su
declaración islámica que “no puede haber
paz o coexistencia entre la fe islámica y sociedades o instituciones políticas
no islámicas... El Islam excluye el derecho o la posibilidad sobre su
territorio de toda ideología que le sea extranjera... El Estado debe ser la expresión
y el vector de los conceptos morales de su religión”.
El viejo conspirador antiyugoslavo Klaus Kinkel
convertido en nuevo ministro alemán de asuntos exteriores intenta que la CE
declare un aislamiento total contra Serbia. El portavoz Herbert Ocun del
negociador americano Cyrus Vance declara que Gencher ha "empujado al reconocimiento prematuro y sin
perspectivas de Croacia y de Eslovenia y es así responsable la guerra que
después se ha extendido a Bosnia".
Tiene razón en preguntarse Albiac porqué “en medio de tal pléyade balcánica de
políticos fascistas y asesinos” tanto Alemania como EEUU, la CEE, la OTAN,
en una palabra los países imperialistas, han situado al líder serbio Milosevic
y al pueblo serbio en general como el enemigo a batir. No desde luego porque
dicho líder sea portador de un proyecto social revolucionario.
En los años 80 los EEUU en plena guerra sucia pero
mortífera contra los sandinistas en Nicaragua les sugerían que un modelo como
el yugoslavo en dicho país sería del gusto norteamericano. Además al comienzo
los EE.UU. eran hostiles al comienzo al desmantelamiento de Yugoslavia. La
respuesta es que Alemania consigue que Washington acepte su ideología
radicalmente antiyugoslava.
Los EE.UU. atribuyen a la Gran Alemania un papel
fundamental en la recolonización de Europa del Este y en la preservación del
sistema monetario internacional. Es Alemania quien permite que los EE.UU.
impongan el nuevo papel estratégico de la OTAN frente a las veleidades
europeístas de Francia y otros países.
Los EE.UU. admiten la visión alemana y lideran desde
1991 una rigurosa política antiserbia y antiyugoslava que va desde las más
duras sanciones económicas al ataque militar de la OTAN primero en 1995 contra
los bosnio-serbios y en 1999 contra la República Federal de Yugoslavia.
La primera medida es el bloqueo de la ayuda
norteamericana a Yugoslavia que emplea como pretexto la violación de los
derechos humanos de los albaneses en Kosovo en mayo de 1991.
Ya en 1992 el subsecretario de Estado norteamericano
Eagleburger señala que los EEUU contribuirían a una intervención militar de la
OTAN contra Yugoslavia mediante un bloqueo naval y la intervención de la
aviación de la VI Flota del Mediterráneo.
Además en el caso de Bosnia-Herzegovina los
norteamericanos se vuelcan en el apoyo al régimen musulmán integrista de
Itzezbegovic para conseguir la simpatía de los estados musulmanes más
conservadores y tratar de compensar las consecuencias de su apoyo a Israel y de
guerra de exterminio contra Irak.
La política alemana va a conseguir un triunfo más: el
consejo de seguridad de la ONU vota el 30 de mayo de 1992 sanciones económicas
contra Serbia a pesar de un informe del secretario general de la ONU
Butros-Ghali que señala la responsabilidad del ejército croata en la guerra de
Bosnia apoyando además de a los fascistas bosnio-croatas al gobierno de
Itzezbegovic[46].
Hago mía otra oportuna cita de Albiac: “Occidente ha inventado allí buenos y malos
(todos son pésimos), amigos y enemigos. En un mapa dominado por indistinguibles
hijos de puta (o, si se prefiere ser mas politically correct o más cursi en el
lenguaje, por intercambiables asesinos), hemos comprado a nuestros hijos de
puta a la medida”.
La guerra de Bosnia es el escenario de una gigantesca
operación oculta de intervención militar norteamericana de todas las formas
posibles: directamente a través de ataques de la OTAN, oficiosamente a través
de militares retirados que “asesoran” a las fuerzas de Itzezbegovic,
indirectamente a través de fanáticos musulmanes extranjeros que con ayuda
logística USA llegan a participar en su “guerra santa”, de militares turcos,
etc.
Los EE.UU.: consiguen que sus protegidos del régimen
fascista de Croacia (más exactamente los protegidos de sus estrechos aliados
los alemanes) cometan con toda impunidad la mayor limpieza étnica de los
Balcanes: la expulsión de medio millón de habitantes serbios de la Krajina en
territorio croata con la de que aviones croatas los bombardearon a placer
cuando huían; y que sus también protegidos croato-musulmanes de Bosnia derroten
al Ejército bosnio-serbio cometiendo asimismo las mismas masacres contra la
población civil que cometen sus enemigos.
Además ganan la guerra de la propaganda diabolizando
a los serbios y a sus líderes de Bosnia y de Yugoslavia. En el banquillo de los
acusados de crímenes contra los pueblos yugoslavos están los líderes serbios
pero faltan Alemania, el Vaticano, los EE.UU. y sus peones locales.
11- Fin de la pequeña Albania
Las realidades y evoluciones políticas en Albania y
en Kosovo son distintas pero se influyen mutuamente más allá del hecho de que
la población mayoritaria en ambos territorios es albanesa por lo que es
necesario analizarlas en paralelo. Empezaremos por el cambio de régimen
político y social en Albania que a mi entender es más que eso: es el fin de una
organización social “sostenible”, por emplear un vocablo de moda, y su paso a
una anomia permanente marcada por el reinado de las mafias, la vuelta al
tribalismo y la dependencia respecto a Occidente.
El Partido Comunista de Albania (PCA) dirigió la
resistencia armada contra el invasor nazi-fascista que ocupó Albania de 1939 a
1944 al precio de la muerte de 20.000 patriotas. En 1946 se proclamó la
República Popular de Albania. Insistimos en que para entender el atraso extremo
en que se encontraba este país es indispensable considerar los siglos de
dominación otomana unidos a la época de régimen feudal de 1918 a 1939 y la
citada invasión extranjera.
El probablemente mejor conocedor español de los
Balcanes y por lo menos un periodista honesto y objetivo como ya casi no quedan
Juan F. Elgorriaga escribió que “en el año 1938 con 3 veces menos producción
que Rumania por habitante, Albania estaba económicamente mas cerca de Asia que
de Europa”[47]. Daremos
algunos breves datos sobre sus indicadores:
Analfabetismo de la población.
1944
83 %
Esperanza media de vida.
1935 |
1945 |
1985 |
38 |
40 |
72 |
Tractores agrícolas disponibles
1938 |
1975 |
40 |
14.000 |
De manera que la pequeña Albania empezó su desarrollo
desde la miseria más absoluta y tomando en consideración las necesidades
sociales de la población. Los albaneses tenían con el régimen socialista acceso
gratuito a la salud, a la educación, a la cultura, al pleno empleo y a un
alojamiento digno.
El joven violinista albanés Tedi Papavrani, “llamado
a convertirse en uno de los grandes maestros mundiales del violín”, declaró a
un diario bilbaíno con motivo de un concierto suyo en Getxo: “Ahora hay más libertades pero está claro que
solamente el sistema comunista garantizaba una enseñanza musical de la que
pudieran salir artistas con un gran nivel”[48].
El país construyó vías de comunicación inexistentes
en 1944, el primer tren, el puerto moderno de Durrës, un gaseoducto, una
industria de transformación, una industria de producción eléctrica también
antes inexistente que le permitía exportar a Grecia, Yugoslavia e Italia, una
industria extractiva que le permitía ser el tercer productor mundial de cromo,
el 15o de ferro-níquel y autoabastecerse en petróleo.
El país era autosuficiente en cereales panificables e
incluso la balanza agrícola era ligeramente excedentaria. En el periodo 1975-85
el crecimiento económico anual fue del 4 % y el país siguió modernizando sus
vías de comunicación y su aparato industrial. Por primera vez el país disfrutó
de independencia real y llegó a una cierta autosuficiencia austera.
Obviamente esto no complacía a los poderosos de este
mundo que encuentran placer en ensuciar este periodo histórico. Una nota
informativa del Parlamento Europeo escribe que “Enver Hoxha se convirtió en un
dictador despiadado y paranoico que gobernó como un señor feudal”[49],
el Papa también le acusó de reprimir a la religión.
Con motivo de la oleada contrarrevolucionaria
desatada con la perestroika y la caída del Muro de Berlín los EE.UU. ponen su
mirada sobre el país y acarician la idea de ponerlo bajo su dominación.
“Washington ha hecho saber a Tirana que sólo ayudaría al país si impide la
influencia de la Comunidad Europea. EE.UU. sueña con hacer de Albania su cabeza
de puente en los Balcanes y con una base militar en el puerto de Vlora”[50].
Poco podían imaginar los norteamericanos que las
cosas le iban a ir tan bien que en 1999 Albania es un submarino insumergible
norteamericano y de la OTAN que ha hecho dejación de toda soberanía para
ofrecerles el país en bandeja.
El presidente Ramiz Alia, sucesor de Enver Hoxha en
la cabeza del Estado socialista y del Partido del Trabajo de Albania (PTA,
comunista) se pliega a las presiones exteriores y a una feroz oposición interna
alentada por los acontecimientos en el Este europeo. En 1990 ordena retirar la
estatua de Stalin y quita el nombre de Enver Hoxha a la Universidad. Convoca
elecciones multipartidistas en 1991 que gana el PTA con 168 escaños (el 70 %
electoral) frente al ultraderechista Partido Democrático (PD) liderado por Sali
Berisha con 75.
Pero Occidente y el PD no respetan a las urnas y
provocan graves disturbios: hay una migración masiva a Italia y Grecia, una
toma multitudinaria de embajadas, huelgas, bandas anticomunistas derriban la
estatua de Enver Hoxha en Tirana. El gobierno del PTA hace más concesiones,
abre relaciones con Israel, apoya la guerra imperialista contra Irak de 1991 y
capitula convocando un año mas tarde elecciones anticipadas que gana el PD.
Cuando toma el poder aplica una política muy clara:
destrucción de las estructuras administrativas del Estado, liquidación de los
derechos sociales[51],
la persecución implacable de los sectores vinculados al antiguo régimen y a la
izquierda (encarcelamiento y condenas injustificadas contra Ramiz Alia y
numerosos ex dirigentes del Estado, persecución a la familia Hoxha, prohibición
del reconstituido PCA, detención y asesinato de sus militantes, represión
violenta de manifestaciones, represión sangrienta del levantamiento de 1997,
etc.).
La economía es destruida. El 80 % de los Albaneses
pierde el empleo. Las fábricas de las cercanías de Tirana que empleaban a
120.000 hombres y mujeres son cerradas. El país cae bajo la dependencia de EEUU
y de la CE. El “sistema de ahorro piramidal” priva al pueblo de sus últimos
ahorros y el pueblo en el sur, en las ciudades de Vlora, Berat, etc. se levanta
en armas contra la dictadura corrupta de Sali Berisha en 1997.
Italia que es el principal inversor en Albania dirige
una intervención militar extranjera que intenta sostener al hoy procesado por
crímenes contra la humanidad Sali Berisha. La mayor sociedad petrolífera
italiana ENI obtiene en 1991 del gobierno de Berisha una concesión de
prospección petrolífera sobre los 3000 kilómetros cuadrados de costas albanesas
durante 25 años[52].
Las empresas italianas que han comprado empresas
albanesas intensivas en mano de obra (sectores del calzado, textil, artículos
deportivos, restaurantes, complejos turísticos) se benefician del hecho que el
salario del trabajador albanés es 20 veces inferior al del trabajador italiano.
Un dato de hasta qué punto Berisha entregó el país a
los EE.UU. es que a causa de este levantamiento es evacuada urgentemente la
enorme cifra para un país tan pequeño de 4000 ciudadanos norteamericanos. Es
personal de multinacionales, de ONG, diplomáticos, misioneros... es decir la
CIA en todas sus vertientes.
Se convocan elecciones que gana el Partido Socialista
nacido del ala derecha del antiguo PTA que desilusiona muchas ilusiones populares
y prosigue con la política proimperialista de Berisha.
Estos acontecimientos repercuten negativamente en
Kosovo. Desde 1990 el BND se instala en Tirana y en colaboración con el
servicio secreto albanés Shik a las
órdenes de Berisha entrega armas, municiones y equipos electrónicos con destino
a la creación de grupos armados kosovares que más tarde se conocerán con la
sigla UÇK. Informa de ello el especialista francés en servicios secretos Roger
Faligot[53].
El ex militar y ex espía alemán confirma esta
información en el programa Monitor de la TV alemana. El BND vuelve a repetir la
misma operación secreta que desde 1979 apoyó la reorganización del fascismo
croata en torno a Tudjman. Berisha pide en 1992 el bombardeo de Belgrado y el
envío de tropas de la OTAN o de la ONU a Kosovo. Recibe al presidente de la
República italiana Scalfaro en el mes de diciembre de ese año quien le asegura
pleno apoyo italiano en caso de conflicto con Serbia a la vez que exige “plena
y auténtica soberanía para Kosovo”.
12- Empeoramiento de la situación
en Kosovo
En Kosovo durante los 90 los problemas crecen. La
política chovinista del gobierno serbio lesiona los derechos nacionales de los
albaneses: en 1990 es cerrado el periódico en albanés Rilindja, la radio y la
TV en albanés son suprimidas así como el banco de Kosovo, museos, teatros y
estudios de cine son cerrados, miles de trabajadores son despedidos y miles de
ciudadanos son detenidos y se denuncian torturas.
Los directores albaneses de 8 empresas kosovares son
cesados en 1992 y reemplazados por serbios y montenegrinos. En 1992 hay unos 40
presos por motivos políticos. El movimiento nacional albanés que en los años 80
es de izquierdas y reivindica el comunismo, en los 90 evoluciona en tres
direcciones: hacia la derecha, hacia la radicalidad en sus reivindicaciones
respecto a Serbia y en la alianza con Alemania, con EE.UU. y con la OTAN.
Surgen diversos partidos: La Liga Democrática de
Kosovo presidida por Ibrahim Rugova que gana las sucesivas elecciones paralelas
y es elegido presidente de una no reconocida “República de Kosovo” y cuyo
vicepresidente es Fehmi Agami, el Partido Demócrata-Cristiano liderado por Ymer
Yaka al que los nacionalistas croatas ofrecen armas al comienzo de la guerra
entre croatas y serbios, el partido parlamentario de Veton Suraj, el Partido
Socialdemócrata de Skeljzen Malici, etc.
Es un movimiento que opta por la resistencia pacífica
pero que se radicaliza en sus reivindicaciones independentistas lo que sitúa al
conflicto en una situación difícil por la negativa de los partidos serbios en
el poder o en la oposición a aceptar tal posibilidad. En 1991 crean sus propias
universidades para boicotear los centros oficiales. Crean también sus propias
maternidades con financiación de la orden de Madre Teresa de Calcuta y de
Médicos sin Fronteras a pesar de que el riesgo de muerte para las madres y sus
hijos es mayor que en las públicas.
La ingerencia alemana pasa por apoyar activamente la
creación de un grupo armado que desde mediados de los 90 realiza atentados y
ataques contra serbios y albaneses fieles al estado yugoslavo y contra
instituciones de dicho estado pero también por incrementar la tensión hasta
provocar la intervención militar de la OTAN contra la República Federal de
Yugoslavia.
En 1997 el viejo experto en destrozar Yugoslavia
Kinkel firma con su colega francés Védrine un “estatus especial” para los
albaneses de Kosovo. Simultáneamente Alemania estimula a la UÇK a lanzar una
ofensiva armada a comienzos de 1998. La contraofensiva de las fuerzas de
seguridad serbias causa la destrucción de aldeas y casas campesinas donde se
refugian los combatientes de la UÇK.
La prensa europea empieza a hablar de masacres y
Kinkel vuelve a hablar de intervención de la OTAN. En septiembre del 98 declara
que “los esfuerzos de Occidente para una solución negociada deben acompañarse
de una intervención militar creíble”.
Lamentablemente el parlamento no reconocido de los
albaneses de Kosovo hace propia esta posición y pide en ese mismo mes “la ayuda
de la OTAN para desmilitarizar Kosovo e instalar una administración
internacional provisional”. Las fuerzas nacionalistas sustituyen su demanda de
independencia por la de un protectorado de la OTAN lo que resulta paradójico.
El periodista belga Michel Collon en entrevista con
dirigentes estudiantiles cercanos a la UÇK informa que sus interlocutores le
manifiestan que lo único que quieren es separarse de los serbios y que “es
mejor ser ocupado por Alemania que por los serbios”[54].
La ingerencia abarca todas las esferas: el
importantísimo magnate George Soros financia el periódico de Pristina en
albanés Koha Ditore que reclama
permanentemente bombardeos de la OTAN (lo que por cierto es una muestra de una
más que excesiva libertad de expresión en el dominio del presunto tirano
Milosevic) y a la vez financia a la ONG Human
Right Watch que propala graves acusaciones contra los serbios.
En Frankfurt y Stuttgart funcionan oficinas del
“gobierno” albanés en el exilio. Los norteamericanos empiezan a dejar de
considerar terrorista a la UÇK que es cualquier cosa menos un ejército de
liberación. Entre sus fechorías está el asesinato en Tirana de Ahmed Krasnici,
jefe de las Fuerzas Armadas de la República de Kosovo (FARK) de tendencia
Rugova que amenazaba con disputarle el dominio de las armas.
Michel Collon intenta averiguar que hay de cierto en
que dentro de la UÇK existen comunistas y consigue entrevistarse con el
portavoz de esa organización Adem Demaqi, liberado de la cárcel en abril de
1990, premio Sajarov de la paz en 1991 y presidente del consejo de los derechos
humanos de Kosovo en 1992, lo que resulta chocante si consideramos las
fechorías que este grupo comete contra la población civil no albanesa de Kosovo
y hechos como que el principal benefactor y tesorero de este grupo es el
“principal dueño de prostíbulos en Macedonia” según The Wall Street Journal. Le declara que “hay que confiar en la
OTAN” y que “fuerzas en Rusia quieren volver al comunismo. La culpa es de
Occidente. Para esas fuerzas rusas, Kosovo es un test: si la comunidad
internacional fracasa en Kosovo, se mostrará que tampoco puede intervenir en
Rusia. Y estos círculos rusos aprovecharan para reconstruir su imperio”[55].
Su análisis es más cercano al de la extrema derecha que a cualquier otra
corriente. El aprovisionamiento y las bases de la UÇK están en el norte de
Albania que está bajo el control de las bandas armadas del ex dictador Berisha
lo que ofrece otro dato sobre la verdadera identidad del citado grupo.
Pero la ingerencia no se limita sólo a Kosovo. Fascistas
búlgaros apoyados por Alemania intentan en 1995 matar en atentado al presidente
pronorteamericano de Macedonia Kiro Gligorov y casi lo consiguen.
El 5 de junio del 98 Kinkel presiona a sus colegas de
la OTAN para decidir rápidamente una intervención militar contra Yugoslavia. En
octubre la OTAN amenaza con bombardeos si las fuerzas serbio-yugoslavas no son
reducidas de Kosovo. En diciembre la CIA produce un documento que concreta su
plan de subversión civil contra Yugoslavia. Se titula “Promover la democracia
en Yugoslavia”.
¿Qué tipo de democracia defiende la CIA que apoyó a
Pinochet, Somoza, Batista, Videla, Stroessner, Banzer, Mobutu, Sukarno, que
apoya a UNITA de Angola, a los talibanes afganos, a los escuadrones de la
muerte de América Latina, a los regímenes reaccionarios de Croacia y federación
croato-musulmana de Bosnia? “Democracia” en su boca no es otra cosa que
dependencia y sumisión a las órdenes del Pentágono. Apoya la presencia de ONG
europeas y norteamericanas que cumplen una función de apoyo a la agresión. 10
millones de dólares son dedicados a medios “abiertos”. En la guerra es
importante ocultar la palabra del enemigo (por eso bombardearon la televisión
pública serbia) y monopolizar la información. 1 millón de dólares para crear sindicatos
amarillos del tipo de Solidarnosc en Polonia. 5 millones de dólares para las
redes de educación alternativa. Nos gustaría saber cómo se financia la red
educativa creada en Kosovo por los nacionalistas. 1 millón de dólares a jueces
“independientes”. Se entiende que independientes del estado yugoslavo y de su
legislación pero dependientes de la CIA y de la OTAN. 10 millones a partidos
políticos. En el ataque contra Yugoslavia ha dado mucho juego el presidente
proamericano de Montenegro que es probablemente financiado de esta manera.
En estas condiciones se va a los encuentros de
Rambouillet en los que el gobierno yugoslavo se pliega a aceptar delegaciones
de la UÇK, a aceptar la mediación y la presión occidental que es abiertamente
favorable a este grupo aparentando equidistancia y acepta al principio de una
amplia autonomía. Cuando Yugoslavia se niega a aceptar la entrada de tropas de
la OTAN en todo su territorio y en condiciones de inmunidad total y de puesta a
su disposición de todas las vías de comunicación del país es cuando la OTAN
acusa al gobierno yugoslavo de no querer una solución y lanza su guerra de
agresión.
13- Conclusión
En un diario USA el ex parlamentario Lee Hamilton
resume bien la situación a la que se ha llegado tras casi una década de
intervención abierta de Occidente en contra de los pueblos yugoslavos y décadas
de hostilidad encubierta: “Hemos tomado completamente el control de los
Balcanes, los responsables americanos ejercen funciones dirigentes en todos los
Estados de la ex Yugoslavia. Somos prácticamente el procónsul”[56].
El futuro de Kosovo está definido claramente en las
palabras de la responsable norteamericana Madalena Albright: ”LA OTAN va a
gestionar los asuntos de estado de Kosovo exactamente igual como lo hace en Bosnia”.
¿Cómo lo hace en Bosnia? Privando de toda soberanía y derechos a los pueblos
bosnios, ocupando el terreno con decenas de miles de soldados agresivos y
fuertemente armados. En una palabra, estableciendo un nuevo colonialismo.
Es evidente que los derechos nacionales de los
albaneses deben ser respetados, el derecho a la educación en su lengua, a
ocupar la función pública y a disponer plenamente de su vida y de su destino
pero no a costa de los derechos de sus vecinos y jamás en el marco de una
dominación extranjera que priva de derechos a todos los pueblos.
El ejemplo más claro que es que bajo la dominación
extranjera el pueblo de Albania ha sido privado de todos sus derechos y de su
independencia nacional. Me parece razonable terminar por el momento con la
frase de un autor español ideológicamente lejano a mí pero lo suficientemente
razonable como para percatarse de los verdaderos problemas y de sus auténticos
responsables:
“Tan alta
contribución occidental a la catástrofe yugoslava tardará décadas en ser
establecida como verdad histórica. No puede aceptarse hoy porque dice demasiado
poco a favor de quienes son responsables de ello, política o intelectualmente,
ya que siguen en posiciones de poder (especialmente los forjadores de opinión
que duran más en los puestos de mando que los cargos políticos públicos). En su
lugar el histrionismo antiserbio y la deformación de los hechos prevalecerá
todavía algún tiempo porque son chivos expiatorios necesarios para cubrir esta
terrible verdad”[57].
Los pueblos yugoslavos han sido bárbaramente
agredidos y asesinados y son ahora dominados y explotados. Les toca volver a
luchar contra la dominación extranjera. Volverán a demostrar al mundo que son
capaces de grandes hazañas, de resolver difíciles problemas y de poseer una
alta civilización. Pero necesitan verdadera solidaridad capaz de frenar o al
menos desenmascarar las actuaciones de las potencias invasoras agrupadas en
torno a la organización militar OTAN.
José Antonio
Egido, sociólogo.
[1] “Los Balcanes y la ‘balcanización’”, Pedrag Tvejevic, El País, 16 mayo 1999.
[2] Revista de Defensa, abril 1999.
[3] “Pocos voluntarios para Kosovo”, El Mundo 25 de mayo de 1999.
[4] Historia de Bulgaria, varios autores, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1981, p.146.
[5] “La Balkanisation des Balkans”, A/synechia (organización marxista revolucionaria griega), 3 junio 1993.
[6] Historia ..., op. cit., p. 177.
[7] Ismail Kadaré, “Que cessent les vents chauvins”, Nationalismes: la tragédie yougoslave, Manière de voir-Le Monde Diplomatique, febrero 1993, Paris, p. 81
[8] “Tareas de la socialdemocracia revolucionaria en la guerra europea”, en Contra la guerra imperialista, Progreso, Moscú, 1986, p. 66.
[9] Datos sobre Yugoslavia, Secretaría federal de Informaciones, Belgrado, 1984, p. 13.
[10] Lenin, Obras Completas, vol. 22, Progreso, Moscú, 1984, p. 83
[11] Citado en La Solidaridad de los pueblos con la República española, Progreso, Moscú, 1974, p. 372.
[12] Citado en “El caso de Andrija Artukovic”, Leonid Jarkov, Tiempos Nuevos, nº 4, Moscú, 1985, p. 20.
[13] El País 15 mayo 1986.
[14] El libro El guerrero de las sombras editado en Alemania y escrito por el antiguo oficial Erich Schmid-Eenbomm relata la tarea de Klaus Kinkel como presidente del servicio de inteligencia exterior alemana (BND) para separar Croacia de Yugoslavia y reconciliar a la corriente nacionalista de Franco Tudjman con las organizaciones ustachis. El ex presidente alemán Richard Von Weizsaecker participó en la guerra oculta para separar Croacia desde 1982. Este autor afirma que el BND ayudó a la caída de Stipe Mesic y otros líderes croatas progresistas a causa de sus raíces partisanas. Uno de los apoyos de los ustachas fue Ronald Reagan que siendo gobernador de California en 1968 decretó que cada 10 de abril se celebrase la “independencia de Croacia”. Es la fecha en que Ante Pavelic proclamó la formación de su estado criminal.
[15] Bulletin International, julio-agosto 1978, Paris, p.11.
[16] “Apoyo de EEUU a la independencia, la unidad y a la condición no alineada de Yugoslavia”, Política Internacional, Belgrado, 20,noviembre 1988.
[17] Michel Collon, Poker Menteur, EPO, Bruselas, 1998, p. 202.
[18] El País, 9 de marzo de 1986.
[19] Vladimir Dedijer, Le défi de Tito, Gallimard, Paris, 1970, p. 226.
[20] Paul M. Sweezy, Charles Bettelheim, Algunos problemas actuales del socialismo, Siglo XXI, México, 1977, p. 6.
[21] Tiempos Nuevos nº 43, 1987, p. 4.
[22] Alexander Popovic, “Sur quelques mythologies journalistiques”, Liber, suplemento al nº 98 de Actes de la Recherche en Sciences sociales, Paris, junio 1993.
[23] La Yougoslavie
autogestionnaire,
Editions Creer, Nonette, 1991, p. 167.
[24] Thomas Schreiber, La Yougoslavie de Tito, Presses de la Cité, 1977, p. 88.
[25] Política Internacional, Belgrado, 5 de abril de 1990,
[26] Constitución de la República Socialista Federativa de Yugoslavia, Beograd, 1974, p. 91.
[27] Sobre la experiencia de la lucha de liberación nacional..., Casa Editora “8 Nëntori”, Tirana, 1978, p. 22
[28] Mario Vila, “Yugoslavia a la deriva”, Afers Internacionals, nº 12 i 13, pp 111-118.
[29] Mario Vila, op.cit., p. 117.
[30] Idem, p. 117.
[31] Política Internacional, 5 de octubre de 1988.
[32] Le Monde 23 agosto 1983
[33] Léase” OTAN y Pentágono: tropelías y crímenes de los ‘novios humanitarios de la muerte’” en El Otro País, abril-mayo 1999.
[34] Citado en la revista soviética Tiempos Nuevos nº 5 de 1986, p. 27.
[35] Guezennec, op. cit., p. 167-169.
[36] El Pais, 3 de mayo de 1989
[37] El Mundo , 2 de junio de 1999.
[38] Entrevista en Tiempos Nuevos nº 11 de 1988 p. 22
[39] El País 31 mayo 1999.
[40] Fenómeno similar ocurre a los antiguos Partidos Comunistas en el poder en Polona, Hungría, Chequia, Bulgaria, Lituania, Rumania, Albania cuya ala burocratizada se transforma en partidos socialdemócratas.
[41] Basado en el artículo del periodista alemán Jürgen Elsässer “Kohl et Genscher à l’origine de la guerre” publicado en el semanario belga Solidaire en marzo de 1994.
[42] Es un episodio recogido en el libro de Peter Handke Un viaje de invierno a los rios Danubio, Save, Morava y Drina: “¿Cómo fue que casi la totalidad de estas setenta víctimas pertenecían al ejército popular yugoslavo, que por aquel entonces pasaba ya por ser el gran agresor...¿Quién se lió a tiros con quien? ¿Y no hubo quizás una orden expresa del ejército de no contraatacar bajo ningún concepto,dado que a pesar de todo, se tenía la ilusión de estar aún entre hermanos eslavos del sur y,por lo menos desde un bando la gente quería atenerse a esa fe o a esa ilusión? Y la foto de la que hablaba la vi luego en la revista Time: un grupo de elsovenos, no especialmente compacto, con vestimenta de guerra ligeramente fantástica...Naturalmente puede que esto sea una estupidez pero muestra hasta qué punto reportajes e imágenes como éstas, emitidas por televisión, se transforman o se deforman en quien las recibe”. Pp. 33,34,35.
[43] Alberto Benito y Antonio Escalante, “Armando guerras y pidiendo paz”, Egin 25 de marzo de 1993.
[44] “La coartada Milosevic”, El Mundo 10 de mayo de 1999.
[45] En 1989 Franco Tudjman publica el libro Derrota de la razón histórica en el que escribe que “El nuevo orden establecido por Hitler podía estar justificado por la necesidad de desembarazarse de los judios” y que menos d eun millón de judios murieron en el holocauto. Disculpó al máximo las atrocidades del régimen de Ante Pavelic. Con estas ideasdel nuevo presidente croata la rebelión de los serbios no tiene nada de extraño
[46] Citado en “Coûteuse myopie des grandes puissances” de Paul-Marie de la Gorce, Manière de voir, op. cit., p. 38.
[47] El País 13 junio 1984.
[48] El Correo, 14 de diciembre de 1994.
[49] “Nota sobre la situación política en Albania”, Dirección General de estudios del Parlamento Europeo, 18 de junio de 1992, PE 201.652.
[50] El País 11 de abril de 1991.
[51] Berisha promete a europarlamentarios derogar la “ley de la época de Hoxha según la cual las personas desempleadas siguen recibiendo el 80 % de su salario indefinidamente”, Nota citada, p. 7.
[52] Tomado del informe elaborado por Sergio Cararo (Contropiano, Italia) “Il neo imperialismo italian nei Balcani”, marzo 1995.
[53] The European 21 septiembre 1998.
[54] Solidaire, 21 de octubre de 1998.
[55] Idem.
[56] New York Times, 1 de febrero 1999.
[57] Josep Palau , El espejismo yugoslavo, Ediciones del Bronce, Barcelona, 1996, p. 53.